La radiación ionizante es un tipo de energía de alta velocidad, que puede surgir en forma natural, como la que se encuentra en el suelo, el agua o en el cuerpo, pero también puede ser producida por la industria, siendo utilizada en los aparatos de tomografía computada, por ejemplo.
Además de eso, existen otros tipos de radicación, como la energía solar o ultravioleta y la radiación no ionizante, que son las ondas emitidas por los teléfonos celulares, las radios, microondas y en las radiaciones infrarrojas. Se sepa más sobre las radiaciones de los microondas.
La exposición a bajos niveles de radicación ionizante, sucede todos los días y generalmente es segura. Sin embargo, la exposición a altos niveles de esta radiación puede causar quemaduras, diarreas, caída de cabello, y en los casos más graves, causar algunos tipos de cáncer, como de mama, de piel o leucemia, pudiendo provocar la muerte.
Principales efectos de radiación en la salud
Los efectos de la radiación ionizante en la salud dependen de la edad de la persona, del nivel y el tiempo que recibió la radiación.
La exposición a altos niveles de radiación ionizante provoca la muerte de las células, llevando al surgimiento del síndrome agudo de radiación, una enfermedad que causa los siguientes síntomas:
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Náuseas;
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Infertilidad;
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Debilidad;
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Perdida de cabello;
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Quemaduras en la piel;
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Diarrea;
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Deshidratación;
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Daños en la médula ósea;
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Fallecimiento.
La exposición de pequeños niveles de radiación, durante un largo periodo de tiempo, puede provocar alteraciones en el ADN de las células, promoviendo el surgimiento de algunos tipos de cáncer, como de esófago, pulmón, piel, cerebro y leucemia.
Asimismo, los niños expuestos a las radiaciones pueden desenvolver cáncer de mama, tiroides, cerebro y leucemia, durante la edad adulta. Cuando la mujer embarazada está expuesta a la radiación, el bebé puede presentar retraso en el crecimiento, alteraciones en la función cerebral y cáncer. Conozca otros riesgos de la radiación en el embarazo.
Cómo disminuir los efectos de la radiación
Para disminuir los efectos de la exposición a la radiación, es importante hacer la descontaminación, que es eliminando el material radioactivo.
La descontaminación se puede realizar de 2 maneras:
1. Descontaminación externa
La descontaminación externa se hace en los casos de contaminación de la piel, cabello o ropas por materiales radiactivos y debe ser hecha inmediatamente después de la exposición. Para eso, es fundamental retirar con cuidado la ropa del cuerpo y colocarla en una bolsa u otro recipiente cerrado, dejándola en un local reservado.
Adicionalmente, es recomendado bañarse con bastante agua y jabón, lavando los cabellos solo con champú, porque las cremas de enjuague hacen que el material radioactivo quede en el pelo. Caso no sea posible tomar un baño, se deben lavar las manos, el rostro y las partes que estaban desprotegidas, con agua y jabón.
2. Descontaminación interna
Este tipo de descontaminación se hace para disminuir o remover los materiales radioactivos que fueron absorbidos a través de la inhalación, ingestión de alimentos o bebidas y a través de heridas. En este caso, el tratamiento debe ser realizado únicamente bajo supervisión médica, que puede incluir el uso de medicamentos, como el yodato de potasio y el pentaacetato de dietilentriamina.
Cómo evitar la exposición a la radiación
Para disminuir el nivel de exposición, las personas que se tienen que hacer algun estudio que emite radiaciones, como la radiografía o tomografía computarizada, pueden utilizar un chaleco de plomo para proteger las partes del cuerpo que no están siendo examinadas.
Además de eso, es fundamental que la mujer siempre comunique al médico si está embarazada o si existe alguna sospecha de embarazo, para evitar ocasionar daños al bebé.
Los profesionales que están mucho tiempo expuestos a este tipo de radiación, como las personas que trabajan en el sector de radioterapia, laboratorios o en plantas nucleares, deben tener otros cuidados, como evitar comer, beber y fumar en los locales de trabajo. Además, estas personas se deben lavar las manos regularmente y usar los equipamientos de protección individual, como un chaleco de plomo.
