Cirugía para el reflujo gastroesofágico: cómo se realiza y recuperación

Actualizado en abril 2024

La cirugía para el reflujo gastroesofágico está indicada cuando el tratamiento con medicamentos y las modificaciones en la alimentación no traen beneficios, por lo que comienzan a surgir complicaciones como úlceras o el desarrollo de esófago de Barrett, por ejemplo. 

La cirugía para el reflujo puede ser realizada utilizando distintas técnicas, siendo la más común la funduplicatura de Nissen por laparoscopia, donde el médico crea una válvula antirreflujo, al envolver la parte superior del estómago alrededor del esófago, lo que ayuda a evitar que el ácido estomacal suba hacia el esófago. 

Esta cirugía es realizada bajo anestesia general y por medio de pequeños cortes en el abdomen, y la recuperación total demora alrededor de 2 meses, siendo necesario en las primeras semanas alimentarse solo con líquidos, lo que puede ocasionar una leve pérdida de peso. 

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Cuándo está indicada

La cirugía para reflujo gastroesofágico está indicada en las siguientes situaciones:

  • Falla en el tratamiento médico con medicamentos y en los cuidados en la alimentación;
  • Dependencia del uso de medicamentos para el control de los síntomas de reflujo;
  • Dificultad para seguir el tratamiento con medicamentos o surgimiento de efectos secundarios a dichos medicamentos;
  • Complicaciones como úlceras esofágicas, esofagitis grave o esófago de Barrett;
  • Episodios repetidos de neumonía por aspiración del ácido del estómago;
  • Asma relacionada con reflujo gastroesofágico. 

Asimismo, la indicación para realizar la cirugía también depende del tiempo que la persona lleva con reflujo, la intensidad y la frecuencia de los síntomas y la disposición que tiene la persona para llevar a cabo la cirugía para resolver la condición. Vea cuáles son las opciones de tratamiento para el reflujo, antes de la cirugía

Cómo prepararse para la cirugía

Para prepararse para la cirugía de reflujo gastroesofágico, se recomienda hacer ayuno absoluto durante 8 horas aproximadamente, iniciándolo en la media noche anterior a la cirugía. No obstante, se debe tomar los medicamentos de uso habitual, normalmente con un poco de agua, y el antibiótico recetado por el médico.

Antes de realizar la cirugía, el médico debe solicitar análisis de sangre y exámenes de riesgo quirúrgico, para evaluar el estado de salud general. Conozca cuáles exámenes deben ser llevados a cabo para evaluar el riesgo quirúrgico

Asimismo, para prepararse para la cirugía de reflujo, es importante aclarar con el médico todas las dudas sobre la cirugía y la recuperación, además de comunicarle cuáles medicamentos, vitaminas y suplementos nutricionales toma con frecuencia. Se debe informar también si la persona tiene alguna alergia u otro problema de salud. 

En ciertos casos, el médico puede recomendar interrumpir el tratamiento con anticoagulantes algunos días antes de la cirugía, para evitar sangrados. 

También se recomienda no fumar durante al menos 4 a 6 semanas antes de la cirugía, ni consumir bebidas alcohólicas antes del procedimiento quirúrgico. 

Cómo se realiza la cirugía

La cirugía para reflujo es realizada en el hospital por un cirujano del aparato digestivo, bajo anestesia general. Por esta razón, antes de iniciar el acto quirúrgico es administrado suero fisiológico vía intravenosa, por el enfermero, para que el anestesista aplique la anestesia general y también para hidratar y administrar medicamentos. 

Normalmente, la cirugía es realizada por laparoscopia, en la cual son introducidos unos tubos finos a través de pequeños cortes en la piel. El médico logra observar el interior del cuerpo y llevar a cabo la cirugía por medio de una cámara colocada en la punta de uno de los tubos. Conozca cómo es realizada la laparoscopia

Durante la cirugía, el médico envuelve la parte superior del estómago alrededor del esófago, creando una válvula antirreflujo, lo que refuerza el esfínter esofágico con el objetivo de evitar que el ácido estomacal suba hasta el esófago. Asimismo, en caso de estar presente, el médico también puede corregir la hernia de hiato, que es una de las causas de reflujo gastroesofágico. 

Como es la recuperación

La recuperación de la cirugía para reflujo es rápida, con poco dolor y pocos riesgos de infección. De manera general, la persona recibe el alta 1 día después de la cirugía, pudiendo volver al trabajo después de 1 o 2 semanas. Sin embargo, para una recuperación más rápida se recomienda:

  • Evitar conducir durante al menos 10 días;
  • Evitar tener contacto íntimo en las 2 primeras semanas;
  • No levantar peso y retomar el ejercicio físico solo luego de 1 mes o después de la aprobación del médico;
  • Hacer pequeñas caminatas en casa a a lo largo del día, evitando permanecer sentado o acostado por mucho tiempo.

Además, se recomienda volver al hospital o acudir al centro de salud para tratar las heridas de la cirugía. En los primeros 2 días, es importante bañarse solo con una esponja para evitar mojar los parches, pues esto aumenta el riesgo de infección.

Durante la recuperación, el médico también puede recomendar el uso de antibióticos, antiinflamatorios o analgésicos, para reducir las molestias. 

Qué comer después de la cirugía

Debido al dolor y a la dificultad para tragar, se aconseja seguir el siguiente esquema de alimentación:

  • Alimentarse solo con líquidos durante la 1.ª semana, pudiendo extenderse hasta la 2.ª semana, de acuerdo con la tolerancia del paciente;
  • Tener una dieta pastosa a partir de la 2.ª o 3.ª semana, con la ingesta de alimentos bien cocidos, purés, carne molida, pescado y pollo desmenuzado;
  • Retomar poco a poco la alimentación normal, según la tolerancia y la aprobación del médico;
  • Evitar bebidas con gas durante los primeros meses, como refrescos y agua gasificada;
  • Evitar alimentos que producen gas en el intestino, como frijoles, repollo, huevo, guisantes, maíz, brócoli, cebolla, pepino, nabo, melón, sandía y aguacate;
  • Comer y beber lentamente, para evitar pesadez y dolor estomacal;
  • Masticar bien los alimentos y comer en pequeñas cantidades

La sensación de dolor y de estómago lleno puede generar pérdida de peso gracias a la reducción de la cantidad de alimentos ingeridos o a la dificultad para tragar, la cual mejora luego de algunas semanas. 

Asimismo, también es común tener hipo y exceso de gases, pudiendo ser necesario tomar medicamentos como simeticona, con la finalidad de reducir esos síntomas. Vea más detalles sobre la alimentación para reflujo

Posibles complicaciones

La cirugía para el reflujo es bastante segura, en especial cuando es laparoscópica; no obstante, pueden surgir las siguientes complicaciones:

  • Sangrado;
  • Trombosis en los miembros inferiores;
  • Embolia pulmonar;
  • Infección en la zona de la incisión;
  • Formación de hernia en la zona de la incisión;
  • Formación de cicatriz con queloides;
  • Perforación del estómago o del esófago;
  • Lesiones en los órganos cercanos al estómago, como el bazo o el hígado;
  • Neumotórax;
  • Reacciones alérgicas a la anestesia. 

Dependiendo de la gravedad, estas complicaciones pueden generar la necesidad de que la persona sea operada nuevamente mediante una cirugía convencional, que es llevada a cabo a través de un corte en el abdomen, en vez del procedimiento por laparoscopia. 

Signos de alerta para acudir al médico

Aparte de la consulta posquirúrgica, se debe buscar el médico si hay fiebre por encima de 38 °C, dolor intenso, enrojecimiento, sangre o pus en las heridas, náuseas y vómitos frecuentes, cansancio y falta de aire frecuente y/o dolor abdominal e hinchazón persistente. 

Estos síntomas pueden indicar complicaciones de la cirugía, razón por la cual se recomienda acudir a urgencias para tratar y prevenir mayores complicaciones. 

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