El síndrome nefrítico no es una enfermedad única, sino un conjunto de signos y síntomas que aparecen de forma súbita debido a una inflamación de los glomérulos, estructuras responsables de filtrar la sangre en los riñones. Esta inflamación ocasiona alteraciones en la orina y en la función renal, que pueden variar de leves a graves.
Los síntomas más comunes incluyen la presencia de sangre en la orina, disminución de la cantidad de orina, pérdida de proteínas por la orina y retención de líquidos, lo que provoca hinchazón en el cuerpo. Además, suele acompañarse de presión arterial alta y, en algunos casos, deterioro rápido de la función renal.
Ante la aparición de estos síntomas es importante acudir de inmediato al centro de salud para que el nefrólogo realice una valoración y solicite exámenes de diagnóstico que permitan identificar la causa e iniciar el tratamiento lo antes posible, evitando complicaciones y la progresión a insuficiencia renal.
Principales síntomas
Los principales síntomas del síndrome nefrítico son:
- Sangre en la orina (hematuria), que puede darle un color rojizo, similar a coca-cola o coñac;
- Pérdida de proteínas en la orina (proteinuria), que puede provocar espuma si la pérdida es importante;
- Hinchazón en párpados, tobillos y pies (edema);
- Presión arterial elevada.
En los casos más avanzados puede disminuir la cantidad de orina (oliguria) y aumentar la urea y creatinina en sangre, lo que indica disminución de la función renal. Esto puede llevar a una insuficiencia renal aguda y, si no se trata, evolucionar a insuficiencia renal crónica.
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El diagnóstico debe ser realizado por el nefrólogo mediante la evaluación clínica, análisis de orina para detectar sangre y proteínas, y análisis de sangre para medir urea, creatinina y proteínas séricas.
En algunos casos se solicita una recolección de examen de orina de 24 horas para medir la pérdida de proteínas y la función renal. Además, pueden indicarse estudios de imagen como la ecografía renal y, en situaciones seleccionadas, una biopsia del riñón para confirmar la causa y orientar el tratamiento.
Causas del síndrome nefrítico
Las principales causas del síndrome nefrítico incluyen:
- Glomerulonefritis posestreptocócica, que suele aparecer entre 7 y 10 días después de una faringitis o entre 2 y 3 semanas después de una infección de la piel, siendo el estreptococo beta hemolítico del grupo A la bacteria más común;
- Púrpura de Schönlein-Henoch;
- Nefropatía por IgA o enfermedad de Berger;
- Glomerulonefritis membranoproliferativa;
- Lupus eritematoso sistémico;
- Glomerulonefritis asociada a sepsis, como en endocarditis o en derivaciones vasculares (shunt).
En casos menos frecuentes, también puede estar relacionado con granulomatosis de Wegener, poliarteritis nudosa, glomerulonefritis proliferativa segmentaria y focal, síndrome urémico hemolítico o nefritis intersticial inmunoalérgica.
Tratamiento para el síndrome nefrítico
El tratamiento depende de la causa y debe ser indicado por el nefrólogo. Puede incluir:
- Antihipertensivos, como hidralazina, junto con reducción de sal y líquidos en la dieta;
- Diuréticos, como furosemida, para eliminar el exceso de líquidos y sodio;
- Corticosteroides, para reducir la inflamación del riñón;
- Inmunomoduladores, en casos de glomerulonefritis de rápido progreso;
- Antibióticos, generalmente penicilina o eritromicina, en las formas posestreptocócicas.
En casos graves, cuando existe deterioro marcado de la función renal, puede ser necesario recurrir a terapia de reemplazo renal, como hemodialisis o diálisis peritoneal., dependiendo de la condición de la persona.