El esófago de Barrett es una complicación de la enfermedad de reflujo gastroesofágico, ya que la exposición frecuente de la mucosa del esófago al contenido del estómago causa una inflamación crónica y una alteración del tipo de célula que compone el tejido de esta zona, causando el surgimiento de una condición llamada metaplasia intestinal.
Esta condición no causa síntomas en todos los casos, sin embargo pueden surgir síntomas de reflujo gastroesofágico como acidez, ardor y eructos constantes. El diagnóstico de esófago de Barrett debe ser realizado por un gastroenterólogo por medio de una endoscopia digestiva alta y el tratamiento indicado se inicia principalmente, con el uso de medicamentos para disminuir la acidez del estómago.
Por ello, cuando se confirma el diagnóstico de esófago de Barrett es importante seguir la indicación del tratamiento, además de hacer cambios en la dieta y mejorar los síntomas y reducir la inflamación en la zona, ya que las persona con esta condición tienen un riesgo aumentado para desarrollar cáncer de esófago. También se recomienda llevar un acompañamiento regular con el médico para hacer reevaluaciones de la lesión.

Principales síntomas
A pesar de que no en todos los casos se manifiestan los síntomas, la persona con esófago de Barrett puede presentar síntomas de reflujo gastroesofágico, como:
- Acidez;
- Sabor amargo o metálico en la boca;
- Regurgitación;
- Eructos constantes;
- Sensación de ardor;
- Tos frecuente;
- Ronquidos.
Además, el dolor en la boca de estómago suele ser frecuente en estos casos, ya que con el reflujo gastroesofágico hay retorno del contenido gástrico, irritando la mucosa del esófago. Vea cómo identificar el reflujo gastroesofágico.
¿El esófago de Barrett es cáncer?
El esófago de Barrett no es igual a cáncer, pero esta condición lleva al surgimiento de lesiones llamadas metaplasia intestinal, que pueden considerarse precancerígenas, por lo que la persona con esófago de Barrett tiene un riesgo aumentado de desarrollar cáncer de esófago.
También es importante que las personas con factores de riesgo asociados al surgimiento de esófago de Barrett y con antecedentes de esta enfermedad en la familia, se realicen exámenes de rastreo frecuentes para detectar precozmente cualquier alteración en la pared del esófago.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico del esófago de Barrett se realiza a través de endoscopia, un examen en que se inserta un tubo a través de la cavidad oral y que permite la observación del revestimiento del esófago. La confirmación se hacer por medio del análisis de biopsia durante la endoscopia, con una pequeña muestra del tejido del esófago después de ser analizada por el laboratorio. Vea cómo se realiza una endoscopia.
Posibles causas
El esófago de Barrett es más común en personas con antecedentes de reflujo gastroesofágico, que empeora por factores de riesgo, como malos hábitos alimentarios, consumo excesivo de comida frita o de refrescos, uso de cigarros y obesidad.
Por eso, se recomienda acudir al médico en caso de que surjan síntomas de reflujo, como acidez o sensación de ardor, por ejemplo, o en caso de antecedente familiar de esta enfermedad, para investigar si hay este tipo de complicación e iniciar el tratamiento adecuado.
Opciones de tratamiento
El esófago de Barrett es un tipo de lesión del esófago causado por episodios repetidos de reflujo gastroesofágico, y el tratamiento de esta condición debe ser indicado por el gastroenterólogo después de la confirmación del diagnóstico, que generalmente consiste en el uso de medicamentos para disminuir la acidez en el estómago, como:
- Omeprazol, Pantoprazol, Lanzoprazol o Esomeprazol, clasificados como inhibidores de la bomba de protones, y son los más eficaces;
- Famotidina o Cimetidina, clasificados como antagonistas del receptor 2 de histamina;
Además, también es muy importante adoptar hábitos saludables de alimentación, con una dieta que facilite la digestión y disminuya los episodios de reflujo.
Sin embargo, en caso de que los medicamentos y la dieta no sean suficientes, se puede indicar la realización de ablación por radiofrecuencia, para eliminar las lesiones en el esófago o cirugía, ya sea para construir un nuevo esfínter gastroesofágico, o cirugías más complejas para la remoción del revestimiento interno del esófago.
Alimentación para el esófago de Barrett
El control de la alimentación es importante para ayudar en el tratamiento del esófago de Barrett, siendo recomendado:
- Llevar una dieta baja en grasa y alimentos de difícil digestión o condimentados, ya que son alimentos que permanecen más tiempo en el estómago, causando mala digestión y aumentando las posibilidades de reflujo;
- Evitar bebidas con gas, como agua gasificada o refrescos, ya que aumentan las posibilidades de reflujo, aumentando la producción de gases y lesionando la pared del estómago;
- Personas sensibles al café o tés con cafeína, como té negro o mate, deben evitar este tipo de bebida, ya que pueden empeorar los síntomas de reflujo;
- Evitar tomar líquidos durante las comidas para que el estómago no quede muy lleno;
- Esperar por lo menos 1 hora antes de acostarse después de comer para facilitar la digestión;
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Otro consejo importante es comer lento y masticar bien los alimentos, ya que esto facilita la digestión y puede ayudar a prevenir el reflujo.
Vea en el siguiente video algunos consejos sobre el tratamiento para el reflujo gastroesofágico: