Esplenectomía: qué es, cómo se realiza y cómo es la recuperación

Actualizado en diciembre 2019

La esplenectomía es el nombre que se le da a la cirugía donde se extirpa total o parcialmente el bazo, este órgano se encuentra en el lado superior izquierdo del abdomen y es el responsable de producir, almacenar y eliminar algunas sustancias de la sangre, producir anticuerpos, mantener el equilibrio del organismo y evitar infecciones.

Esta cirugía suele indicarse en caso de enfermedades en la sangre o cuando hay enfermedades en el bazo como cáncer, la esplenectomía suele ser realizada por laparoscopia a través de unos pequeños orificios en el abdomen.

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Cómo prepararse para la cirugía

Antes de la cirugía el médico indica la realización de un examen de sangre y una ecografía abdominal o una tomografía, con el objetivo de evaluar el estado general de la persona y la presencia de otras alteraciones, como cálculos en la vesícula, por ejemplo. Además de esto, puede recomendarse la colocación de vacunas y antibióticos semanas antes del procedimiento, para reducir el riesgo de infecciones.

Cuándo se indica la esplenectomía

La extirpación del bazo puede ser indicada por el médico en las situaciones que se mencionan a continuación:

  • Cáncer en el bazo;

  • Trauma abdominal que haya afectado el bazo;

  • Ruptura espontánea del bazo, en caso de leucemia, principalmente;

  • Esferocitosis;

  • Anemia falciforme;

  • Púrpura trombocitopénica idiopática;

  • Absceso esplénico;

  • Anemia hemolítica congénita;

  • Estadificación del linfoma de Hodgkin;

El bazo puede ser removido parcialmente o totalmente, esto dependerá del daño y del criterio del médico.

Cómo se realiza la cirugía

En la mayoría de los casos, la cirugía se realiza por laparoscopia, esta es una técnica que consiste en la realización de 3 pequeños huequitos en el abdomen, por donde se introducen una pequeña cámara de vídeo y los instrumentos quirúrgicos especiales que permiten retirar el bazo. Esta operación se realiza bajo anestesia general y en promedio demora 3 horas aproximadamente, si todo sale como es esperado la persona se mantiene hospitalizada durante un período que varía entre 2 a 5 días.

Esta técnica quirúrgica es un procedimiento seguro, menos invasivo y doloroso y la cicatriz que deja es pequeña. Su recuperación suele ser rápida, pudiendo volver a las actividades diarias en un período de tiempo más corto. En algunos casos podrían surgir algunas complicaciones como: hematomas, sangrado, derrame pleural o infecciones.

Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario la realización de una cirugía abierta con un corte mayor, esto dependerá de la condición clínica del individuo y del criterio médico en sí.

Cuidados que debe tener al retirar el bazo

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Después de la extirpación del bazo, la capacidad del organismo para combatir infecciones disminuye, esto debido a que este órgano es el centro del sistema inmune y forma parte del sistema linfático. Por este motivo ante esta situación, otros órganos como el hígado, aumentan su capacidad de producir anticuerpos para proteger al organismo. De esta manera el organismo suele estar más propenso a desarrollar infecciones y septicemias causadas por neumococos, meningococos y la influenza, y por esto debe:

  • Colocarse las vacunas polivalente contra el neumococo y la vacuna conjugada para H. influenza tipo B y meningococo tipo C, 2 semanas antes y 2 semanas después de la cirugía;

  • Colocarse la vacuna contra el neumococo cada 5 años (o en intervalos menores en caso de anemia falciforme o enfermedades linfoproliferativas);

  • Tomar antibióticos en pequeñas dosis de por vida o penicilina benzatina cada 3 semanas.

Además, es importante mantener una alimentación saludable, evitar alimentos con alto contenido de azúcar y grasa, realizar actividad física regularmente, evitar los cambios bruscos de temperatura para prevenir un resfriado o gripe, y no tomar medicamentos sin indicación médica.