El registro cardiotocográfico es un examen que se realiza durante el embarazo para evaluar los latidos cardíacos y el bienestar del bebé. Este se realiza con sensores conectados al vientre de la gestante, los cuales recaban la información del feto. Se utiliza principalmente en embarazadas después de las 37 semanas de gestación o en períodos cercanos al parto.
Este examen también puede realizarse durante el trabajo de parto para monitorear la integridad de la salud del bebé, además de evaluar las contracciones uterinas.
El registro cardiotocográfico debe realizarse en clínicas o unidades de obstetricia capacitadas con el equipo adecuado y médicos preparados para su evaluación, de acuerdo a la orientación del obstetra.
Indicaciones del registro cardiotocográfico
El registro cardiotocográfico está indicado principalmente en:
- Diabetes gestacional;
- Hipertensión arterial descontrolada;
- Preeclampsia;
- Anemia grave;
- Enfermedades cardíacas, renales o pulmonares;
- Alteraciones de la coagulación de la sangre;
- Infección;
- Edad de la madre menor o superior a la recomendada;
- Parto prematuro;
- Parto con retraso, superior a las 40 sdg;
- Poco líquido amniótico;
- Alteraciones de la contracción del útero durante el parto;
- Sangrado uterino;
- Gemelos múltiples;
- Desprendimiento de placenta;
- Parto muy demorado.
Esta evaluación puede hacerse antes del parto, es decir, en cualquier período después de las 28 sdg, de preferencia después de las 37 semanas, para evaluar los latidos cardíacos del bebé; o intraparto, que además de los latidos cardíacos, evalúa los movimientos del bebé y de las contracciones uterinas durante el parto.
De esta forma, con la realización de este examen, es posible intervenir lo más rápido posible, en caso de que el bienestar del bebé se vea alterado, por asfixia, falta de oxígeno, fatiga o arritmias, por ejemplo.
Cómo se realiza
Para la realización del registro cardiotocográfico es necesaria la colocación de unos electrodos en la barriga de la mujer, los cuales captan la actividad dentro del útero, ya sean los latidos cardíacos del bebé, el movimiento fetal o las contracciones del útero.
Es un examen que no produce dolor o molestias para la madre o el feto, sin embargo, en algunos casos, cuando se sospecha que una disminución en los movimientos del bebé, puede ser necesario estimularlo para despertarlo o agitarlo. Así, el registro cardiotocográfico puede realizarse de 3 formas:
- Basal: se realiza con la mujer en reposo, sin estímulos, sólo observando el patrón de los movimientos y latidos cardíacos;
- Estimulada: puede realizarse para evaluar la respuesta del bebé ante un estímulo, como el sonido de una campana, la vibración de una aparato, o al tacto del médico;
- Con sobrecarga: en este caso, el estímulo se realiza con medicamentos que pueden intensificar la contracción del útero materno, pudiendo evaluarse el efecto de las contracciones en el bebé.
El examen tiene una duración de alrededor de 20 minutos, permaneciendo la mujer sentada o acostada, en reposo, hasta que se registre la información de los sensores en papel o en la computadora.
Interpretación de resultados
Para interpretar el resultado del examen, el obstetra evaluará los gráficos trazados por los sensores, ya sea en la computadora o en papel.
Así, en caso de alteraciones en la vitalidad del bebé, el registro cardiotocográfico identificará:
- Alteraciones de la frecuencia cardíaca del feto, que puede ser de dos tipos, frecuencia cardíaca basal, que puede estar aumentada o disminuida; variaciones anormales de la frecuencia cardíaca, que muestra oscilaciones en el patrón de la frecuencia, siendo común que varíe de forma controlada durante el parto;
- Aceleraciones y desaceleraciones de los patrones de los latidos cardíacos, detectando si los latidos disminuyen o se aceleran de forma gradual o abrupta.
- Alteraciones del movimiento fetal, que puede estar disminuida en caso de algún tipo de sufrimiento;
- Alteraciones en la contracción del útero, que se observan durante el parto.
Generalmente, estas alteraciones se producen debido a la falta de oxígeno que le llega al feto, haciendo que disminuyan sus valores.
Por ello, en estas situaciones, el tratamiento será prescrito por el obstetra con base en el tiempo de gestación y de la gravedad de cada caso, pudiendo ser un acompañamiento semanal, internamiento, o incluso, la necesidad de anticipar el parto por medio de una cesárea, por ejemplo.
