Oximetría: qué es y valores normales

La oximetría es el procedimiento mediante el cual se mide la saturación de oxígeno, que es el porcentaje de oxígeno que está siendo transportado en la circulación sanguínea, siendo un signo importante que ayuda al médico a evaluar el estado de salud de la persona. Este parámetro puede medirse por medio de aparatos, como el oxímetro o por medio del análisis directo de la sangre, siendo esta una técnica invasiva.

La saturación de oxígeno suele ser necesaria cuando se sospecha de enfermedades que perjudican o interfieren con el funcionamiento de los pulmones, como por ejemplo asma, enfisema, neumonía, cáncer de pulmón, congestión pulmonar o enfermedades neurológicas.

Generalmente, cuando la oximetría da como resultado una saturación de oxígeno por encima de 95%, indica que hay una buena oxigenación de la sangre, sin embargo, es necesario que el médico evalúe cada caso individualmente. Una saturación de oxígeno baja en la sangre puede indicar la necesidad de realizar tratamiento con oxígeno en el hospital, y en caso que no se realice puede poner en riesgo la vida de la persona. Conozca cuáles son las consecuencias de la falta de oxígeno en la sangre.

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Valores normales

Una persona sana, con oxigenación adecuada en el cuerpo, suele tener una saturación de oxígeno por encima del 95%, sin embargo, es común que algunas condiciones leves como gripes o resfriados, la oxigenación pueda estar entro 93 y 95%, no siendo un motivo de preocupación.

Cuando la saturación alcanza valores menores que el 90% puede indicar que la oxigenación de la sangre es deficiente, lo que puede surgir en enfermedades como asma, neumonía, enfisema, insuficiencia cardíaca o enfermedades neurológicas e incluso en casos graves de COVID-19, por ejemplo.

En la gasometría arterial, además de medir la saturación de oxígeno, también se evalúa la presión parcial de oxígeno (Po2), que debe estar entre 80 y 100 mmHg. Vea qué hacer cuando la saturación de oxígeno está por debajo de lo normal.

Cómo saber si la saturación está normal

Para saber si su valor de saturación de oxígeno está normal, por favor coloque sus datos a continuación:

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Ej: asma, EPOC, insuficiencia cardiaca...
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Para qué sirve la saturación

La saturación de oxígeno es considerada uno de los parámetros más importantes de la evaluación médica, junto con la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la frecuencia respiratoria y la temperatura. Esto porque el valor de saturación está directamente relacionado con lo que ocurre en el organismo, disminuyendo cuando existe algún problema de salud potencialmente grave, tal como:

  • Problemas respiratorios: asma, EPOC, enfisema, embolia, fibrosis quística;
  • Problemas cardíacos: insuficiencia cardíaca o defectos congénitos;
  • Anemia.

Aparte de contribuir al diagnóstico de ciertas enfermedades, la saturación de oxígeno incluso puede utilizarse para monitorear el tratamiento de estas condiciones, así como para ayudar a la evaluación del estado general de salud de personas hospitalizadas.

Cómo medir la saturación de oxígeno

Existen varias formas de medir la saturación de oxígeno, las cuales incluyen:

1. Oxímetro de pulso (no invasiva)

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Es la forma más utilizada para medir la cantidad de oxígeno en la sangre, donde son utilizados pequeños dispositivos llamados oxímetros de pulso, que logran hacer esta medición sólo con el contacto del pulso, cuando se colocan sobre un dedo o en el lóbulo de la oreja.

La principal ventaja de esta medida es el hecho de que no es invasiva, ya que no es necesario inyectar o recoger una muestra de sangre del paciente. Además de la oximetría, este aparato también es capaz de medir otros datos vitales como la cantidad de latidos cardíacos y la frecuencia respiratoria.

Cómo funciona: el oxímetro de pulso posee un sensor de luz que capta la cantidad de oxígeno en la sangre de las arterias y la frecuencia de los latidos del corazón sólo con el contacto con la piel, indicando el valor en pocos segundos. Estos sensores hacen medidas inmediatas y regulares, y se desarrollan para uso en los dedos de la mano, del pie u oído.

La oximetría de pulso es muy utilizada por los médicos y otros profesionales de la salud durante la evaluación clínica, principalmente en casos de enfermedades que causan dificultad en la respiración como las enfermedades pulmonares, cardíacas y neurológicas, o durante una anestesia, pero puede utilizarse para monitorear el estado de salud en caso de infección por coronavirus.

El oxímetro puede ser comprado en tiendas de materiales médicos u hospitalarios, y está disponible en diferentes marcas y precios. Se recomienda obtener marcas confiables para evitar errores en la medición.

2. Oximetría/Gasometría arterial (invasiva)

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Al contrario de la oximetría del pulso, la gasometría arterial es una forma invasiva de medir la tasa de oxígeno en la sangre, debido a que se realiza a través de la recolección de sangre en una jeringa, por ello esta técnica es menos frecuente.

La ventaja de la gasometría arterial es una medida más exacta de los niveles de saturación de oxígeno en la sangre, además de que proporciona otras medidas importantes, como la cantidad de gas carbónico, electrólitos como sodio y potasio, pH o cantidad de ácidos y bicarbonato en la sangre, por ejemplo.

Cómo funciona: para la gasometría arterial es necesario realizar una recolección de una muestra de sangre en una jeringa y, a continuación, esta muestra se lleva a medir en un aparato específico. Los vasos sanguíneos más utilizados para este tipo de medida son la arteria radial o femoral, pero también pueden ser utilizadas otras arterias.

Este tipo de medición suele ser utilizada en los casos en que el paciente necesita se monitorizado continuamente o de forma más exacta, como lo es en la realización de grandes cirugías, enfermedades cardíacas graves, arritmias, infección generalizada, alteraciones súbitas la presión arterial o en casos de insuficiencia respiratoria.

Conozca qué es la insuficiencia respiratoria y cómo puede disminuir la oxigenación en la sangre.

Relación entre COVID-19 y saturación de oxígeno

El COVID-19 es una infección que afecta principalmente el sistema respiratorio, causando síntomas como tos intensa, sensación de opresión en el pecho, dificultad para respirar y cansancio. De esta forma, es normal que la saturación de oxígeno en personas infectadas disminuya ligeramente, pues los pulmones se encuentran afectados y no logran realizar el intercambio de oxígeno de forma correcta.

Lo esperando es que la saturación de oxígeno en personas con COVID-19 se mantenga por encima de 90-95%, por lo que, cuando el valor es inferior, es importante que se lleve a cabo la evaluación de un profesional de salud, el cual podrá optar por iniciar el tratamiento mediante la administración de oxígeno en el hospital.

En las situaciones más graves de COVID-19, la saturación de oxígeno puede llegar a valores inferiores a 80%, siendo necesaria la hospitalización, normalmente en una UCI.

Vea cómo es realizado el tratamiento del COVID-19.

Cuidados para un resultado más preciso

Es muy importante que los aparatos que realicen esta medición sean calibrados regularmente, para evitar alteraciones en los resultados. Además de esto, durante el uso del oxímetro de pulso se deben tener algunos cuidados como:

  • Evitar el uso de esmalte o uñas postizas, ya que alteran el paso del sensor de luz;
  • Mantener la mano relajada y debajo del nivel del corazón;
  • Proteger el aparato en caso de estar en un ambiente muy iluminado o soleado;
  • Observar que el aparato este bien posicionado.

Además de esto, antes de realizar el examen el médico deberá investigar la presencia de otras enfermedades como anemia o deficiencias de la circulación sanguínea, ya que son condiciones que pueden interferir en la medición del oxígeno que se encuentra en la sangre.

¿Fumar puede afectar el resultado?

Fumadores que usan el oxímetro de pulso pueden presentar una lectura de saturación de oxígeno equivocada. Esto sucede porque el aparato no es capaz de hacer una distinción entre las células que llevan oxígeno de las que llevan dióxido de carbono. Debido a que los fumadores tienen tendencia a presentar mayores niveles de dióxido de carbono, es posible que el valor presentado por el oxímetro esté aumentado, aunque la cantidad de oxígeno esté reducida.

De esta forma, en caso de que haya sospecha de que la saturación de un fumador no esté correcta, especialmente si hay signos de dificultad respiratoria, como sensación de falta de aire, cansancio fácil, piel pálida o labios azulados, es importante acudir al hospital para que se realice una gasometría con el fin de identificar los valores correctos de oxígenación y de dióxido de carbono.

Qué hacer cuando la saturación está disminuida

En una persona saludable, cuando la saturación de oxígeno se encuentra más baja, entre 90 a 95%, generalmente significa que existe alguna secreción en la vía aérea que pueda estar disminuyendo la cantidad de oxígeno que llega a la sangre, por lo que esta disminución es común en situaciones de gripe o resfriado. Cuando esto ocurre, existen ciertas medidas simples que pueden ayudar a aumentar los niveles de oxígeno, tales como:

  • Toser un poco, con el fin de movilizar las secreciones y facilitar la oxigenación;
  • Permanecer sentado en vez de acostado, para reducir la presión sobre los pulmones;
  • Respirar profunda y lentamente, para aumentar la cantidad de aire que llega a los pulmones;
  • Permanecer en un sitio ventilado, con el fin de garantizar mayor cantidad de oxígeno;
  • Evitar sitios muy calientes o muy fríos, pues pueden dificultar la respiración.

Sin embargo, cuando la saturación es muy baja, por debajo de 85-90%, puede indicar problemas graves, como una neumonía, por ejemplo, razón por la cual se recomienda acudir al hospital o solicitar ayuda médica, para que sea realizada una evaluación más detallada. Mientras se espera por la ayuda médica pueden probarse las técnicas antes mencionadas, con la finalidad de aumentar ligeramente la saturación y disminuir el esfuerzo respiratorio.

Es importante tener en cuenta que existen varias condiciones crónicas que disminuyen la saturación sin ser indicativo de urgencia, como es el caso del asma, anemia, EPOC, enfisema o problemas cardíacos. En estos casos, es importante hablar con el médico para comprender hasta qué valores se puede considerar que la saturación es normal.