Dacriocitos: qué son, causas y qué hacer

Actualizado en marzo 2023

La dacriocitosis es una alteración en la forma de los glóbulos rojos o hematíes, que adquieren forma ovalada similar a una gota o lágrima, conocidos como glóbulos rojos o hematíes en lágrima.

Estas alteraciones de los glóbulos rojos es consecuencia de enfermedades que afectan principalmente a la médula ósea, como es el caso de la mielofibrosis, no obstante, también puede ocurrir por alteraciones genéticas o estar relacionadas con el bazo.

La presencia de dacriocitos circulantes se conoce como diacrocitosis, la cual no origina síntomas y no tiene un tratamiento específico, y solo es identificada en el hemograma. Los síntomas que la persona puede presentar están relacionados con la enfermedad que padece y que conlleva a la alteración estructural de los glóbulos rojos, siendo importante la evaluación por parte del médico general o el hematólogo.

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Principales síntomas

La aparición de los dacriocitos no ocasionan ningún signo o síntoma, siendo identificado únicamente en el hemograma al momento que se realiza el análisis en el portaobjetos, observándose que los glóbulos rojos presentan una forma diferente a la normal, indicándose en el reporte clínico.

La presentación de los dacriocitos está, en la mayoría de los casos, relacionada con alteraciones en la médula ósea, que es la responsable por la producción de las células de la sangre.

Causas de los dacriocitos

Las principales causas de la dacriocitosis son:

1. Mielofibrosis

La mielofibrosis es una enfermedad caracterizada por alteraciones neoplásicas de la médula ósea, que hacen que las células madres estimulen la producción de colágeno en exceso, originando la formación de fibrosis en la médula, que interfiere con la producción de las células de la sangre. Así, debido a cambios en la médula ósea, se puede confirmar dacriocitos circulantes, asimismo, también puede haber aumento del bazo y signos y síntomas de anemia.

El diagnóstico inicial de la mielofibrosis se realiza mediante un hemograma, y a partir de la identificación de alteraciones, se puede solicitar la realización del test molecular para identificar la mutación JAK 2 V617F, biopsia de la médula ósea y mielograma, para verificar como está la producción de células sanguíneas. Conozca cómo se realiza el aspirado de médula ósea.

Qué hacer: el médico debe indicar el tratamiento para la mielofibrosis de acuerdo con los signos y síntomas presentados por la persona y el estado de la médula ósea. La mayoría de las veces, el médico puede indicar el uso de medicamentos inhibidores de la JAK 2, evitando el progreso de la enfermedad y alivio de los síntomas, sin embargo, en otras situaciones, se puede recomendar el trasplante de células madres.

2. Talasemia

La talasemia es una enfermedad hematológica, que se caracteriza por cambios genéticos que llevan a defectos en el proceso de síntesis de la hemoglobina, que puede interferir en la forma de los glóbulos rojos, ya que es un componente de estas células, pudiendo ser observada la presencia de dacriocitos.

Además, como consecuencia de alteraciones en la formación de hemoglobina, el transporte de oxigeno para los órganos y tejidos del cuerpo se ve afectado, dando lugar a la aparición de signos y síntomas como cansancio excesivo, irritabilidad, disminución del sistema inmunitario y falta de apetito, por ejemplo.
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Qué hacer: es importante que el médico identifique cuál es el tipo de talasemia que la persona posee, para indicar el tratamiento más adecuado, siendo por lo general, indicado el suplemento de hierro y transfusiones sanguíneas. Conozca cómo se realiza el tratamiento de la talasemia.

3. Anemia hemolítica

En la anemia hemolítica hay destrucción de los glóbulos rojos por el propio sistema inmunitario, lo que hace que la médula ósea produzca más células sanguíneas y las libere a la circulación, pudiéndose encontrar glóbulos rojos con alteraciones estructurales, incluyendo dacriocitos y glóbulos rojos inmaduros, que son conocidos como reticulocitos. Conozca más sobre los síntomas de la anemia hemolítica. 

Qué hace: la anemia hemolítica no siempre tiene cura, no obstante, puede ser controlada con el uso de medicamentos que deben ser recomendados por el médico, como corticosteroides e inmunosupresores, por ejemplo, para regular el sistema inmunitario. En los casos más graves, puede estar indicado la extirpación del bazo, porque el bazo es el órgano donde se produce la destrucción de los glóbulos rojos. Así, con la extirpación de este órgano, es posible disminuir la tasa de destrucción de los glóbulos rojos y favorecer su permanencia en el torrente sanguíneo.

4. Personas esplenectomizadas

Las personas esplenectomizadas son aquellas que necesitan someterse a una cirugía para extirpar el bazo y de esta manera, además de no haber la destrucción de los glóbulos rojos más viejos, tampoco hay la producción de nuevos glóbulos rojos, ya que también es una de sus funciones. Esto podría originar una cierta "sobrecarga" en la médula ósea, para que la cantidad de glóbulos rojos producidos sean los suficientes para el buen funcionamiento del organismo, lo que puede dar como resultado la aparición de dacriocitos.

Qué hacer: en estos casos es importante que se realice un seguimiento médico, con el objetivo de verificar como es la respuesta del organismo en la ausencia de este órgano. Conozca cuándo está indicada la extirpación del bazo.