Ataxia: qué es, síntomas, tipos, causas y tratamiento

La ataxia es un grupo de trastornos neurológicos que causan síntomas como falta de coordinación en los movimientos de diferentes partes del cuerpo, pérdida del equilibrio, habla arrastrada, movimientos lentos de los ojos o dificultad para tragar.

Esta enfermedad puede ser causada por enfermedades neurodegenerativas, parálisis cerebral, infecciones, factores hereditarios, hemorragias cerebrales o malformaciones, y también puede aparecer por el uso excesivo de drogas o alcohol.

El tratamiento de la ataxia es realizado por un neurólogo y normalmente incluye el uso de medicamentos, fisioterapia, fonoaudiología o terapia ocupacional, para reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.

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Principales síntomas

Los principales síntomas de la ataxia son:

  • Falta de coordinación en los movimientos del cuerpo;
  • Pérdida de equilibrio, pudiendo provocar caídas frecuentes;
  • Dificultad para agarrar objetos y abotonar la ropa;
  • Movimientos irregulares de los ojos;
  • Dificultad para tragar y escribir;
  • Temblores excesivos;
  • Habla entrecortada o arrastrada.

En los casos de ataxia crónica pueden aparecer síntomas como infecciones recurrentes, problemas en la columna y enfermedades cardíacas debido a la degeneración neurológica.

Además, la ataxia y sus síntomas pueden aparecer a cualquier edad, ya que existen casos en los que la persona nace con esta condición.

Tipos de ataxia

Los principales tipos de ataxia son:

1. Ataxia de Friedreich

La ataxia de Friedreich es el tipo más común y es una enfermedad hereditaria, que aparece principalmente en la adolescencia y provoca deformidades en los pies y curvaturas en la columna vertebral.

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1. Ataxia cerebelosa

La ataxia cerebelosa es causada por daños o lesiones en el cerebelo, que es una estructura que se encuentra en el cráneo pegado al cerebro y es responsable del movimiento ocular, equilibrio corporal, habla y deglución.

Este tipo de ataxia puede ser provocado por hemorragia cerebral, tumores, infecciones o traumatismos, por ejemplo.

3. Ataxia telangiectasia

La ataxia telangiectasia también es un tipo hereditario y poco común que puede comenzar en la infancia y agravarse con el paso del tiempo.

Por lo general, la persona con este tipo de ataxia presenta un sistema inmunológico debilitado.

4. Ataxia espinocerebelosa

La ataxia espinocerebelosa es otro tipo de ataxia hereditaria, que en la mayoría de los casos aparece en la edad adulta y causa rigidez muscular, pérdida de memoria, incontinencia urinaria y pérdida progresiva de la visión.

5. ​Ataxia sensitiva o sensorial

La ataxia sensitiva o sensorial es provocada por lesiones en los nervios sensoriales, lo que hace que la persona no perciba la posición de sus piernas en relación con el cuerpo.

6. Ataxia idiopática

La ataxia idiopática se caracteriza por no tener una causa conocida y, en general, ocurre en personas mayores.

Posibles causas

Las principales causas de ataxia son:

  • Antecedentes familiares de ataxia;
  • Traumatismo craneoencefálico;
  • Tumor cerebral o ACV;
  • Consumo excesivo y frecuente de bebidas alcohólicas;
  • Exposición a sustancias tóxicas;
  • Radioterapia en el cerebro.

Además, la ataxia puede ser causada por deficiencia de vitamina B12, B1 o E, hipotiroidismo, infecciones, uso de antidepresivos o antiepilépticos, enfermedad de Machado Joseph, parálisis cerebral o esclerosis múltiple, por ejemplo.

La ataxia puede ocurrir debido a anormalidades en diferentes partes del sistema nervioso, como el cerebelo, la médula espinal, los nervios y las raíces nerviosas, afectando los movimientos, la visión, el habla, la deglución y el equilibrio.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la ataxia lo realiza el neurólogo mediante la evaluación de los síntomas, historial médico y un examen neurológico completo, para identificar problemas en los movimientos, la visión o el habla.

Además, el médico puede solicitar estudios de imagen o análisis de laboratorio para identificar la causa de la ataxia.

Exámenes para la ataxia

Los principales exámenes para diagnosticar la ataxia son:

  • Resonancia magnética o tomografía computarizada, para detectar lesiones o tumores cerebrales;
  • Análisis de sangre para evaluar deficiencias nutricionales, presencia de medicamentos o toxinas;
  • Examen de orina para verificar los niveles de mercurio;
  • Eletcromiografia, para evaluar la función de los nervios y músculos;
  • Pruebas genéticas, en casos de ataxias hereditarias.

Además, el médico puede solicitar una punción lumbar para verificar la presencia de infecciones. Vea cómo se realiza la punción lumbar.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la ataxia debe ser indicado por un neurólogo y depende del tipo y la gravedad de la enfermedad.

Los principales tratamientos para la ataxia son:

1. Uso de medicamentos

El uso de medicamentos para la ataxia puede ser indicado por el médico para ayudar a reducir los síntomas.

Los principales medicamentos para la ataxia son:

  • Relajantes musculares, como baclofeno y tizanidina, para espasmos o rigidez muscular;
  • Betabloqueadores, como propranolol, para reducir los temblores;
  • Anticonvulsivos, como pregabalina o gabapentina, para síntomas neuropáticos;
  • Adamantanos, como amantadina, para mejorar la función motora.

El tipo de medicamento varía según el tipo de ataxia y los síntomas, y siempre debe ser indicado por el neurólogo.

Además, el médico puede recetar otros medicamentos como antidepresivos, inmunosupresores, antibióticos, antivirales o suplementos vitamínicos, dependiendo de la causa de la ataxia.

2. Fisioterapia

Para el tratamiento de la ataxia también es importante que la persona realice ejercicios de fisioterapia para reducir los movimientos descoordinados del cuerpo y prevenir el debilitamiento o rigidez muscular.

La cantidad de sesiones de fisioterapia depende del grado de la enfermedad y debe ser determinada por el fisioterapeuta.

3. Terapia ocupacional

La terapia ocupacional para ataxia está indicada para ayudar a desarrollar la independencia personal, ayudando a la persona a adaptarse a la pérdida gradual de movimientos mediante la adquisición de nuevas habilidades para realizar sus actividades diarias.

Además, el terapeuta ocupacional puede orientar sobre el uso de dispositivos de apoyo, como cubiertos especiales, andador o silla de ruedas, por ejemplo.

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4. Fonoaudiología

La fonoaudiología para la ataxia está indicada para mejorar la capacidad del habla, además de las dificultades para comer o tragar, y debe ser orientada por un fonoaudiólogo.

5. Psicoterapia

La psicoterapia para la ataxia debe ser indicada por el médico y realizada por un psicólogo, utilizando psicoeducación para ayudar a la persona y su familia a comprender la enfermedad.

Además, la terapia cognitivo-conductual es una herramienta muy utilizada para ayudar a manejar las emociones y el impacto de la ataxia en la vida diaria, mejorando la calidad de vida.

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¿La ataxia tiene cura?

La ataxia tiene cura cuando es causada por infecciones o deficiencias nutricionales, por ejemplo, y se trata adecuadamente con orientación médica.

Sin embargo, cuando es causada por alteraciones genéticas, la ataxia no tiene cura, aunque puede ser controlada con el tratamiento indicado por el médico, para mejorar la calidad de vida de la persona.