9 beneficios del durazno, propiedades y cómo consumir

Actualizado en marzo 2024
Evidencia científica

El durazno es una fruta que aporta diversos beneficios para la salud, como mejorar el funcionamiento del intestino, disminuir la retención de líquidos y ayudar en el proceso de pérdida de peso, pues promueve la sensación de saciedad. 

Además de eso, esta fruta puede ayudar a prevenir diferentes tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Todos estos beneficios se deben, a que el durazno es rico en fibras y en compuestos bioactivos antioxidantes, como carotenoides, polifenoles y vitamina C y E.

El durazno, cuyo nombre científico es Prunus persica, puede encontrarse en supermercados o ferias locales, siendo una fruta versátil que puede consumirse al natural, en jugos, licuados e incluso es utilizada para la elaboración de diversos postres como tartas y pasteles.

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Beneficios del durazno para la salud

El durazno podría aportar diversos beneficios para la salud, que incluyen:

1. Ayudar a adelgazar

El durazno es una fruta con un bajo índice glucémico, ya que contiene pocos carbohidratos y buenas cantidades de fibra que ayudan a aumentar la sensación de saciedad, controlando el hambre a lo largo del día. 

Debido a su bajo contenido de grasas y carbohidratos, el durazno es una excelente opción de fruta baja en calorías para incluir en las dietas de pérdida de peso.

2. Mejorar el funcionamiento del intestino

El durazno contiene buenas cantidades de fibras, como la pectina, que aumentan la absorción de agua en el intestino, ayudando en la formación del bolo fecal y facilitando la eliminación de las heces, previniendo el estreñimiento.

Las fibras presentes en el durazno también sirven de alimento para las bacterias benéficas del intestino, fortaleciendo la flora intestinal y previniendo el desarrollo de enfermedades como el síndrome del intestino irritable, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Conozca otras frutas laxantes que ayudan a mejorar el funcionamiento del intestino.

3. Ayudar a prevenir el cáncer

El durazno es rico en vitamina C y betacaroteno, compuestos con propiedades antioxidantes que combaten los radicales libres, uno de los responsables de los daños a las células sanas, ayudando a prevenir algunos tipos de cáncer, como el de piel, de mama, de pulmón y de colon.

4. Controlar la diabetes

Debido a su bajo índice glucémico, el durazno promueve el equilibrio de los niveles de azúcar en la sangre, previniendo la diabetes y ayudando a controlar la glucemia en quienes ya padecen la enfermedad. 

Además, el durazno contiene antioxidantes como el betacaroteno y la vitamina C, que ayudan a proteger las células del páncreas contra los radicales libres, mejorando las funciones de la insulina y previniendo la resistencia a la insulina y la diabetes.

5. Reducir el colesterol "malo"

El durazno tiene buenas cantidades de fibras solubles e insolubles que disminuyen la absorción de grasa en el organismo, promoviendo la reducción de los niveles de colesterol "malo", el LDL, en la sangre, y evitando enfermedades como el infarto y la aterosclerosis.

Gracias a sus excelentes cantidades de compuestos con acción antioxidante, como las antocianinas y los flavonoides, el durazno ayuda en la lucha contra los radicales libres, previniendo la oxidación de las células de grasa y favoreciendo el equilibrio de los niveles de colesterol en la sangre.

6. Equilibrar la presión arterial

El durazno contiene buenas cantidades de potasio, un mineral que ayuda a eliminar el exceso de sodio del organismo a través de la orina, evitando la hipertensión.

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Además, el durazno es rico en vitamina C y betacaroteno, compuestos antioxidantes que mejoran la salud y elasticidad de los vasos sanguíneos, facilitando la circulación sanguínea y ayudando a controlar la presión arterial.

7. Prevenir el envejecimiento prematuro

Gracias a su contenido de compuestos antioxidantes como los flavonoides y las antocianinas, el durazno ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro al proteger la piel contra los radicales libres, responsables de los daños en las células cutáneas.

8. Mantener la salud ocular

El durazno contiene excelentes cantidades de betacaroteno, un nutriente que favorece la prevención de la catarata y evita la degeneración macular, una enfermedad que disminuye la nitidez y la capacidad de la visión central. 

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9. Fortalecer el sistema inmunológico

Gracias a su contenido de vitamina C, flavonoides y antocianinas, el durazno ayuda a combatir los radicales libres, además de fortalecer las células del sistema inmunológico, ayudando a prevenir infecciones y problemas como gripes y resfriados.

Propiedades del durazno

El durazno es rico en vitamina C, vitamina E, betacarotenos, potasio, magnesio, fibras y compuestos fenólicos, aportando propiedades antioxidantes, saciantes, cardioprotectoras, digestivas, anticancerígenas, hipotensoras, inmunológicas y diabetogénicas.

Tabla de información nutricional

La siguiente tabla muestra la información nutricional de 100 g de durazno, que corresponde a una unidad grande fresca y 100 g de durazno en almíbar:

Nutriente Durazno fresco Durazno en almíbar
Energía 44 kcals 86 kcals
Carbohidratos 8,1 g 20,6 g
Proteínas 0,6 g 0,2 g
Grasas 0,3 g 0,1 g
Fibras 2,3 g 1 g
Vitamina A 67 mcg 43 mcg
Betacarotenos 162 mcg 189 mcg
Fósforo 20 mg 9 mg
Folatos 3 mcg 7 mcg
Vitamina C 6,6 mg 6 mg
Magnesio 8 mg 6 mg
Potasio 160 mg 150 mg

Es importante mencionar que para obtener todos los beneficios mencionados anteriormente, el durazno debe incluirse en una dieta equilibrada y saludable. 

Cómo consumir el durazno

El durazno puede consumirse fresco, y se recomienda comer la fruta con cáscara para aprovechar al máximo sus nutrientes. Además, el durazno también puede ser utilizado en preparaciones como tés, pasteles, yogures, ensaladas o mousses.

Recetas con durazno

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Por ser una fruta fácil de almacenar y bastante versátil, el durazno puede emplearse en diversas recetas calientes y frías o añadirse en postres. 

1. Pastel de durazno

Ingredientes:

  • 170 g o 5 cucharadas de mantequilla;
  • 1 cucharadita de stevia;
  • 140 g de harina de almendras;
  • 3 huevos;
  • 1 cucharadita de polvo de hornear;
  • 4 duraznos frescos cortados en rodajas finas.

Modo de preparación:

Batir la stevia y la mantequilla con la batidora e ir añadiendo los huevos uno por uno, dejando batir mucho la masa. Luego, añadir la harina y el polvo de hornear y mezclar bien con una cuchara grande. Verter esta mezcla en un molde engrasado y distribuir las rodajas de durazno sobre la masa. Hornear a 180 ºC durante 40 minutos. 

2. Durazno tea

Ingredientes:

  • 4 duraznos maduros;
  • 4 bolsitas de té negro;
  • 1 limón;
  • 1 naranja;
  • 1 litro de agua;
  • 2 cucharadas de miel.

Modo de preparación:

Preparar el té, hirviendo el agua en una tetera o cacerola. Apagar el fuego y añadir las bolsitas de té negro. Tapar, dejar reposar durante 5 minutos y luego retirar las bolsitas de la bebida. Lavar bien los duraznos, picarlos y, en un tazón, triturar o exprimir la fruta hasta obtener un puré. Agregar este puré al té negro. Lavar bien y cortar en rodajas finas la naranja y el limón, transfiriéndolos al té. Agregar la miel a la bebida, revolviendo delicadamente. Enfriar el té en el refrigerador y servir.

3. Mousse de durazno

Ingredientes:

  • 1 cucharadita de stevia;
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla;
  • Canela al gusto;
  • 1/2 cucharada de gelatina sin sabor;
  • 200 ml de leche descremada;
  • 2 cucharadas de leche en polvo;
  • 2 duraznos picados.

Modo de preparación:

En una olla, disolver la gelatina sin sabor en 100 ml de leche, llevar a fuego bajo y mezclar hasta incorporar por completo. Añadir los duraznos picados y la esencia de vainilla, retirar del fuego y dejar enfriar. Batir la leche en polvo y la stevia con el resto de la leche hasta que quede homogéneo y luego incorporar a la mezcla de gelatina. Colocar en un recipiente grande o en cuencos individuales y refrigerar hasta adquirir una consistencia firme. 

4. Yogur casero de durazno

Ingredientes:

  • 4 duraznos;
  • 2 envases de yogur natural;
  • 3 cucharadas de miel;
  • 1 cucharada de jugo de limón.

Modo de preparación:

Cortar los duraznos en trozos medianos y congelarlos. Luego de congelados, licuar todos los ingredientes o batirlos en el procesador de alimentos y servir frío. 

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