Seroma: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en enero 2023

El seroma es la acumulación de líquido debajo de la piel, surgiendo próximo de la cicatriz quirúrgica. Esta acumulación de líquido es más común después de las cirugías en que hubo corte y manipulación de la piel y del tejido graso, como ocurre en una cesárea o en una cirugía plástica como abdominoplastia, liposucción o cirugía de mamas, por ejemplo.

El seroma pequeño puede ser reabsorbido naturalmente por el organismo, resolviéndose al cabo de unos 10 a 21 días. No obstante, en algunos casos, es necesario la realización de una punción con una jeringa para retirar el exceso de líquido y permitir su cicatrización.

Para disminuir esta complicación, es indicado utilizar fajas o apósitos compresivos después de la cirugía, además de mantener ciertos cuidados para facilitar la cicatrización. Conozca los cuidados que debe tener una cicatriz de cesárea.

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Principales síntomas

Los síntomas que pueden indicar un seroma son:

  • Salida de líquido claro o transparente por la cicatriz;
  • Hinchazón local;
  • Elevación de la piel que al tacto es suave en el sitio de la cicatriz;
  • Dolor en la región de la cicatriz;
  • Piel rojiza y aumento de la temperatura alrededor de la cicatriz.

Además , puede haber coloración rojiza o marrón cuando el seroma se mezcla con sangre, lo que es más común inmediatamente después de la cirugía, y tiende a quedar más claro a medida que la cicatrización continúa.

Tan pronto como aparezcan signos o síntomas que puedan indicar un seroma, se debe consultar al médico para que pueda realizar una evaluación y dependiendo de la gravedad, iniciando el tratamiento.

Qué puede causar un seroma

Los seromas pueden surgir después de cualquier cirugía, dependiendo de cómo el cuerpo de cada persona se recupere. Sin embargo, este problema es más común en:

  • Cirugías extensas, como remoción de la mama en caso de cáncer;
  • Cesáreas, ocurriendo aproximadamente entre el 4 y el 25% de los casos;
  • Casos que necesitan drenajes después de la cirugía. Vea los cuidados de los drenajes quirúrgicos;
  • Cirugías que provocan lesiones en varios tipos de tejidos;
  • Personas que tienen antecedentes anteriores de seroma.

Aunque es una complicación bastante común, se puede evitar con algunos cuidados simples como utilizar una faja por encima del lugar de la cicatriz y evitar hacer ejercicio intenso sin indicación del médico.

Además de esto, en el caso de que exista un riesgo aumentado de desarrollar un seroma, normalmente el médico coloca un drenaje quirúrgico durante la operación para que el líquido acumulado pueda salir mientras la herida cicatriza.

Qué es el seroma encapsulado

El seroma encapsulado es la acumulación de líquido debajo de la piel y cerca de la herida quirúrgica, que a su vez se encuentra rodeado de un tejido fibroso, evitando que el líquido se reabsorba, endureciéndose y ocasionando mucha incomodidad con el tiempo. Esto hace que la cicatriz de la cirugía sea muy poco estética.

Cuándo surge el seroma

El seroma normalmente surge durante las primera y segunda semana del posoperatorio, debido a la acumulación de líquido entre el espacio muerto y las capas de piel.

Cuando el seroma no se trata y la acumulación de líquido se mantiene puede formarse tejido fibroso y endurecerse, formando un seroma encapsulado.

Además de esto, el tratamiento también es importante, debido a que el seroma se puede infectar y formar un absceso en la cicatriz, con liberación de pus, que debe ser luego tratado con antibióticos.

Cuánto tiempo dura el seroma

Un pequeño seroma puede tardar entre 2 y 3 semanas en reabsorberse. Sin embargo, el tiempo varía según la cantidad de líquido acumulado, el tipo de tejidos afectados y las posibles complicaciones.

En casos más severos, el seroma puede tardar varios meses en corregirse, especialmente si se requiere cirugía.

Cómo se hace el tratamiento

El tratamiento del seroma solo es necesario cuando existe una gran acumulación de líquidos o si surge dolor, ya que en los casos más leves, el cuerpo es capaz de reabsorber el exceso de líquido por si propio.

Sin embargo, cuando es necesario, el tratamiento se realiza con la remoción del líquido con una jeringa o a través de la colocación de un drenaje quirúrgico, que es un pequeño tubo que va insertado en la piel directamente hasta el seroma, permitiendo que el líquido salga y se almacene en un pequeño recipiente. Conozca más para qué sirve y cuáles son los cuidados de un drenaje quirúrgico.

Si es necesario aliviar el dolor, el médico puede prescribir medicamentos analgésicos y antiinflamatorios como Paracetamol o Ibuprofeno, por ejemplo.

Tratamiento para seroma encapsulado

El tratamiento del seroma encapsulado es más complicado, pudiendo ser necesaria la aplicación de corticoesteroides o de la realización de una cirugía para la remoción del líquido. La ultracavitación también es un método que puede ser utilizado, pues se basa en un ultrasonido de alta potencia, siendo capaz de alcanzar la región a ser tratada y estimular la eliminación del líquido.

En los casos en que el seroma se infecta, el tratamiento generalmente se realiza con antibióticos prescritos por el médico.

Cómo secar un seroma

El tratamiento casero para secar un seroma tiene como objetivo evitar que el seroma surja y combatirlo apenas de las primeras señales. Una de las opciones caseras es el uso de fajas, lo cual dependerá del tipo de cirugía, generalmente se indica en cirugías de abdomen y cesárea. Conozca cómo recuperarse de una cesárea más rápido.

Además, es importante preguntar al médico sobre compresas o pomadas que pueden ser colocadas en la cicatriz, ya que aceleran el proceso de cicatrización y reducen la inflamación que normalmente surge después del procedimiento quirúrgico.

Asimismo, también es importante también el consumo de alimentos que estimulen y faciliten la cicatrización como la naranja, la piña y la zanahoria, por ejemplo. Vea una lista completa de los alimentos que aceleran la cicatrización.

Cómo evitar que se forme un seroma

Aunque es una complicación muy común, se puede evitar con algunas precauciones simples, como usar una faja por encima de la región donde se encuentra la cicatriz y evitar la realización de actividad física intensa sin la orientación e indicación de un médico.

Además, si hay mayor riesgo de desarrollar un seroma, el médico suele colocar un drenaje durante la cirugía para que el líquido acumulado pueda salir mientras la herida cicatriza.