Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI): qué es, síntomas y causas

La enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) es la infección del tracto genital superior femenino, que incluye el cuello del útero, el útero, las trompas uterinas y los ovarios, la cual se disemina en un área extensa de la pelvis, causando síntomas como dolor en la parte baja del abdomen o vientre bajo, sangrado fuera del período menstrual y fiebre.

La EPI es causada por infecciones de transmisión sexual (ITS), las cuales inician en la vagina, e incluyen principalmente la clamidia o la gonorrea no tratadas de manera adecuada, siendo más común en mujeres jóvenes de los 15 a los 25 años de edad.

El tratamiento de la enfermedad inflamatoria pélvica es realizado por el ginecólogo e implica el uso de antibióticos para eliminar las bacterias y evitar complicaciones, como formación de abscesos, embarazo ectópico, infertilidad o dolor pélvico crónico, por ejemplo.

Médico conversando con paciente

Principales síntomas

Los principales síntomas de enfermedad inflamatoria pélvica incluyen:

  • Dolor abdominal o pélvico, en la parte baja del abdomen o en el vientre bajo;
  • Secreción vaginal amarillenta o verdosa, con mal olor;
  • Sangrado vaginal fuera de la menstruación o después de tener relaciones sexuales; 
  • Dolor durante el contacto íntimo;
  • Sensación de ardor al orinar;
  • Fiebre igual o superior a 38 ºC y escalofríos.

En la mayoría de los casos, la enfermedad inflamatoria pélvica puede ser muy sutil, por lo cual la mujer no siempre logra notar los síntomas, lo que favorece la proliferación de los microorganismos y da como resultado una mayor inflamación de la región genital. 

Es importante consultar al ginecólogo siempre que surjan síntomas de EPI o de ITS, para que sea realizado un diagnóstico e iniciado el tratamiento más adecuado. 

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¿Cuándo la EPI se puede agravar?

La EPI puede agravarse cuando el tratamiento no es llevado a cabo de manera adecuada, bajo la orientación del ginecólogo, pues puede causar complicaciones como peritonitis, que es una infección abdominal grave, formación de abscesos, bloqueo de las trompas uterinas, embarazo ectópico o infertilidad.

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Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la enfermedad inflamatoria pélvica es realizado por el ginecólogo a partir de la evaluación de los síntomas que la mujer presenta, además de cuándo iniciaron, los antecedentes sexuales y de salud, el examen ginecológico y pélvico, y exámenes de imagen y de laboratorio.

¿Cuál examen detecta la enfermedad pélvica inflamatoria?

Los principales exámenes que detectan la enfermedad inflamatoria pélvica incluyen:

  • Prueba de embarazo, para descartar embarazo ectópico;
  • Análisis de secreción vaginal;
  • Exámenes de orina;
  • Exámenes de sangre, como hemograma completo, proteína C reactiva (PCR) y velocidad de sedimentación globular (VSG);
  • Ultrasonido pélvico o transvaginal;
  • Tomografía computarizada o resonancia magnética;
  • Laparoscopia y biopsia de endometrio.

Asimismo, el médico también puede indicar la realización de exámenes para otras ITS, como sífilis o VIH, por ejemplo.

¿Cómo saber si tiene EPI?

Para saber si tiene EPI, se debe consultar al ginecólogo tan pronto como aparezcan los síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica o de ITS, para realizar los exámenes de diagnóstico, confirmar la infección y el estadio de la enfermedad y, de esta forma, realizar el tratamiento más adecuado.

Estadios de la EPI

A partir de los resultados de los exámenes de diagnóstico realizados, el médico es capaz de verificar el estadio de la enfermedad, incluyendo:

  • Estadio 1: inflamación del endometrio y de las trompas, pero sin infección del peritoneo;
  • Estadio 2: inflamación de las trompas con infección del peritoneo;
  • Estadio 3: inflamación de las trompas con obstrucción de trompas o absceso tubo-ovárico;
  • Estadio 4: rotura del absceso tubo-ovárico, o secreción purulenta en la cavidad. 

De esta manera, al identificar la gravedad de la EPI y el agente infeccioso responsable, es posible que el tratamiento más adecuado sea indicado.

Causas de la enfermedad pélvica inflamatoria

La enfermedad inflamatoria pélvica es causada principalmente por infecciones de transmisión sexual, como clamidia y gonorrea, o Mycoplasma genitalium.

Otras infecciones también pueden causar EPI, como vaginosis bacteriana, tricomoniasis, ureaplasma o herpes simple tipo 2, por ejemplo.

Asimismo, las bacterias del tracto intestinal, uretral o vaginal, como Escherichia coliBacteroides fragilis o estreptococos del grupo B, también pueden causar EPI.

Factores de riesgo para EPI

Los principales factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de surgimiento de EPI son:

  • Antecedentes de enfermedad inflamatoria pélvica o de ITS;
  • No usar preservativo durante el contacto íntimo;
  • Múltiples parejas sexuales;
  • Tener una ITS no tratada adecuadamente;
  • Contaminación por alguna bacteria en el momento del parto;
  • Hacer uso frecuente de duchas vaginales;
  • Colocación de DIU en las 3 semanas anteriores;
  • Realización de cirugía pélvica o ligadura de trompas. 
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Las mujeres que poseen más probabilidades de desarrollar este tipo de inflamación son las que tienen entre 15 a 25 años de edad y no usan preservativo en todas las relaciones sexuales.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la EPI debe ser indicado por el ginecólogo, y tiene como objetivo eliminar la infección, aliviar los síntomas y evitar complicaciones.

Los principales tratamientos para la enfermedad inflamatoria pélvica incluyen:

1. Uso de medicamentos

Los medicamentos para la EPI incluyen antibióticos por vía oral o por vía intramuscular durante alrededor de 14 días.

Algunos antibióticos que pueden ser indicados por el ginecólogo son la ceftriaxona, el metronidazol, la doxiciclina o la azitromicina, por ejemplo, que deben ser usados por el tiempo indicado por el médico, incluso si los síntomas desaparecen rápidamente.

Se recomienda que la pareja sexual también sea tratada aunque no tenga síntomas, con el objetivo de evitar la reinfección.

Asimismo, también es importante mantener reposo y evitar relaciones sexuales durante el tratamiento para dejar que los tejidos cicatricen.

2. Retirar el DIU

En caso de que la enfermedad inflamatoria haya sido causada por la colocación del DIU, el médico debe indicar la retirada del mismo, además del uso de antibióticos.

3. Cirugía

La cirugía puede ser indicada cuando existe infección grave, o cuando no ocurrió mejoría de la infección con el uso de antibióticos.

Además, la cirugía es indicada para tratar el embarazo ectópico o la inflamación de las trompas uterinas, o para drenaje de abscesos.

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¿La EPI tiene cura?

La enfermedad pélvica inflamatoria puede curarse si se diagnostica a tiempo. Sin embargo, si la enfermedad ya ha originado algún daño, este será permanente.

Si no se realiza el tratamiento adecuado, pueden surgir complicaciones.

Posibles complicaciones

La enfermedad inflamatoria pélvica puede causar las siguientes complicaciones:

  • Absceso en los ovarios y trompas uterinas;
  • Peritonitis, que es una infección abdominal grave;
  • Perihepatitis, también llamada síndrome de Fitz-Hugh-Curtis, que es la inflamación de la cápsula que envuelve el hígado;
  • Bloqueo de las trompas uterinas;
  • Salpingitis;
  • Dolor pélvico crónico.

Asimismo, la enfermedad pélvica inflamatoria puede aumentar el riesgo de embarazo ectópico e infertilidad.

Cómo prevenir

La enfermedad inflamatoria pélvica puede prevenirse mediante el uso de preservativo en todas las relaciones sexuales, además del tratamiento adecuado de la ITS, como la clamidia o la gonorrea. El tratamiento también debe ser llevado a cabo por la pareja.

Además, las mujeres con una vida sexual activa deben acudir a consultas periódicas con el ginecólogo y realizarse exámenes de rutina, incluyendo análisis que detecten ITS.

También es importante evitar la realización de duchas vaginales, pues pueden desequilibrar la microbiota vaginal y aumentar el riesgo de EPI.

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