La secreción o líquido en el oído normalmente surge por una infección en el oído interno o externo, pero también puede ocurrir por lesiones en la cabeza o en el tímpano e incluso por la presencia de objetos extraños dentro del oído.
El aspecto de la secreción dependerá de cuál sea la causa, pero por lo general tiene una coloración transparente, amarilla o blanca, acompañada de mal olor cuando es causada por bacterias o rojiza si está acompañada de sangre.
Sin embargo, ante la aparición de cualquier supuración por el oído es importante acudir al otorrinolaringólogo, de manera que realice una evaluación para determinar la causa e indicar el tratamiento más adecuado, en caso de ser necesario.
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7 causas de secreción en el oído
Las principales causas de secreción en el oído son:
1. Otitis media
La otitis media es una inflamación provocada por virus, bacterias o en casos más raros, por hongos, traumatismos o alergias, que pueden dar origen a una infección, con manifestación de signos y síntomas como dolor de oído, liberación de secreción amarilla o blanquecina con mal olor, pérdida de la audición y fiebre. Conozca más sobre la otitis media secretora.
La otitis media es más común en bebés y niños, pudiendo en estos casos ser más difícil de identificar los síntomas. De esta manera, si el bebé tiene fiebre, está irritado o se lleva la mano a la oreja con frecuencia, puede ser señal de otitis, siendo importante consultar al pediatra.
Cómo tratar: el tratamiento consiste en la administración de medicamentos analgésicos y antiinflamatorios como la dipirona y el ibuprofeno, para aliviar los síntomas. En caso de tratarse de una infección bacteriana, el médico puede recomendar el uso de antibióticos, como amoxicilina, por ejemplo.
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Objetos extraños pueden quedar alojados dentro del oído accidentalmente o intencionalmente en el caso de niños. Normalmente, los objetos que quedan atascados en los oídos pueden ser pequeños juguetes, botones, insectos o alimentos, pudiendo causar dolor, comezón y liberación de secreción en el oído
Cómo tratar: el tratamiento consiste en la retirada del cuerpo extraño por un profesional de la salud, pudiendo utilizar una máquina de succión. En casos más graves se puede recurrir a una cirugía.
3. Otitis externa
La otitis externa es una infección de una región del canal auditivo, que se sitúa entre la parte externa del oído y del tímpano, provocando síntomas como dolor y picor en la zona, fiebre y liberación de una secreción blanquecina o amarillenta con mal olor. Las causas más comunes pueden ser la exposición al calor o a la humedad y el uso de cotonetes, que contribuyen a la proliferación de bacterias en el oído. Vea más sobre los síntomas y causas de la otitis externa.
Cómo tratar: el tratamiento de la otitis externa consiste en la limpieza del canal auditivo con suero fisiológico o soluciones alcohólicas y la aplicación de medicamentos tópicos para la infección e inflamación, y antibióticos como neomicina, polimixina y ciprofloxacina, por ejemplo.
Si hay perforación del tímpano, puede ser necesario usar otros medicamentos. Como la otitis puede provocar dolores e inflamación, el otorrinolaringólogo además puede aconsejar la toma de analgésicos, como la dipirona, paracetamol o antiinflamatorios como el ibuprofeno.
4. Mastoiditis
La mastoiditis consiste en una inflamación del hueso prominente, que queda localizado detrás de la oreja, el hueso mastoideo, que puede ocurrir debido a una complicación de una otitis mal tratada, cuando las bacterias se propagan del oído al hueso.
Esta inflamación provoca síntomas como enrojecimiento, hinchazón y dolor alrededor del oído, además de fiebre y salida de secreción amarillenta. En casos más graves puede formarse un absceso u ocurrir la destrucción del hueso.
Cómo tratar: Generalmente, el tratamiento es realizado con el uso de antibióticos por vía intravenosa, como ceftriaxona y vancomicina, durante 2 semanas. En situaciones más graves, en caso que se forme un absceso o si no hay mejorías con el uso de antibióticos, puede ser necesario el drenaje de la secreción a través de un procedimiento llamado miringotomía e inclusive apertura del mastoide. Conozca qué es y cómo tratar la mastoiditis.
5. Lesión en la cabeza
Lesiones graves en la cabeza, como un choque o una fractura de cráneo, también pueden provocar secreciones en el oído normalmente con sangre.
Cómo tratar: este tipo de lesiones en la cabeza son emergencias médicas, por esto, en caso de ocurrir se debe acudir inmediatamente al médico.
6. Perforación del tímpano
La perforación del tímpano, que es una película delgada que separa el oído interno del oído externo, puede provocar dolor y comezón en el oído, disminución de la audición o sangrado y liberación de otras secreciones a través del canal auditivo.
Los signos y síntomas que pueden ocurrir durante una perforación del tímpano son picor y dolor de oído intenso, zumbido (tinnitus) y liberación de secreción amarillenta (otorrea), pudiendo también ocurrir mareos y vértigos.
Cómo tratar: normalmente una perforación pequeña, cura sola en algunas semanas hasta 2 meses, siendo aconsejado durante ese periodo tapar el oído antes de tomar baño y evitar ir a la playa o a la piscina.
En algunos casos especialmente se la perforación fue grande pueden ser recomendados antibióticos, como la asociación de amoxicilina con ácido clavulánico. En casos más graves puede ser necesario recurrir a cirugía. Vea cómo es el tratamiento de la perforación en el tímpano.
7. Colesteatoma
El colesteatoma consiste en un crecimiento no cancerígeno de piel en el oído medio, detrás del tímpano, que generalmente es causado por infecciones repetidas del oído, pudiendo, no obstante, ser una alteración de nacimiento.
Inicialmente puede ser liberado un fluido con mal olor, pero luego, si continúa creciendo, puede sentirse una presión en el oído, causando alguna incomodidad, que puede dar origen a problemas más graves, como la destrucción de los huesos del oído medio, afectando la audición, el equilibrio y el funcionamiento de los músculos faciales.
Cómo tratar: La única manera de tratar este problema es a través de la cirugía, de manera de prevenir complicaciones más graves. Después de esto, se debe evaluar periódicamente el oído, para evitar la aparición de la colesteatoma nuevamente.
