La taquipnea es un término médico utilizado para describir la respiración acelerada, siendo un síntoma causado por una gran diversidad de condiciones de salud, en el cual el organismo intenta compensar la falta de oxígeno mediante una respiración más rápida.
En ciertos casos, la taquipnea puede estar acompañada por otros síntomas, como sensación de falta de aire y color azulado en los dedos y en los labios, los cuales pueden estar relacionados con la falta de oxígeno.
Ante un episodio de taquipnea, es aconsejado acudir inmediatamente a urgencias para hacer un diagnóstico y un tratamiento correcto y así evitar complicaciones.

Posibles causas
Las condiciones más comunes que pueden generar el surgimiento de taquipnea son:
1. Infecciones respiratorias
Las infecciones respiratorias, cuando afectan a los pulmones, pueden causar dificultad para respirar. Para compensar esta disminución de oxígeno, a la persona se le puede acelerar la respiración, principalmente si sufre de bronquitis o neumonía.
Qué hacer: el tratamiento para la infección respiratoria consiste generalmente en la administración de antibióticos en caso de que se trate de una infección bacteriana. Asimismo, puede ser necesario administrar un medicamento broncodilatador para facilitar la respiración.
2. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
La EPOC es un grupo de enfermedades respiratorias, siendo las más comunes el enfisema pulmonar y la bronquitis crónica, las cuales causan síntomas como falta de aire, tos y dificultades respiratorias. Esta enfermedad ocurre debido a una inflamación y una lesión de los pulmones causadas, principalmente, por el uso del cigarro, que va destruyendo el tejido que forma las vías respiratorias.
Qué hacer: la EPOC no tiene cura, pero es posible controlar la enfermedad por medio de un tratamiento con medicamentos broncodilatadores y corticoesteroides. Además, los cambios en el estilo de vida y la fisioterapia también pueden ayudar a mejorar los síntomas.
3. Asma
El asma es una enfermedad respiratoria caracterizada por la dificultad para respirar, sensación de falta de aire, sibilancias y sensación de opresión en el pecho, la cual puede ser desencadenada por factores alérgicos o estar relacionada con factores genéticos, pudiendo manifestarse los síntomas en los primeros meses de vida del bebé o en cualquier fase de la vida.
Qué hacer: para controlar el asma y evitar las crisis es importante seguir el tratamiento indicado por el neumólogo usando medicamentos adecuados para controlar la inflamación de los bronquios y facilitar la respiración, como los corticoesteroides y los broncodilatadores, por ejemplo.
Vea con más detalles qué hacer en una crisis de asma.
4. Trastornos de ansiedad
Las personas que sufren de trastornos de ansiedad pueden tener taquipnea durante un ataque de pánico, la cual puede estar acompañada por otros síntomas, como aumento de la frecuencia cardíaca, náuseas, sensación de miedo, temblores y dolor en el pecho, por ejemplo.
Qué hacer: generalmente, las personas con trastornos de ansiedad deben estar acompañadas por un psicólogo y realizar sesiones de psicoterapia. En ciertos casos puede ser necesario tomar medicamentos, como antidepresivos y ansiolíticos, los cuales deben ser prescritos por el psiquiatra.
Vea algunas estrategias para calmar la ansiedad.
5. Disminución del pH de la sangre
La disminución del pH de la sangre la torna más ácida, causando que el cuerpo tenga la necesidad de eliminar dióxido de carbono para recuperar el pH normal por medio de la aceleración de la respiración. Ciertas condiciones que pueden causar la disminución del pH de la sangre son: cetoacidosis diabética, enfermedades del corazón, cáncer, encefalopatía hepática y sepsis.
Qué hacer: en caso de que la persona presente alguna de estas enfermedades y sufra un episodio de taquipnea, es recomendado acudir inmediatamente al hospital. El tratamiento va a depender de la causa que está originando la disminución del pH sanguíneo.
6. Taquipnea transitoria del recién nacido
La taquipnea transitoria del recién nacido ocurre porque los pulmones del bebé están intentando obtener más oxígeno. Cuando un bebé está a término (entre la semana 37 y 42), su cuerpo comienza a absorber el líquido que se fue acumulando en los pulmones para poder respirar después del nacimiento. En ciertos recién nacidos, este líquido no es completamente absorbido, dando como resultado una respiración rápida.
Qué hacer: el tratamiento es realizado en el hospital justo después del nacimiento mediante un refuerzo de oxígeno.