Anemia sideroblástica: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La anemia sideroblástica es un trastorno en el que la médula ósea no logra utilizar el hierro correctamente para producir hemoglobina. En lugar de integrarse en la sangre, el hierro se acumula dentro de las células.

Esta condición puede ser hereditaria o aparecer a lo largo de la vida debido a medicamentos, alcohol o enfermedades de la sangre. Al no transportar suficiente oxígeno, provoca síntomas comunes de anemia como cansancio intenso, palidez, mareos y debilidad constante.

El tratamiento varía según la causa, comenzando habitualmente con suplementos de vitamina B6 para mejorar la producción de glóbulos rojos. En los casos más graves o crónicos, el especialista puede recurrir a transfusiones sanguíneas o indicar un trasplante de médula ósea.

Lea también: 8 tipos de anemia y tratamiento tuasaude.com/es/tipos-de-anemia
Imagem ilustrativa número 1

Principales síntomas

Los síntomas más frecuentes de la anemia sideroblástica incluyen:

  • Cansancio extremo y debilidad, sensación de fatiga constante que no desaparece al dormir o descansar.
  • Palidez, notándose especialmente en el rostro y en la parte interna de los párpados.
  • Dificultad para respirar, sensación de falta de aire al realizar actividades cotidianas, como caminar o subir escaleras.
  • Mareos y dolores de cabeza, los cuales son provocados por la disminución del oxigenación en el cerebro.
  • Palpitaciones o taquicardia, por lo que el corazón late más rápido de lo normal intentando bombear más sangre al cuerpo.
  • Dolor abdominal, que puede estar acompañado de malestar o hinchazón debido al agrandamiento del hígado o del bazo.
  • Cambios en el color de la piel, principalmente en casos avanzados, en el que la piel puede tomar un tono bronceado o grisáceo por el depósito de hierro.

Los síntomas de la anemia sideroblástica suelen aparecer de forma gradual. Es importante destacar que, a diferencia de otras anemias donde falta hierro, en este tipo el hierro sobra y se acumula.

Si no se controla a tiempo, este exceso puede dañar órganos vitales como el corazón, el hígado y el páncreas, llegando a provocar complicaciones como diabetes o insuficiencia cardíaca. Ante la persistencia de estos signos, la consulta médica es indispensable.

Test online de anemia

Para conocer el riesgo de tener anemia, seleccione a continuación los síntomas que pueda estar presentando:

  1. 1. Falta de energía y cansancio excesivo
  2. 2. Piel pálida
  3. 3. Falta de disposición y baja productividad
  4. 4. Dolor de cabeza constante
  5. 5. Irritabilidad fácil
  6. 6. Ganas inexplicables de comer algo extraño como ladrillo o barro
  7. 7. Pérdida de memoria o dificultad para concentrarse

Este test de síntomas es solo una herramienta de orientación, no sirve como diagnóstico ni sustituye la consulta con el médico.

Cómo se confirma el diagnóstico

El diagnóstico de la anemia sideroblástica es llevado a cabo por un hematólogo o médico general el cual, además de evaluar los signos y síntomas que la persona presenta, indica un análisis de sangre completo, que incluya hierro, ferritina y saturación de transferrina, donde se observa anemia acompañada de niveles normales o altos de hierro.

Además, durante el análisis también son observados al microscopio los glóbulos rojos, para identificar el color (suelen ser glóbulos rojos pálidos)  y la forma, que en estos casos suele ser anormal.

Para confirmar la enfermedad, el médico puede indicar un aspirado de médula ósea. En esta prueba, se tiñe la muestra para identificar los "sideroblastos en anillo", que son células con depósitos de hierro acumulados alrededor del núcleo.

Asimismo, también podrán solicitarse estudios genéticos para determinar si la causa es hereditaria o adquirida.

Posibles causas

La causa principal de la anemia sideroblástica es un fallo en la utilización del hierro dentro de la médula ósea para fabricar hemoglobina.

El hierro no logra integrarse en los glóbulos rojos y se acumula de forma anormal dentro de las células, formando unos anillos característicos. Este trastorno puede originarse por defectos genéticos o desarrollarse por factores externos y otras enfermedades.

Factores causantes

Los factores que provocan esta condición se clasifican en:

  • Alteraciones genéticas: ocurren por defectos hereditarios en genes como el ALAS2. Afecta principalmente a hombres desde el nacimiento, mientras que las mujeres suelen ser portadoras sin síntomas graves.
  • Medicamentos: el uso prolongado de ciertos fármacos, para el tratamiento dela tuberculosis (isoniazida, cicloserina) y algunos antibióticos (cloranfenicol, linezolid), puede interferir con el metabolismo de la vitamina B6. 
  • Consumo de alcohol: la ingesta excesiva y crónica de alcohol daña la médula ósea y bloquea la producción de sangre sana. Es una de las causas más frecuentes y reversibles de esta anemia.
  • Déficit de cobre: la falta de cobre impide que el hierro se mueva correctamente en el cuerpo. Esto puede deberse a mala absorción intestinal, cirugía bariátrica o al consumo excesivo de suplementos de zinc.
  • Intoxicación por plomo: la exposición a este metal pesado, conocida como saturnismo, interrumpe la formación de hemoglobina. Suele ocurrir por contacto laboral o ambiental con materiales contaminados.
  • Síndromes mielodisplásicos: en adultos mayores, esta anemia suele asociarse a un tipo de cáncer de la sangre. Se relaciona con mutaciones adquiridas durante la vida, como la del gen SF3B1.

Es fundamental identificar el origen exacto del problema, ya que el tratamiento varía significativamente según la causa.

Mientras que las formas genéticas requieren manejo de por vida, las causas adquiridas por medicamentos, alcohol o deficiencias nutricionales pueden corregirse al eliminar el factor causante o suplementar el nutriente faltante.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la anemia sideroblástica no es igual para todos las personas, ya que depende directamente de la causa que origina la enfermedad. El objetivo principal es elevar los niveles de hemoglobina en la sangre y, al mismo tiempo, evitar que el exceso de hierro dañe órganos vitales.

Es fundamental que el tratamiento sea supervisado por un hematólogo, quien ajustará las dosis y los métodos según la evolución de cada persona. La automedicación con hierro está totalmente contraindicada, ya que empeoraría el cuadro clínico.

Las estrategias médicas que suelen ser indicadas incluyen:

1. Suplementación con vitamina B6 (Piridoxina)

La suplementación de vitamina B6 es el primer paso en los casos hereditarios. Muchas personas responden favorablemente a dosis altas de esta vitamina, lo que permite corregir la anemia de forma parcial o total.

2. Eliminación de la causa externa

Si la anemia sideroblástica es adquirida, suele mejorar al suspender el consumo de alcohol o retirar los medicamentos específicos que puedan estar implicados en este tipo de anemia.

En caso de deficiencia de cobre, se recetan los suplementos minerales necesarios.

3. Transfusiones y medicamentos estimulantes

En casos donde la anemia es severa o no responde a las vitaminas, pueden ser necesarias transfusiones de sangre periódicas.

También se utilizan fármacos modernos, como el luspatercept, que ayudan a los glóbulos rojos a madurar, indicado en ciertos tipos de anemia sideroblástica (especialmente las asociadas a síndromes mielodisplásicos).

4. Control del hierro acumulado

Dado que el cuerpo tiende a acumular hierro peligrosamente, el médico suele recetar medicamentos llamados quelantes de hierro. Estos ayudan a eliminar el metal sobrante del organismo y protegen el hígado y el corazón.

5. Trasplante de médula ósea

El trasplante de la médula ósea es la única opción con capacidad curativa definitiva. Los médicos suelen reservarla para niños o jóvenes con formas graves que no responden a las vitaminas, o para personas con alto riesgo de complicaciones mayores.

Lea también: Trasplante de médula ósea: qué es, indicaciones y riesgos tuasaude.com/es/trasplante-de-medula-osea