El membrillo es un fruto de la familia de las rosáceas que se utiliza tradicionalmente para ayudar a prevenir y tratar diversas enfermedades, como diabetes, gastritis, infecciones respiratorias, alergias y ciertos tipos de cáncer, debido a que es rico en compuestos antioxidantes que protegen las células del daño causado por los radicales libres.
Además, el membrillo posee propiedades antibacterianas, antifúngicas, antiinflamatorias, cardioprotectoras y diuréticas, lo que contribuye a combatir infecciones, reducir la inflamación y proteger el sistema cardiovascular, entre otros beneficios.
El nombre científico del membrillo es Cydonia oblonga, y puede consumirse fresco, cocido o en preparaciones como el dulce de membrillo, que se utiliza comúnmente en galletas, tartas o pasteles.
Beneficios del membrillo
El membrillo aporta los siguientes beneficios para la salud:
1. Proteger el intestino
La fruta y el jugo de membrillo son ricos en ácido clorogénico y flavonoides, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estos compuestos pueden ayudar a proteger la mucosa intestinal y reducir la inflamación del intestino, siendo útiles como complemento en casos de colitis ulcerosa u otras enfermedades inflamatorias del intestino, según estudios realizados en animales.
Además, el membrillo contiene pectinas, un tipo de fibra soluble que contribuye a proteger las paredes del intestino y favorece el equilibrio de la flora intestinal.
2. Aliviar los síntomas del reflujo
El jugo o jarabe de membrillo puede ayudar a disminuir la acidez y la sensación de ardor causadas por el reflujo gastroesofágico. Un estudio clínico mostró que el jarabe de membrillo puede mejorar los síntomas de reflujo, sobre todo en niños, gracias a su acción calmante y protectora sobre la mucosa del esófago.
3. Ayudar a prevenir la gastritis
El membrillo contiene compuestos con actividad antibacteriana que pueden ayudar a inhibir el crecimiento de la bacteria Helicobacter pylori, una de las principales causas de gastritis y úlceras gástricas.
Su efecto protector también se relaciona con su contenido de taninos y pectinas, que ayudan a reducir la inflamación del estómago y a mejorar la digestión. Conozca más sobre la infección de helicobacter pylori y cómo se realiza el tratamiento.
4. Combatir infecciones
La cáscara, pulpa y semillas del membrillo poseen compuestos fenólicos con acción antimicrobiana y antifúngica, capaces de inhibir el crecimiento de bacterias como Escherichia coli, Staphylococcus aureus y Klebsiella pneumoniae, de acuerdo con estudios de laboratorio (in vitro). Estas propiedades ayudan a fortalecer las defensas del organismo y prevenir algunas infecciones leves.
5. Cuidar el corazón
El membrillo contiene polifenoles y ácido cafeoilquínico, sustancias que protegen las arterias y reducen el daño causado por los radicales libres. Por eso, su consumo regular puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, como el infarto o el ACV, especialmente cuando se combina con una alimentación equilibrada.
6. Regular la presión arterial
Algunos estudios realizados en animales indican que los extractos de hojas y frutos del membrillo pueden ayudar a reducir la presión arterial y mejorar la circulación, gracias a su acción antioxidante y relajante sobre los vasos sanguíneos. Sin embargo, todavía se necesitan más estudios en humanos para confirmar este efecto.
7. Favorecer la pérdida de peso
El membrillo es bajo en calorías (unas 57 kcal por cada 100 g) y rico en fibra y agua, lo que ayuda a prolongar la sensación de saciedad y controlar el apetito, facilitando el control del peso. Por eso, puede incluirse en dietas para adelgazar, siempre acompañado de una alimentación equilibrada. Sin embargo, el dulce o mermelada de membrillo contiene mucho azúcar y no se recomienda para personas que desean bajar de peso.
8. Disminuir el colesterol
Los extractos concentrados del fruto y de las hojas del membrillo contienen polifenoles que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (“malo”) y triglicéridos, evitando la acumulación de grasa en las arterias y disminuyendo el riesgo de aterosclerosis. Estos efectos se han demostrado principalmente en estudios con animales.
9. Proteger las células del cuerpo
La pulpa, la cáscara y las semillas del membrillo tienen una fuerte capacidad antioxidante, que ayuda a neutralizar los radicales libres y evitar el daño celular. De esta forma, el consumo regular de membrillo puede contribuir a prevenir el envejecimiento prematuro y el desarrollo de enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo, como la diabetes, la artritis o las enfermedades cardiovasculares.
10. Promover la cicatrización
Las semillas del membrillo contienen mucílago, una sustancia natural con efecto calmante y cicatrizante. Estudios recientes indican que el extracto de las semillas puede estimular la producción de fibroblastos, que son las células encargadas de formar nuevo tejido en la piel, ayudando a que las heridas cicatricen más rápido.
Por eso, los extractos de semillas de membrillo pueden utilizarse en la elaboración de cremas o ungüentos con fines regeneradores. Conozca otros alimentos que ayudan a cicatrizar las heridas.
Propiedades del membrillo
El membrillo aporta varias propiedades para la salud, principalmente por su contenido de compuestos antioxidantes, antiinflamatorios y antimicrobianos, como los ácidos fenólicos, flavonoides (quercetina, rutina y kaempferol) y pectinas, que protegen las células del organismo y ayudan a prevenir las diversas enfermedades.
Información nutricional del membrillo
La siguiente tabla muestra la información nutricional de 100 g de membrillo natural:
Es importante mencionar, que para obtener los beneficios del membrillo, debe ser consumido junto a una dieta equilibrada y saludable, además de hacer actividad física regularmente.
Cómo consumir
El membrillo suele comerse cocido, ya que cuando está crudo tiene una textura muy dura y un sabor bastante agrio.
Una vez cocido, puede comerse solo o añadirse a preparaciones como yogur, cereales o granola. También es común consumirlo en forma de dulce de membrillo, que se utiliza como relleno en tartas, pastelitos o galletas. Sin embargo, este tipo de preparación debe comerse con moderación, ya que contiene una gran cantidad de azúcar.
Para cocinar el membrillo, se puede cortar en rodajas y colocarlo en una olla con un poco de agua y azúcar, dejándolo hervir a fuego lento hasta que la pulpa esté blanda. Si se desea, se pueden agregar especias como canela o anís estrellado para intensificar el sabor.
Otra opción es hornearlo, para ello se puede envolver en papel aluminio o cortarlo a la mitad, espolvorear un poco de azúcar encima y cocinarlo hasta que esté tierno.
Recetas con membrillo
Algunas recetas saludables para preparar con membrillo son:
1. Dulce de membrillo
El dulce de membrillo se utiliza principalmente para rellenar tartas, pastelitos o galletas. Debido a su alto contenido de azúcar, no se recomienda para personas con diabetes o que estén intentando bajar de peso.
Ingredientes:
- 500 g de membrillo (aproximadamente 3 unidades);
- 500 g de azúcar (unas 2 tazas y media);
- 15 g de pectina de manzana;
- Jugo de 1 limón.
Modo de preparación:
Limpiar la piel de los membrillos con un paño para quitar los pelillos de la superficie. Según el gusto y la variedad de la fruta, se puede pelar o dejar la piel. Cortar los membrillos en cuartos, retirar el corazón con un cuchillo y picarlos en trozos pequeños para que se cocinen más rápido.
Colocar 2 tazas de azúcar en una olla de fondo grueso y reservar la media taza restante mezclada con la pectina. Cocinar los membrillos con el azúcar a fuego medio durante 15 minutos, manteniendo el hervor. Luego, añadir la mezcla de azúcar con pectina y cocinar hasta que vuelva a hervir. Incorporar el jugo de limón y mantener la cocción 3 minutos más.
Triturar con una batidora de mano hasta obtener una textura uniforme, verter en un recipiente hermético y dejar enfriar hasta que se gelifique. Guardar en el refrigerador.
2. Dulce de membrillo saludable
Ingredientes:
- 500 g de membrillo (aproximadamente 2 a 3 unidades);
- 2 a 3 cucharadas de jarabe natural (maple, agave o miel ligera);
- Jugo de 1 limón;
- 1 cucharadita de canela (opcional);
- Agua (la necesaria para cubrir parcialmente el fruto).
Modo de preparación:
Se deben lavar los membrillos y frotar su superficie para eliminar el vello exterior. Luego se cortan en cuartos, se retira el corazón y se pica la pulpa en trozos medianos.
A continuación, se colocan los trozos en una olla con suficiente agua para cubrirlos parcialmente y se cocinan a fuego medio-bajo hasta que estén bien suaves, removiendo de vez en cuando.
Una vez tiernos, se trituran los membrillos con una licuadora hasta obtener un puré homogéneo. Se vuelve a poner en la olla y se añade el jugo de limón, el jarabe elegido y la canela si se desea.
Se cocina a fuego bajo, removiendo constantemente, hasta que la mezcla espese lo suficiente para que al caer no se disuelva de inmediato. Se puede comprobar colocando unas gotas en un plato frío; si se arrugan al enfriarse, está lista.
Finalmente, se vierte el dulce en un molde forrado con papel pergamino o en un recipiente con tapa. Se deja enfriar a temperatura ambiente y luego se refrigera por varias horas hasta que quede firme, conservándose en el refrigerador bien tapado.
3. Pepas integrales de membrillo
Ingredientes:
- 1 huevo;
- 1 taza de harina integral (150 g);
- 100 g de azúcar mascabado o ½ cucharada de edulcorante líquido apto para cocinar;
- 1 cucharada de miel;
- 1 cucharada de esencia de vainilla o ralladura de limón;
- 1 cucharadita de polvo de hornear;
- Dulce de membrillo, cantidad necesaria.
Modo de preparación:
Mezclar todos los ingredientes en un recipiente, excepto el dulce de membrillo, hasta formar una masa lisa. Hacer un rollo con la masa y dividirlo en 6 partes iguales. Con las manos, formar bolitas y darles forma de galleta, dejando un pequeño hueco en el centro para colocar el dulce.
Disponer las galletas en una bandeja para horno engrasada o con rocío vegetal y hornear a 200 °C durante 5 minutos. Retirar del horno, rellenar los huecos con el dulce de membrillo y volver a hornear por 5 minutos más. Dejar enfriar antes de servir.
4. Tarta de calabaza y membrillo
Ingredientes:
- 1 lámina de masa quebrada;
- 700 g de calabaza;
- 150 g de queso rallado;
- 75 g de membrillo cocido;
- 3 huevos;
- 150 ml de nata para montar;
- Aceite de oliva, sal y pimienta al gusto.
Modo de preparación:
Precalentar el horno a 220 °C. Cortar la calabaza en cubos, colocarla en una bandeja con un chorrito de aceite, sal y pimienta, y hornear durante unos 30 minutos.
Forrar un molde de tarta de 24 cm con la masa quebrada, pinchar el fondo con un tenedor y refrigerar durante 20 minutos. Pasado este tiempo, cubrir la masa con papel de horno y colocar pesos encima (como garbanzos o alubias). Hornear a 180 °C durante 30 minutos. Retirar el papel y los pesos y hornear 10 minutos más.
Sacar del horno y rellenar con la calabaza, el membrillo cortado en cubos y el queso. Aparte, batir los huevos con la nata, sazonar con sal y pimienta, y verter sobre el relleno. Hornear durante unos 40 minutos, hasta que el centro esté firme. Dejar reposar unos minutos antes de desmoldar y servir.