Saturación de oxígeno: qué es y valores normales

Actualizado en abril 2022

La saturación de oxígeno es un porcentaje que representa la cantidad de oxígeno que está circulando en sangre. Este valor se obtiene comparando la porción de hemoglobina que está unida al oxígeno con la porción de hemoglobina que no está unida al mismo. La hemoglobina es una proteína presente en los glóbulos rojos que tiene como función principal transportar el oxígeno de los pulmones a diversas partes del organismo.

Lo ideal es que este valor esté siempre lo más cerca posible del 100%, generalmente por encima de 95%, ya que esto indica que hay mucho oxígeno circulando. Sin embargo, las personas que presentan algún tipo de problema respiratorio crónico, como asma o EPOC, pueden tener valores de saturación inferiores (88-90%) sin ser motivo de preocupación.

Cuando el valor de saturación disminuye muy rápidamente o cuando se encuentra por debajo de 85-90%, puede indicar la presencia de algún problema de salud grave, como neumonía, insuficiencia cardíaca o anemia, que requiere ser identificado en el hospital y tratado lo antes posible.

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Cómo saber si la saturación está normal

Para saber si su valor de saturación de oxígeno está normal, por favor coloque sus datos a continuación:

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Ej: asma, EPOC, insuficiencia cardiaca...
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Para qué sirve

La saturación de oxígeno se considera uno de los parámetros más importantes de la evaluación médica, junto con la frecuencia cardíaca, presión arterial, frecuencia respiratoria y temperatura. Esto se debe a que el valor de saturación está directamente relacionado con lo que ocurre en el cuerpo, disminuyendo cuando existe algún problema de salud potencialmente grave, como:

  • Problemas respiratorios: asma, EPOC, enfisema, embolia o fibrosis quística;
  • Problemas cardíacos: insuficiencia cardíaca o defectos congénitos;
  • Anemia.

Además de ayudar en el diagnóstico de algunas enfermedades, la saturación de oxígeno también se puede usar para monitorear el tratamiento de estas condiciones, así como para ayudar a evaluar el estado general de salud de las personas hospitalizadas.

Relación de COVID-19 con la saturación de oxígeno

El COVID-19 es una infección que afecta principalmente al sistema respiratorio, causando síntomas como tos intensa, sensación de opresión en el pecho, dificultad para respirar y cansancio. De esta forma, es normal que la saturación de oxígeno en personas infectadas disminuya levemente, ya que el pulmón se ve afectado y no puede realizar el intercambio de oxígeno de manera adecuada.

Lo esperado es que la saturación de oxígeno en personas con COVID-19 se mantenga por encima de 90-95%; por esto, cuando el valor es inferior, es importante que exista una evaluación por parte de un profesional de la salud, que podrá optar por iniciar el tratamiento en el hospital con suplementación de oxígeno.

En las situaciones más graves de COVID-19, la saturación de oxígeno puede alcanzar valores inferiores al 80%, siendo necesario la hospitalización, por lo general en una UCI.

Vea cómo se realiza el tratamiento del COVID-19.

Cómo medir la saturación de oxígeno

La saturación de oxígeno se evalúa a través de una prueba llamada "oximetría". Esta prueba se puede realizar de dos formas:

  • Oxímetro de dedo: es la forma más común y fácil de medir la saturación de oxígeno. Consiste en colocar un dispositivo, el oxímetro, en la punta del dedo, que mide la cantidad de oxígeno sin necesidad de algún tipo de pinchazo o extracción de muestra de sangre;
  • Gasometría arterial: es menos común, pero es la forma más precisa de saber el valor exacto del oxígeno en la sangre. Es una técnica que se realiza en el hospital en la que el médico toma una muestra de sangre arterial, que luego es analizada en el laboratorio. La gasometría también presenta otros parámetros importantes como pH de la sangre y presión parcial de oxígeno (pO2) y de dióxido de carbono (pCO2).

La oximetría se puede realizar en casa con el uso de un oxímetro de dedo, el cual se puede adquirir en farmacias y algunos supermercados. Sin embargo, es importante tener ciertos cuidados, como no utilizar esmalte de uñas, por ejemplo, para garantizar un resultado más preciso.

Vea más sobre la oximetría y cómo medir la saturación correctamente.

Valores normales

Los valores normales de saturación varían según el historial de salud de cada persona. Así, para personas aparentemente sanas y sin antecedentes de enfermedades asociadas, el valor normal de oxígeno se considera por encima de 95%, siendo normal observar saturación por encima de 98% la mayor parte del tiempo.

Para personas con antecedentes de enfermedades respiratorias, como EPOC o asma, la saturación de oxígeno puede variar entre 88 y 95%. Aun así, las saturaciones por debajo de 95% deben ser siempre evaluadas por un médico, el cual podrá indicar cuál es el intervalo que se considera normal en cada caso, dependiendo de los antecedentes de salud asociados.

Qué hacer cuando la saturación está baja

En una persona sana, cuando la saturación de oxígeno está más baja, entre 90 y 95%, frecuentemente significa que existe algo de flema en la vías aéreas que puede estar disminuyendo la cantidad de oxígeno que llega a la sangre. Es por esta razón que dicha disminución es común en situaciones de gripe o resfriado. Cuando esto ocurre, existen algunas medidas simples que pueden ayudar a aumentar los niveles de oxígeno, como:

  • Toser un poco, para movilizar las secreciones y facilitar la oxigenación;
  • Permanecer sentado en lugar de acostarse, para reducir la presión sobre los pulmones;
  • Respirar profunda y lentamente, para aumentar la cantidad de aire que llega a los pulmones;
  • Permanecer en un sitio ventilado, para garantizar mayor cantidad de oxígeno;
  • Evitar sitios muy calientes o muy fríos, ya que pueden dificultar la respiración.

Sin embargo, cuando la saturación es muy baja, por debajo de 85-90% puede indicar problemas más graves, como neumonía, por ejemplo, razón por la cual se recomienda acudir al hospital o buscar ayuda médica, para que sea realizada una evaluación más detallada. Mientras se espera por la atención médica pueden probarse las técnicas antes mencionadas, con el fin de aumentar ligeramente la saturación y reducir el esfuerzo respiratorio.

Es importante tener en cuenta que existen varias condiciones crónicas que disminuyen la saturación sin ser indicativo de urgencia, como es en el caso del asma, EPOC, enfisema o problemas cardíacos. En estos casos, es importante hablar con el médico para comprender hasta qué valores se puede considerar que la saturación es normal.