La rinofima es la inflamación crónica de los tejidos de la nariz que provoca síntomas como enrojecimiento, hinchazón, masas o bultos en la nariz, que crecen lentamente, pero que, al alcanzar un tamaño grande o ser muy numerosos, pueden causar obstrucción nasal.
Esta inflamación es más común en hombres mayores de 40 años y, normalmente, aparece por el aumento de las glándulas sebáceas y del tejido conjuntivo nasal, lo que puede estar favorecido por la exposición prolongada al sol, el consumo de alcohol o la presencia de rosácea.
El tratamiento de la rinofima es indicado por el dermatólogo, quien puede recomendar el uso de pomadas, como ácido azelaico, comprimidos de isotretinoína, laserterapia o técnicas quirúrgicas, como dermoabrasión o criocirugía.
Síntomas de rinofima
Los principales síntomas de rinofima son:
- Enrojecimiento e hinchazón en la nariz;
- Vasos finos de color púrpura, rojo o azul en la piel;
- Agrandamiento de la punta nasal y de la nariz;
- Poros dilatados en la nariz y el rostro;
- Cambios en la textura de la nariz;
- Piel gruesa en la nariz y aparición de tejido fibroso;
- Bultos en la nariz.
Además, debido al aumento de las glándulas sebáceas, pueden aparecer infecciones y formación de pus en la zona.
Cuando no se trata adecuadamente, puede causar obstrucción nasal, dificultad para respirar, deformidades estéticas permanentes en la nariz y el rostro, además de afectar la salud mental, provocando baja autoestima, ansiedad o depresión.
Ante la presencia de síntomas de rinofima, es importante acudir al dermatólogo para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la rinofima es clínico y lo realiza el dermatólogo mediante la evaluación de los síntomas, el historial de salud, antecedentes de rosácea o consumo frecuente de bebidas alcohólicas, y el examen físico.
En algunos casos, el médico puede realizar una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico y descartar enfermedades con síntomas similares, como el cáncer de piel. Vea en qué consiste una biopsia de piel.
Posibles causas
La causa exacta de la rinofima no se conoce completamente, pero se sabe que puede surgir por una combinación de factores biológicos y ambientales.
Los principales factores que pueden favorecer el desarrollo de la rinofima son:
- Edad, siendo más común entre los 50 y 70 años;
- Sexo, siendo más frecuente en hombres;
- Piel clara;
- Antecedentes familiares de rosácea o rinofima;
- Presencia de rosácea.
Estas condiciones pueden provocar la dilatación de los vasos sanguíneos, que se agrava por factores ambientales como la exposición excesiva al sol o el consumo frecuente de bebidas alcohólicas o con cafeína.
Qué provoca la rinofima
La rinofima es provocada por el aumento de las glándulas sebáceas y del tejido conjuntivo nasal, resultando en inflamación crónica y aparición de los síntomas.
Se cree que la rinofima es un trastorno cutáneo multifactorial, que puede provocar dilatación de los vasos sanguíneos, aumento de la permeabilidad vascular o filtración de fluidos hacia los tejidos, generando hinchazón y dando lugar a la rinofima.
Tipos de rinofima
La rinofima puede clasificarse en distintos tipos según sus características:
1. Rinofima glandular
La rinofima glandular ocurre por hiperplasia de las glándulas sebáceas, es decir, el aumento o dilatación de estas glándulas, lo que deja la piel de la nariz más grasa y con los poros más abiertos.
Además, pueden aparecer pústulas o quistes debido a la acumulación de sebo en las glándulas sebáceas.
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La rinofima fibrosa aparece por el aumento del tejido conjuntivo en la nariz, provocando el engrosamiento de la piel, que se vuelve más gruesa y ancha.
3. Rinofima fibroangiomatoso
La rinofima fibroangiomatosa se caracteriza por fibrosis del tejido nasal, asociada al aumento de la vascularización y dilatación de los vasos sanguíneos, lo que se conoce como telangiectasia.
Lea también: Telangiectasias: qué son, causas y tratamiento tuasaude.com/es/telangiectasiasEn este tipo de rinofima, la piel de la nariz puede presentar un aspecto más enrojecido o violáceo, con vasos sanguíneos más visibles.
4. Rinofima actínico
La rinofima actínica surge por el crecimiento de fibras elásticas, formando masas y bultos en la nariz, muy relacionado con la exposición solar.
Además, la piel de la nariz presenta un aspecto más áspero, además de los cambios propios de la rinofima.
Cómo es el tratamiento
El tratamiento de la rinofima debe realizarse bajo orientación del dermatólogo y varía según el tipo de rinofima y la gravedad de los síntomas.
1. Pomadas para rinofima
Las pomadas, como tretinoína o ácido azelaico, pueden ayudar a reducir la inflamación de la piel y mejorar la apariencia de la nariz.
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En algunos casos, el médico también puede recetar pomadas antibióticas o incluso antibióticos orales, como doxiciclina, para disminuir los nódulos similares al acné o la formación de pus.
2. Isotretinoína
La isotretinoína es un retinoide en cápsulas que puede indicarse para la rinofima, ya que reduce el tamaño de las glándulas sebáceas y mejora la apariencia de la piel.
Este medicamento no debe utilizarse durante el embarazo, ya que puede provocar malformaciones en el bebé.
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El tratamiento con láser, utilizando láser CO2 fraccionado o láser de argón, puede ser indicado para la rinofima, pues elimina el exceso de piel de la nariz, suaviza la superficie y permite remodelar la forma nasal.
Además, el láser elimina los pequeños vasos visibles en la nariz y mejillas, mejorando el aspecto general de la piel.
4. Electrocirugía
La electrocirugía permite remover el exceso de piel y remodelar la nariz. Este procedimiento lo realiza el dermatólogo bajo anestesia local, aplicando corriente eléctrica con un electrocoagulador que genera calor dentro del tejido.
5. Dermoabrasión
La dermoabrasión se realiza con pequeños dispositivos con punta de diamante que “lijan” la piel, eliminando su capa más externa.
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La crioterapia es realizada por el dermatólogo utilizando nitrógeno líquido para congelar y eliminar los tejidos afectados de la nariz, mejorando el aspecto de la rinofima.
7. Decorticación quirúrgica
En los casos más graves de rinofima, el médico puede recomendar una decorticación quirúrgica, que corresponde a un procedimiento más invasivo para retirar el tejido afectado.
Si hay sospecha de cáncer, el tejido extraído es enviado al laboratorio para analizar la presencia o ausencia de células tumorales.
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