Transferrina baja: 7 causas (y qué hacer)

Actualizado en abril 2024

La transferrina baja es una condición que puede ser causada por inflamaciones, desnutrición, problemas en los riñones o en el hígado y anemia crónica, por ejemplo, y puede estar acompañada de síntomas como dolor de cabeza, pérdida de peso, cansancio y piel y ojos amarillentos.

La transferrina es una proteína producida principalmente por el hígado, cuya función es transportar el hierro a la médula ósea, el bazo, el hígado y los músculos, manteniendo el buen funcionamiento del organismo. Conozca mejor qué es y para qué sirve la transferrina.

El tratamiento de la transferrina baja debe ser llevado a cabo por el médico y varía según la causa de esta condición, pudiendo ser indicado el uso de medicamentos antibióticos, vasopresores, diuréticos, suplementos de hierro y, en ciertos casos, transfusión de sangre o trasplante de médula.

Persona evaluando tubos de ensayo

7 principales causas

Las principales causas de transferrina baja incluyen:

1. Infecciones e inflamaciones

La transferrina baja puede surgir en algunas infecciones e inflamaciones, como sepsis, trauma y quemaduras graves, pues estas situaciones provocan la pérdida de proteínas del organismo, incluyendo la transferrina.

Qué hacer: el tratamiento es realizado por el médico según la causa de la infección e inflamación, e incluye antibióticos vía oral o intravenosa, medicamentos vasopresores como noradrenalina y dopamina, suero en la vena, pomadas cicatrizantes o antibióticas, curas o incluso diálisis.

2. Anemia sideroblástica

La anemia sideroblástica es una enfermedad poco común que altera la forma de uso del hierro durante la producción de glóbulos rojos, siendo que los valores de hierro pueden estar dentro del rango normal o elevados en la sangre.

Esta condición puede ser hereditaria o incluso puede ser causada por situaciones como síndrome mielodisplásico, anemia refractaria, deficiencia de cobre, toxicidad por plomo, enfermedad neoplásica crónica o uso de medicamentos como antibióticos, hormonas, agentes quelantes de cobre y quimioterapia.

Qué hacer: el tratamiento debe ser realizado de acuerdo con la indicación del médico y la causa y la gravedad de la anemia, pudiendo ser recomendado el uso de suplemento de vitamina B6 y ácido fólico, transfusión de sangre y reducción del consumo de bebidas alcohólicas.

En los casos más graves, cuando la anemia es causada por alteraciones en el funcionamiento de la médula ósea, el médico puede indicar la realización de un trasplante de médula.

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3. Desnutrición

La desnutrición es causada por la falta de proteína y energía en la dieta, y es una condición que puede afectar la formación de transferrina, lo que puede disminuir sus niveles en el organismo.

Qué hacer: el tratamiento debe ser realizado inicialmente en el hospital, manteniendo a la persona abrigada y administrando una solución isotónica vía intravenosa. El uso de antibióticos también puede indicarse en casos de infección.

La alimentación debe ser indicada por el nutricionista mediante el uso de fórmulas nutricionales vía oral o con sondas y de manera gradual, para evitar el síndrome de realimentación, una complicación que puede causar arritmia y muerte súbita. Descubra más sobre el tratamiento de la desnutrición.

4. Problemas renales

Los problemas renales como nefrosis, síndrome nefrótico, insuficiencia renal, nefropatía y glomerulonefritis, por ejemplo, aumentan la excreción de proteínas en la orina, disminuyendo los niveles de transferrina del organismo.

Qué hacer: el tratamiento es realizado por el médico según la causa a tratar, y puede incluir el uso de medicamentos para la presión alta, como captopril; diuréticos, como furosemida y espironolactona; y medicamentos para reducir la acción del sistema inmunitario, como corticosteroides.

En ciertos casos, el médico puede solo recomendar el seguimiento regular y los cambios de hábitos de alimentación, como reducción de la ingesta de alimentos ricos en proteínas, sodio y potasio. En los casos más graves, el médico puede indicar la realización de diálisis o de trasplante de riñones.

5. Enfermedades hepáticas

La transferrina baja puede ser causada por enfermedades hepáticas como esteatosis hepática, hepatitis y cirrosis, por ejemplo. Eso debido a que el hígado es el principal órgano que produce la transferrina.

Qué hacer: de acuerdo con la causa de la transferrina baja, el tratamiento puede ser llevado a cabo mediante el uso de medicamentos como corticosteroides o inmunosupresores, interferón, ribavirina y entecavir, que deben ser prescritos por el médico.

Asimismo, también puede recomendarse hacer alteraciones en la dieta, practicar ejercicios físicos de manera regular, perder peso y eliminar el consumo de alcohol.

6. Atransferrinemia

La transferrina baja es común en la atransferrinemia, una enfermedad genética muy rara que es causada principalmente por mutaciones en el gen de la transferrina, lo que da como resultado la acumulación del exceso de hierro en varios órganos del cuerpo.

Qué hacer: el tratamiento incluye infusiones de plasma o de una fórmula purificada de transferrina, con el objetivo de reducir los signos y síntomas. Además, el trasplante de hígado teoricamente podría estar indicado por el médico para ayudar a curar esta condición.

7. Anemia crónica

La transferrina baja puede estar presente en la anemia crónica, un tipo de anemia que normalmente ocurre en personas hospitalizadas y que poseen enfermedades infecciosas crónicas, inflamaciones o neoplasias, por ejemplo.

Qué hacer: el tratamiento es llevado a cabo según la causa de este tipo de anemia. No obstante, en casos graves, el médico puede indicar la transfusión de sangre, el uso de suplementos de hierro o la administración de eritropoyetina, que es la hormona responsable por la estimulación de la producción de glóbulos rojos.

Síntomas de transferrina baja

Algunos de los posibles síntomas de transferrina baja incluyen:

  • Dolor de cabeza;
  • Piel y ojos amarillentos;
  • Náuseas y vómitos;
  • Cansancio;
  • Pérdida de peso;
  • Disminución del volumen de orina;
  • Alteración de los latidos cardíacos;
  • Hinchazón corporal.

Por otro lado, la atransferrinemia puede generar retrasos en el crecimiento, infecciones recurrentes, cirrosis hepática, artritis, hipotiroidismo y enfermedades cardíacas. En casos graves, puede causar neumonía o acumulación de líquido en el corazón, los pulmones y en varios tejidos del cuerpo.

Es importante destacar que la transferrina baja no provoca síntomas. De esta forma, los síntomas antes mencionados pueden surgir debido a las condiciones que causan los niveles bajos de transferrina en la sangre.

Saturación de transferrina baja

La saturación de transferrina baja puede indicar la presencia de situaciones como embarazo, deficiencia de hierro, cáncer, desnutrición o uso de anticonceptivos que contienen estrógenos.

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