Cómo es realizada la extirpación de los pólipos en colon

Actualizado en noviembre 2020

Los pólipos en el colon, también llamados pólipos intestinales, generalmente son extirpados mediante un procedimiento llamado polipectomía, durante la realización de una colonoscopia, en la cual un asa que está unida al dispositivo extrae el pólipo de la pared del intestino, con la finalidad de evitar que se transforme en cáncer. No obstante, cuando el pólipo es muy grande, puede ser necesario realizar una cirugía menor para facilitar el acceso y la extirpación de todo el tejido afectado.

Luego de extraer los pólipos, el médico normalmente los envía a un laboratorio para que sean analizados en el microscopio, con el fin de identificar si existen células cancerígenas que puedan indicar riesgo de desarrollar cáncer de colon. 

En caso de que se identifiquen alteraciones en las células del pólipo, el médico podría programar una colonoscopia cada 2 años, por ejemplo, para así verificar si han surgido nuevas alteraciones que puedan indicar el desarrollo de cáncer.

Conozca más sobre los pólipos intestinales

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Cómo debe ser la preparación previa

Para la remoción de los pólipos, normalmente se solicita tomar laxantes 24 horas antes del examen para limpiar el intestino y eliminar todas las heces, pues esto facilitará el proceso de observación de la zona donde los pólipos se encuentren. También puede ser necesario que la persona tenga una dieta líquida en la que solo pueda ingerir agua y sopas.

Vea cómo debe ser la dieta

Asimismo, en los 3 días previos al procedimiento, el paciente no debe tomar medicamentos antiinflamatorios, aspirina, ni anticoagulantes, pues estos fármacos aumentan el riesgo de hemorragia interna en el intestino. 

Posibles complicaciones de la polipectomía

En los primeros 2 días luego de la polipectomía, puede haber un ligero sangrado que puede ser fácilmente observado en las heces. Raramente, este sangrado puede durar hasta 10 días luego del procedimiento, y de ser así, esta no sería una situación grave. 

No obstante, si el sangrado no cede, es muy abundante o la persona presenta dolores abdominales fuertes, fiebre e hinchazón abdominal, se recomienda acudir al médico porque puede haber ocurrido una perforación de la pared intestinal y podría ser necesario llevar a cabo otra cirugía. 

Cuidados postoperatorios

Después de retirar los pólipos intestinales, es normal el surgimiento de pequeñas cantidades de sangre en las heces, no siendo motivo de preocupación. Sin embargo, es importante estar atento si existe sangrado excesivo durante los primeros 5 días, pues en estos casos, se recomienda acudir de inmediato a emergencias. Igualmente, es importante evitar el uso de medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno, por ejemplo, durante 7 días; pues existe el riesgo de hemorragia intestinal. 

En los días posteriores a la extirpación de los pólipos, es usual que las paredes del intestino estén más sensibles, razón por la cual se debe tener una alimentación leve a base de comida a la plancha y cocida, durante los primeros 2 días. 

La mayoría de los pacientes puede volver a su dieta habitual después del procedimiento, pero en caso de que exista algún tipo de malestar gastrointestinal, se deben seguir las pautas que el médico y nutricionista indicaron, las cuales brindarán la mejor información sobre cómo puede ser la alimentación.

Como la extirpación es llevada a cabo bajo sedación o anestesia, también se aconseja que, luego de la prueba, el paciente sea trasladado a casa por un familiar, puesto que no debe conducir durante las primeras 12 horas.