La verbena es una planta medicinal que sirve para ayudar en el tratamiento de la sinusitis, ansiedad, depresión y problemas cardíacos, por ejemplo, debido a que es rica en verbenalina, verbenosidos, ácidos fenólicos, flavonoides y óleo esencial, con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, analgésicas, sedantes y neuroprotectoras.
La parte normalmente utilizada de la verbena, también conocida como hierba sagrada, son las flores y las hojas, donde son extraídas las sustancias con propiedades curativas utilizadas en la forma de té, cataplasma, para hacer inhalaciones o aromaterapia, por ejemplo.
La verbena, cuyo nombre científico es Verbena officinalis, puede ser comprada en tiendas de productos naturales, y debe ser usada bajo orientación de un médico u otro profesional especialista en plantas medicinales.
Para qué sirve
La verbena es popularmente indicada para:
- Enfermedades del tracto respiratorio, como resfriado, asma, bronquitis, sinusitis, faringitis y tos ferina;
- Alteraciones psicológicas, como ansiedad, estrese y depresión;
- Alteraciones del sistema urinario, como piedra en los riñones e infección urinaria;
- Enfermedades reumatológicas, como artritis, gota y reumatismo;
- Problemas del corazón, como dolor en el pecho, angina o retención de líquidos, causada por la insuficiencia cardíaca;
- Alteraciones neurológicas, como enfermedad de Alzheimer;
- Lesiones en la piel, como quemaduras, heridas y abscesos.
Además, la verbena puede estar indicada para ayudar a tratar el dolor de garganta, la gingivitis, la conjuntivitis, la ictericia, los dolores menstruales, la inflamación de la vesícula biliar y para aumentar la producción de leche materna.
Aunque tiene muchos beneficios, la verbena no debe reemplazar el tratamiento médico ni utilizarse sin la orientación de un médico o profesional de la salud con experiencia en el uso de plantas medicinales.
Cómo usar
Las partes usadas de la verbena son sus hojas, flores y el aceite esencial, que generalmente sirven para preparar té, cataplasma, hacer inhalaciones o aromaterapia.
1. Té de verbena
El té de verbena ayuda a reducir la inflamación, la retención de líquidos, problemas gastrointestinales o aliviar el insomnio.
Ingredientes
- 15 a 20 g de hojas de verbena;
- 1 litro de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Hervir el agua, apagar el fuego y agregar las hojas de verbena. Tapar y dejar reposar cerca de 5 a 10 minutos. Colar, dejar enfriar y beber 1 taza, de 2 a 4 veces al día.
2. Cataplasma de verbena
La cataplasma de verbena debe ser usada solamente sobre la piel, en los casos de rinitis, gota, reumatismo o moretones, por ejemplo.
Ingredientes
- 40 a 50 g de hojas y flores de verbena.
Modo de preparación:
Cocinar y dorar las hojas y las flores de verbena, después dejar enfriar, colocar la solución sobre compresas limpias y secas, como gasa o algodón, por ejemplo, y aplicar sobre las zonas doloridas.
3. Enjuague bucal con verbena
El enjuague bucal o gárgaras con verbena pueden ser realizadas en casos de inflamaciones en las encías, como gingivitis, o dolor de garganta, por ejemplo,
Ingredientes:
- 40 a 50 g de flores y hojas de verbena;
- 1 litro de agua.
Modo de preparación:
Colocar las hojas y flores de la verbena y el agua hervir. Luego, dejar enfriar, colar y hacer gárgaras o enjuagar la boca con la solución, 2 a 3 veces por día.
4. Inhalación con vapor de verbena
La inhalación con verbena puede ser utilizada para aliviar los síntomas de la gripe, resfriado, tos y bronquitis.
Ingredientes
- 3 gotas de aceite esencial de verbena;
- 1 litro de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Colocar el agua hirviendo en una cacerola y adicionar las gotas del aceite esencial de verbena. Después, acercar la cabeza a la cacerola, inhalando el vapor de verbena con cuidado de no quemar el rostro. Es importante respirar el vapor lo más profundo posible, hasta 3 a 4 minutos, repitiendo el proceso 2 a 3 veces al día.
5. Aromaterapia con verbena
La aromaterapia con verbena es una técnica que utiliza el aroma y las partículas liberadas por el aceite esencial de verbena para estimular diferentes partes del cerebro, ayudando a aliviar los síntomas de ansiedad, tensión emocional o depresión, pues tiene propiedades calmantes.
Ingredientes:
- 5 a 8 gotas de aceite esencial de verbena;
- Aromatizador eléctrico o difusor de ambiente.
Modo de preparación:
Colocar las gotas del aceite esencial de verbena con agua en el interior de un aromatizador eléctrico o en un difusor de ambiente. La cantidad de agua utilizada varía de acuerdo con la capacidad del aromatizador eléctrico o el difusor de ambiente. La nube de humo o el vapor formado, permite liberar el aroma en el ambiente.
Una solución más económica al uso del aromatizador, consiste en colocar las gotas del aceite esencial de verbena en una taza de agua hirviendo, por ejemplo, pues a medida que el agua se va evaporando, el aroma es liberado por el aire. Vea otras maneras de utilizar la aromaterapia.
6. Solución oftalmológica de verbena
La solución oftalmológica de verbena puede ser utilizada para los ojos en el caso de conjuntivitis
Ingredientes:
- 2 g de hojas de verbena;
- 200 ml de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Adicionar las hojas de verbena en el agua hirviendo y dejar reposar durante 15 minutos. Colar y dejar enfriar naturalmente o colocar la solución de verbena durante 10 a 20 minutos en la heladera. Humedecer en una gasa estéril y aplicar sobre el ojo cerrado durante 15 a 30 minutos.
Posibles efectos secundarios
La verbena generalmente es bien tolerada cuando es utilizada en las cantidades recomendadas. Sin embargo, el té de verbena, consumido en grandes cantidades, puede causar efectos secundarios como vómitos o hipotiroidismo.
Contraindicaciones
La verbena no debe ser utilizada durante el embarazo. Sepa cuáles son los tés que pueden usarse en el embarazo.
Además de eso, aunque la verbena tiene propiedades que ayudan a aumentar la producción de leche durante la lactancia, se desconocen los efectos que pueden llegar a producir en el bebé, ya que puede llegar a pasar a través de la leche materna. Por eso, en estos casos, esta planta debe ser únicamente indicada bajo autorización del médico.
