Amigdalectomía: cómo se realiza la operación y su recuperación

Actualizado en enero 2023

La amigdalectomía es la cirugía que se indica en los casos donde el individuo sufre de amigdalitis crónica, que la inflamación recurrente de las amígdalas causada por virus o bacterias, o cuando el tratamiento con antibióticos no da resultados positivos, sin embargo, también puede ser indicada por el médico cuando las amígdalas obstruyen las vías respiratorias o cuando interfieren en el apetito, en el caso de los niños.

Por lo general, durante esta operación, también se extirpan las adenoides, un tejido que se sitúa por encima de las amígdalas y detrás de la nariz, estas se encargan de atrapar microorganismos que pueden entrar al organismo a través de la boca, pudiendo infectarse en conjunto con las amígdalas.

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Cómo se realiza la cirugía

La cirugía para la amigdalitis se realiza bajo anestesia general y demora unos 30 a 60 minutos. Por lo general, el individuo se mantiene hospitalizado durante algunas horas hasta recuperarse por completo, siendo dado de alta el mismo día, solo en algunos casos donde hubo mucho sangrado o cuando la persona no consigue beber líquidos, el médico podría recomendar que el individuo se mantenga internado durante 1 noche.  

La cirugía solo se realiza cuando el tratamiento convencional de la amigdalitis no tiene resultados permanentes y es recurrente, debiendo haber pasado por más de 3 episodios durante ese año.

Aunque es un procedimiento seguro, puede haber algunas complicaciones, principalmente sangrados, dolor y vómitos, además de los riesgos relacionados con la anestesia general, como problemas cardiovasculares, problemas respiratorios, reacción alérgica, confusión mental. Algunas personas informan que después de la cirugía sienten el tono de voz diferente, dificultad para tragar y para respirar, además de tos, náuseas y vómitos.

Cómo es la recuperación después de la cirugía

La recuperación de la cirugía para la amigdalitis dura entre 1 a 2 semanas. Sin embargo, durante los primeros 5 días es común que la persona sienta dolor de garganta, por lo que el médico podría prescribir medicamentos analgésicos como Paracetamol o Dipirona.

Además, durante la recuperación el individuo debe mantenerse de reposo, evitando realizar esfuerzos. Otras indicaciones importantes son:

  • Hablar lo menos posible durante los primeros 3 días;
  • Evitar tocar, estornudar o raspar la garganta o soplar la nariz rigurosamente por 2 semanas;
  • Beber muchos líquidos, especialmente agua;
  • Evitar alimentos duros y ásperos durante los primeros 7 días;
  • Comer alimentos fríos o congelados para disminuir la inflamación;
  • Consumir una dieta líquida durante los primeros 3 días.

Durante el período postoperatorio de la amigdalectomía es normal que los pacientes presenten náuseas, vómitos y dolor. Sin embargo, si la fiebre se mantiene alta por más de 3 días o se produce sangrado excesivo, debe acudir nuevamente al médico para ser evaluado.

Qué comer en el postoperatorio

Se recomienda consumir alimentos fríos y que sean fáciles de deglutir, debiendo durante los primeros 3 días realizar una dieta líquida para evitar lastimar la garganta, y luego comenzar a realizar una dieta semi-sólida o tipo puré. Algunos alimentos recomendados son: caldos y sopas licuadas y coladas, huevo, pollo, pavo y pescados desmenuzados o molidos, jugos de frutas y vegetales, gelatina, mermelada, helados de frutas.

Es importante evitar alimentos calientes, debido a que puede empeorar el malestar, asimismo se deben evitar las galletas, tostadas, pan, granola y otros alimentos secos durante la primera semana. Conozca más qué comer después de una amigdalectomía, con un menú de ejemplo.

Qué son las amígdalas

Las amígdalas y los adenoides forman parte de los tejidos de la faringe y son la primera barrera contra infecciones de virus y bacterias que entran por la cavidad oral. Su principal actividad surge entre los niños de 3 a 10 años de edad, por lo que a esta edad alcanzan un tamaño prominente y luego va disminuyendo. Las amígdalas y los adenoides tienen una importante participación en la respuesta inmune, al producir linfocitos B, anticuerpos y células de memoria inmunológica, además de producir inmunoglobulinas, en especial IgA.12.

Las adenoides y amígdalas pueden llegar a ser muy grandes o pueden inflamarse varias veces, causando infecciones constantes, perdiendo su capacidad de protección y provocando problemas de salud como dificultades respiratorias. Por esto, el otorrinolaringólogo puede indicar la realización de esta cirugía para su extirpación como solución al problema. Conozca también algunos síntomas de inflamación del adenoides y cómo es realizado el tratamiento.