La alimentación en personas que padecen VIH o SIDA debe ser variada y equilibrada, debiendo darle prioridad al consumo de frutas, vegetales, granos, proteínas, grasas saludables y cereales ricos en fibras, además de evitar el consumo de alimentos industrializados ricos en grasas y azúcares.
El VIH es una enfermedad que destruye el sistema inmunológico, haciendo que al organismo le cueste más luchar contra las infecciones. Conozca qué es el VIH.
Por este motivo, llevar una alimentación saludable es esencial para ayudar al organismo a fortalecer el sistema inmunológico, retardar la progresión de la enfermedad, mantener el peso, favorecer la absorción de los medicamentos implicados en el tratamiento de esta enfermedad y mejorar la calidad de vida.
Alimentos prohibidos para personas con VIH/SIDA
Las personas con VIH/SIDA deben evitar el consumo de alimentos que ocasionen inflamación en el organismo, es decir, que sean ricos en sodio, azúcar y/o grasas saturadas y trans, como por ejemplo:
- Pasteles, galletas, helados y caramelos;
- Embutidos, como salchichón, salchicha, chorizo, tocino y tocineta;
- Manteca de puerco;
- Salsas, como ketchup, mayonesa o alioli;
- Comidas congeladas, como lasañas, nuggets o carnes de hamburguesa.
Asimismo, es muy importante mantener una buena higiene de los alimentos, pues el consumo de comida o agua contaminada puede ocasionar infecciones gastrointestinales, que en el caso de las personas con esta enfermedad, se podrían agravar y complicar debido a la debilidad del sistema inmune. Por esto, también es importante evitar:
- Carnes, pescados y mariscos crudos o mal cocidos, como el sushi, ceviche o roastbeef, por ejemplo;
- Huevos crudos o preparaciones que contengan huevos crudos;
- Leche y derivados no pasteurizados.
Además de esto, se deben tomar medidas higiénicas como lavar bien las manos y los utensilios a utilizar para cocinar; mantener los alimentos crudos, como la carne o el pescado, separados de alimentos listos para comer como las frutas y vegetales, por ejemplo; cocinar bien los alimentos y refrigerar o congelar los alimentos que puedan echarse a perder dentro de las 2 horas de haberlos cocinado o comprado. Vea cómo congelar de forma adecuada en los alimentos.
Qué comer con VIH/SIDA
Las personas que padecen VIH/SIDA deben mantener una alimentación saludable y equilibrada, en el que se incluya el consumo de frutas, vegetales, leguminosas, proteínas, cereales, lácteos y sus derivados y grasas saludables.
Las porciones de cada grupo de alimento dependerán del estado nutricional de la persona, siendo importante acudir a un nutricionista para que indique las cantidades adecuadas. Vea cómo realizar una alimentación saludable.
Qué alimentos fortalecen el sistema inmunológico
Existen algunos alimentos que pueden incluirse en la dieta que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, como por ejemplo:
- Omega-3, este tipo de grasa puede encontrarse en alimentos como sardinas, salmón, atún, semillas de chía, nueces y linaza;
- Selenio, nuez de brasil, trigo, arroz, yema de huevo, semillas de girasol, pollo, pan de forma, queso, repollo y harina de trigo;
- Zinc, un mineral que se encuentra en las ostras, camarón, carne de vaca, pollo, pavo y de pescado, frutos secos, germen de trigo y granos integrales;
- Vitamina C, que puede encontrarse en la naranja, mandarina, piña, limón, fresas, papaya, melón, mango, kiwi, brócoli y tomate;
- Vitamina E, la cual se encuentra en las semillas de girasol, avellanas, cacahuates o maní, almendras, pistachos, mango y aceite de oliva;
- Vitamina A, zanahoria, camote o batata, mango, espinaca, melón, remolacha, acelga, pimentón rojo, brócoli, lechuga y huevo.
Además de estos nutrientes, el consumo de alimentos probióticos, que son microorganismos vivos que ayudan a mantener la flora intestinal saludable, también ayudan a modular la respuesta inmune a nivel de la mucosa intestinal y por consiguiente en todo el cuerpo. Este tipo de microorganismos se encuentran en alimentos como el yogur natural y en la leche fermentada tipo kéfir o yakult, por ejemplo. Vea otros alimentos con propiedades probióticas.
¿El VIH/SIDA engorda o adelgaza?
Las personas con VIH/SIDA pueden perder peso, debido a diversos factores, que incluyen:
- Falta de apetito, que puede ser ocasionado porque la persona presenta una infección, que curse con fiebre, por ejemplo, que esté pasando por una depresión o como efecto secundario de los medicamentos del VIH, los cuales pueden ocasionar diarreas, náuseas y vómitos;
- Baja absorción de nutrientes, pues quien cursa con esta enfermedad suele padecer diarrea de forma frecuente, situación que altera la absorción de los alimentos a nivel intestinal. Además, el VIH también podría causar daño en las células intestinales, afectando la absorción de los carbohidratos y grasas;
- Cambios en el metabolismo, debido a la falta de nutrientes;
- Infecciones crónicas y enfermedades, pues cuando el cuerpo padece alguna enfermedad exige una mayor cantidad de nutrientes, lo cual se puede ver afectado por todas las condiciones mencionadas anteriormente.
Además de la pérdida de peso, las personas también presentan pérdida de masa muscular, afectando aún más al sistema inmunológico.
¿Los antirretrovirales adelgazan?
Los antirretrovirales para tratar el VIH/SIDA pueden causar lipodistrofia que es la redistribución de la grasa corporal, pudiendo perder grasa en los brazos y piernas pero ganar grasa a nivel abdominal.
Asimismo, también pueden ocurrir cambios a nivel metabólico, pudiendo aumentar el colesterol y los triglicéridos, así como crear una insulino resistencia, aumentando el riesgo de padecer diabetes.
¿Qué hacer para aliviar los síntomas?
En la tabla a continuación se encuentran algunas estrategias que pueden ayudar a aliviar los síntomas más comunes que suelen presentar las personas con VIH/SIDA, ya sean asociados a alguna infección o porque surgen como efecto secundario de los antirretrovirales.
Es importante que en caso de perder peso o de presentar cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente, se acuda a un nutricionista para que realice una evaluación e indique un plan nutricional adaptado a las necesidades de la persona, pues dependiendo de su estado nutricional, podría ser necesario la suplementación de vitaminas y minerales o la toma de un suplemento nutricional que aporte más calorías y nutrientes.
