Filamento mucoide (mucina) en orina: 7 causas y qué hacer

Los filamentos mucoides (mucina) son moco en la orina y, en la mayoría de los casos, constituyen un hallazgo normal que protege el tracto urinario. Una cantidad excesiva o cambios notables en consistencia o color pueden indicar alteraciones urinarias o, a veces, intestinales.

Aunque pueden volver turbia la orina, la detección fiable se hace con el examen general de orina (EGO), que evalúa presencia, cantidad y características. Para resultados precisos, se recomienda higiene genital previa, desechar el primer chorro y recolectar el chorro medio en un recipiente estéril.

Habitualmente no requieren tratamiento. Si el EGO muestra otras alteraciones o hay síntomas, como dolor, ardor o sangre en la orina, por ejemplo, el médico puede indicar manejo específico, como antibióticos u otros fármacos según la causa.

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7 causas de filamento mucoide

Las principales causas de filamento mucoide en la orina son:

1. Moco urinario normal

El moco en la orina forma parte de los mecanismos naturales de protección del tracto urinario. En cantidades pequeñas o moderadas y con un aspecto claro y delgado, suele considerarse un hallazgo normal en el examen general de orina.

Qué hacer: cuando la cantidad de moco es moderada, tiene una apariencia delgada y transparente y no es muy espesa, o cuando el examen de orina solo menciona filamentos de mucina sin otros hallazgos anormales, generalmente no es necesario ningún tratamiento, ya que se trata de una situación normal.

Sin embargo, si el moco aparece en gran cantidad o presenta características inusuales, como ser más espeso, turbio o con coloración anormal, podría indicar una infección u otra enfermedad.

En estos casos, es importante consultar al ginecólogo, urólogo o médico general para una evaluación adecuada y la indicación del tratamiento correspondiente.

2. Embarazo

La presencia de moco en la orina es frecuente durante el embarazo, ya que en este período se producen variaciones hormonales que pueden generar una mayor cantidad de flujo vaginal, el cual, en ocasiones, contamina la muestra de orina y la hace lucir turbia.

Además, en las últimas semanas de gestación, puede observarse la expulsión del tapón mucoso, lo que constituye una señal de preparación para el parto.

Qué hacer: en la mayoría de los casos, la presencia de flujo es normal durante el embarazo. Sin embargo, cualquier cambio en su cantidad, consistencia, color u olor puede indicar un problema, por lo que es importante consultar al ginecólogo para una evaluación adecuada. Vea qué puede causar flujo en el embarazo y cuándo puede ser grave.

3. Infecciones urinarias

El moco en la orina también puede aparecer en caso de infección urinaria, especialmente cuando la infección afecta la uretra, afección conocida como uretritis.

En los casos de infección urinaria, es común que se presenten otros síntomas, además del moco en la orina, como dolor o ardor al orinar, urgencia o aumento en la frecuencia urinaria y sensación de presión en la parte baja del abdomen. Vea otros síntomas de infección urinaria.

Qué hacer: en caso de sospecha de infección urinaria, se debe consultar al urólogo, ginecólogo o médico general lo antes posible para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento, que normalmente se realiza con antibióticos.

También es importante mantener una buena hidratación, realizar la higiene íntima desde la parte delantera hacia la parte posterior, orinar después del coito y evitar las relaciones sexuales sin protección, ya que estas medidas ayudan a favorecer el tratamiento y prevenir nuevas infecciones urinarias.

4. Infecciones de transmisión sexual

Algunas infecciones de transmisión sexual, como la gonorrea o la clamidia, pueden provocar una producción excesiva de moco debido a la irritación e inflamación de la zona genital.

En estos casos, es común que se presenten otros síntomas según el agente infeccioso responsable, como flujo amarillento, verdoso, blanquecino o grisáceo, que puede tener mal olor, además de dolor y ardor al orinar, molestias abdominales y dolor durante las relaciones sexuales. 

Qué hacer: ante la presencia de signos o síntomas que puedan indicar una ITS, es importante consultar al urólogo o al ginecólogo para que se realice el diagnóstico adecuado e inicie el tratamiento correspondiente.

También se recomienda que la pareja reciba tratamiento médico, incluso si no presenta síntomas, con el fin de prevenir la reinfección o la transmisión de la enfermedad.

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5. Piedra en los riñones

La presencia de cálculos renales la mayoría de las veces no causa síntomas, ya que suelen eliminarse de forma natural a través de la orina.

Sin embargo, en algunos casos, los cálculos pueden atascarse en los conductos urinarios durante su eliminación, lo que irrita las paredes del tracto urinario y puede estimular la producción de moco.

Esto puede modificar el aspecto de la orina, que puede verse turbia o con filamentos mucosos, y aparecer en el examen general de orina como un hallazgo inespecífico.

Además de la mucosidad en la orina, las piedras en los riñones pueden provocar otros síntomas, como micción frecuente, dolor o ardor al orinar, dolor intenso en la parte baja de la espalda o en un costado, náuseas o vómitos y presencia de sangre en la orina. Conozca más sobre los síntomas de piedras en los riñones.

Qué hacer: ante los primeros síntomas, es importante acudir al urólogo para iniciar el tratamiento adecuado, el cual varía según el tamaño del cálculo.

Cuando el cálculo es demasiado grande, puede ser necesario realizar una cirugía. En cambio, si el cálculo es pequeño, suele ser suficiente beber abundante agua o tomar medicamentos según la indicación médica, los cuales ayudan a facilitar la eliminación de los cálculos renales.

6. Cáncer de vejiga

La presencia de moco en la orina en el cáncer de vejiga no es un hallazgo normal y, cuando ocurre, puede deberse a que las células del tumor alteran la pared vesical y aumentan la producción de mucina, lo que favorece la secreción de moco hacia la orina.

Este hallazgo suele observarse con mayor frecuencia en los tumores de tipo glandular, como los adenocarcinomas o el carcinoma de uraco.

Qué hacer: cuando aparecen estos síntomas, en especial la presencia de sangre en la orina, pérdida de peso sin causa aparente o fatiga, es importante acudir de inmediato al urólogo, ya que, además de tratarse de una situación grave, cuanto antes se diagnostique y se inicie el tratamiento del cáncer, mayor será la probabilidad de cura.

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7. Enfermedades intestinales

En algunas enfermedades intestinales, como la colitis ulcerosa o el síndrome del intestino irritable, puede producirse un exceso de moco que se elimina junto con las heces.

En estos casos, el moco puede mezclarse con la orina en el inodoro y dar la falsa impresión de que proviene del tracto urinario. Sin embargo, el paso real de moco intestinal a la orina es muy poco frecuente y suele ocurrir solo cuando existe una comunicación anormal entre el intestino y la vejiga.

Qué hacer: si se sospecha una alteración intestinal, es importante consultar al gastroenterólogo para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado.

Según la causa, el tratamiento puede incluir el uso de medicamentos que ayuden a controlar la inflamación o la diarrea, suplementos de vitaminas y minerales, y una dieta orientada a aliviar los síntomas y prevenir la desnutrición.