Diabetes mellitus tipo 1: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en mayo 2023

La diabetes mellitus tipo 1 es un tipo de diabetes en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina, haciendo que el organismo no sea capaz de utilizar el azúcar en la sangre, causando el aumento de la glucosa en la sangre y síntomas como boca seca, sed constante y necesidad de orinar frecuentemente.

La diabetes tipo 1 normalmente está relacionada con factores genéticos y autoinmunes, en que el sistema inmunológico ataca y destruye las células del páncreas responsables de la producción de insulina. Por ello, no hay suficiente producción de esta hormona para hacer que la glucosa ingrese a las células, permaneciendo en el torrente sanguíneo.

El tratamiento de la diabetes tipo 1, también conocida como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente, es orientado por el endocrinólogo o pediatra, con el uso de insulina aplicada sobre la piel para controlar los síntomas y prevenir complicaciones, siendo importante que también haya cambios en el estilo de vida.

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Síntomas de la diabetes tipo 1

Los principales síntomas de diabetes tipo 1 son:

  • Sensación de sed constante;
  • Deseos frecuentes de orinar;
  • Apetito constante;
  • Cansancio excesivo;
  • Pérdida de peso sin motivo aparente;
  • Dificultad para ganar peso;
  • Dolor abdominal
  • Vómitos;
  • Irritabilidad;
  • Alteraciones en el humor;
  • Visión borrosa;
  • Candidiasis vaginal frecuente en niñas y mujeres;
  • Dificultad para la cicatrización de heridas;
  • Dificultad para concentrarse.

Los síntomas de la diabetes 1 pueden surgir de repente y están relacionados con el aumento de la cantidad de glucosa circulante en al sangre debido al mal funcionamiento del páncreas y la falta de insulina.

En el caso de los niños, además de estos síntomas, algunos signos que pueden indicar diabetes tipo 1, como volver hacer pipí en la cama por la noche o presentar infecciones recurrentes de la zona íntima. Vea cómo reconocer los primeros síntomas de diabetes en los niños.

Además, cuando no se diagnostica la diabetes tipo 1 y se trata de forma adecuada, puede causar cetoacidosis diabética, que es una condición grave caracterizada por altos niveles de azúcar en la sangre y aumento de la acidez de la sangre, llevando al surgimiento de otros síntomas, como náusea, vómito, aliento semejante a manzana, dolor abdominal, respiración superficial y rápida, confusión mental o coma. Conozca qué es la cetoacidosis diabética y cómo se realiza el tratamiento.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la diabetes tipo 1 es realizado por el endocrinólogo a través de la evaluación de los síntomas y exámenes de sangre, como el de hemoglobina glicosilada o Hb1Ac, que evalúa los niveles de glucosa en los últimos 2 a 3 meses antes de la realización del examen; y/o el de glucosa en ayuno.

Esto, debido a que el azúcar en la sangre se une a la hemoglobina, que es la responsable de llevar el oxígeno a las células, siendo que cuanto más alto los niveles de azúcar en la sangre, mayor el valor de hemoglobina glicosilada. Si el resultado de este examen es igual o mayor a 6,5% en dos exámenes realizados en momentos diferentes, el diagnóstico de diabetes tipo 1 se confirma. Vea los valores de referencia de hemoglobina glicosilada.

Además, el médico puede solicitar un examen de glucosa en ayuno para analizar la cantidad de azúcar en la sangre, un examen de orina para evaluar la presencia de cetonas en la orina o un test de autoanticuerpos que son comunes en la diabetes tipo 1.

La medición de los niveles de azúcar en la sangre también puede realizarse en casa utilizando un glucómetro, que permite monitorear los niveles de glucosa en la sangre, especialmente en personas que tienen el diagnóstico confirmado de diabetes tipo 1. 

Posibles causas

La causa exacta de diabetes tipo 1 no es totalmente conocida, pero se cree que puede ocurrir por factores genéticos y ambientales, llevando a una destrucción de las células beta del páncreas por un ataque del sistema inmunológico a esta células, como si fueran extrañas al organismo.

Se cree que los factores ambientales, principalmente las infecciones virales, pueden desencadenar esta destrucción autoinmune de las células beta del páncreas en personas que están genéticamente predispuestas.

Diferencias entre diabetes tipo 1 y tipo 2

Los síntomas en general ayudan a diferenciar la diabetes tipo 1 de la diabetes tipo 2. En la tipo 1, predominan los síntomas de deficiencia total de insulina, como pérdida de peso, sed excesiva y aumento del volumen de orina. En el tipo 2, la mayoría de los casos no presenta síntomas, siendo diagnosticada en exámenes de rutina.

En la diabetes tipo 1 hay una destrucción autoinmune de las células del páncreas responsables de producir insulina, que produce el inicio de la enfermedad de forma abrupta por la ausencia de insulina en el cuerpo. En el tipo 2, hay una resistencia a la acción de la insulina en los órganos periféricos, principalmente en el músculo y tejido adiposo, que sucede como consecuencia de múltiples factores como el exceso de peso, sedentarismo y genética, por ejemplo.

Además, como en la diabetes tipo 1 hay destrucción de las células del páncreas por alteraciones genéticas, no hay prevención y el tratamiento se realiza con inyecciones diarias de insulina para regular los niveles de glucosa en la sangre.

Por otro lado, como el desarrollo de la diabetes está relacionado a los hábitos de vida, es posible evitar (en algunos casos) este tipo de diabetes, por medio de una alimentación equilibrada y saludable, además de la práctica de ejercicio regularmente. Conozca otras diferencias entre los tipos de diabetes.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la diabetes tipo 1 se debe realizar con la orientación del endocrinólogo, con el uso diario de insulina en forma de inyección debajo de la piel o, en algunos casos, con el uso de una bomba de insulina, de acuerdo a la orientación del médico. Vea los principales tipos de insulina y cómo se aplican.

Además, se recomienda una monitorización de la concentración de glucosa antes y después de las comidas, siendo recomendado que los niveles de glucosa antes de las comidas sea entre 80 y 1300 mg/dl y, después de las comidas menor de 180 mg/dl. El objetivo de la hemoglobina glicosilada es que sea menor de 7%.

El tratamiento para la diabetes tipo 1 ayuda a evitar el surgimiento de complicaciones como cetoacidosis, problemas de la vista, enfermedades en el corazón y riñones, por ejemplo. Conozca más sobre el tratamiento de la diabetes tipo 1.

Para complementar el tratamiento de la diabetes tipo 1, es importante que se reciba acompañamiento por parte de una nutricionista especializada, la cual orientará una dieta con poca o ninguna azúcar y con bajo contenido de carbohidratos, como pan, arroz, pasta, pasteles y algunas frutas, por ejemplo, además de un mayor consumo de fibras/ alimento integrales.

Además, la práctica de actividades físicas, como caminata, correr o natación de acuerdo a la orientación médica también puede ayudar en el control de lo niveles de glucosa en la sangre,

Vea cómo debe ser la alimentación en la diabetes tipo 1 observando el siguiente video:

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