Culebrilla: qué es, causas, síntomas y tratamiento

Actualizado en julio 2023

La culebrilla es una enfermedad de la piel, causada por el virus de varicela zoster, el cual puede surgir en personas que ya tuvieron varicela en algún momento de la vida y puede afectar cualquier parte del cuerpo, especialmente el tórax o la espalda, llevando al surgimiento de síntomas como fiebre, formación de ampollas en la piel, dolor o sensación de ardor en la piel. 

Esto ocurre porque, luego de la varicela, el virus puede permanecer en el cuerpo sin causar síntomas, activándose solo cuando se encuentra debilitado el sistema inmunitario, como en el caso de infecciones, uso de medicamentos inmunosupresores o tratamiento con quimioterapia, por ejemplo. 

Ante la presencia de síntomas indicativos de culebrilla, conocido científicamente como herpes zoster, es recomendado consulta a un médico o dermatólogo para que sea realizado un diagnóstico e iniciado el tratamiento más adecuado. 

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Principales síntomas

Los principales síntomas del herpes son:

  • Ampollas rojas en la piel, agrupadas en bandas y solo en un lado del cuerpo;
  • Ampollas con contenido de líquido, que se pueden romper formando úlceras o costras;
  • Hormigueo y comezón en la zona donde surgen las ampollas;
  • Enrojecimiento e hinchazón de la piel;
  • Dolor debido a la inflamación de los nervios afectados por el virus;
  • Formación de pequeñas lesiones en la piel, después de que las ampollas se secan. 

Además de eso, cerca de 48 horas antes de que se presenten las ampollas en la piel, algunos síntomas comunes de la culebrilla son malestar generalizado, fiebre, aumento de la sensibilidad de la piel, dolor de cabeza o aumento de la sensibilidad a la luz.

Las ampollas de la culebrilla son más comunes de que surjan en el tórax, nuca, región lumbar o en la cara, en la región del nervio trigémio, y cuando se rompen liberan un líquido transparente, aumentando también el riesgo de haber infecciones bacterianas como consecuencia.

Generalmente, las ampollas duran en promedio 10 días, pero en algunos casos pueden durar hasta 21 días, siendo importante consultar al médico para que sea posible iniciar el tratamiento más adecuado. Conozca otras 7 enfermedades que pueden causar manchas rojas en la piel.  

¿La culebrilla es contagiosa?

No es posible contagiarse de culebrilla cuando la persona ya sufrió de varicela anteriormente. Sin embargo, en el caso de que la persona nunca haya tenido varicela, el virus puede ser transmitido de alguien infectado a través del contacto directo con las secreciones de las heridas, gotas de saliva, tos o estornudos. En estos casos, después de sufrir una crisis de varicela, es posible tener culebrilla. Sepa más qué es la varicela y cómo se transmite.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la culebrilla es realizado por el dermatólogo o médico general, a través de la evaluación de los síntomas, antecedentes de salud, incluyendo antecedentes de varicela en la infancia y de vacunas, además de la observación de las lesiones.

Asimismo, el médico puede solicitar exámenes de sangre, como anticuerpos IgM, que pueden ser detectado durante la infección activa del virus, lo que ayuda a descartar otras condiciones que pueden tener síntomas semejantes, como herpes simples, impétigo, ectima, erisipela, dermatitis de contacto, dermatitis herpetiforme o picaduras de insectos, por ejemplo.

Otros exámenes que el médico puede llegar a solicitar es el test RT-PCR del líquido que se encuentra en las ampollas, fluidos de la córnea o de la sangre, en el caso de tener una infección afectando el ojo o se encuentre extendida por el cuerpo.

Causas de la culebrilla

Después de la crisis de varicela, que normalmente surge en la infancia, el virus de la enfermedad permanece dormido dentro del cuerpo, cerca de un nervio, sin causar síntomas.

Sin embargo, en algunas personas este virus puede volver a activarse, especialmente cuando el sistema inmune está débil. En estos casos, se desarrolla un caso de culebrilla, en vez de varicela, ya que en la mayoría de las personas no es posible tener varicela más que una vez en la vida. 

Algunos factores pueden contribuir al desarrollo de la culebrilla:

  • Edad, siendo más común después de los 50 años;
  • Estrés emocional;
  • Uso de medicamentos corticoides por un periodo largo;
  • Uso de medicamentos inmunosupresores;
  • Infección de HIV;
  • Exposición al virus de la varicela zoster;
  • Cáncer;
  • Quimioterapia;
  • Radioterapia.

Aunque sea raro, la culebrilla puede surgir en niños o en bebés, cuando ya tuvieron un caso de varicela, pero que se presentó muy leve, con pocos síntomas, por ejemplo.

Cómo se hace el tratamiento

El tratamiento para la culebrilla debe ser orientado por el médico o dermatólogo, que normalmente es realizado con un antiviral durante 5 a 10 días, como el aciclovir, famciclovir o valaciclovir.

Además de esto, también se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios como ibuprofeno, pomadas o loción de capsaicina, cremas corticoides, como betametasona o fludroxicortida o pomada de lidocaína, que ayudan a aliviar el dolor y la irritación de la piel.

En algunos casos de dolor intenso o dolor neuropático, el médico también puede recomendar el uso de anticonvulsivos, como la gabapentina, o antidepresivos, como la amitriptilina, por ejemplo. Vea para qué sirve la amitriptilina y en qué dosis tomar

Remedio casero

Durante el tratamiento, todavía es posible utilizar algunos remedios caseros para acelerar la recuperación, aunque no sustituyan el tratamiento indicado por el médico. Una opción es el té de hierba mora, para prepararlo siga las instrucciones a continuación: 

Ingredientes

  • 1 cda de las hojas picadas de hierba mora;
  • 1 taza de agua.

Modo de preparación

Colocar los ingredientes en una olla y dejar hervir durante 10 minutos. Dejar enfriar y aplicar el té directamente sobre las ampollas 1 a 2 veces por día con una gasa u algodón. También las propias hojas hervidas pueden ser utilizadas como una cataplasma y ser colocadas directamente sobre las ampollas durante 5 a 10 minutos.

Vea cómo preparar otros remedios caseros que también ayudan a cicatrizar y aliviar el malestar causado por el herpes. 

Posibles complicaciones 

Algunas complicaciones de la culebrilla que pueden surgir son:

  • Neuralgia posherpética;
  • Inflamación de la córnea o pérdida de la visión;
  • Inflamación cerebro (encefalitis);
  • Parálisis facial;
  • Problemas de audición;
  • Pérdida de equilibrio.

Además de eso, también pueden surgir infecciones bacterianas en la zona de las ampollas de la piel, especialmente cuando no son tratadas adecuadamente.