El hígado graso puede curarse adoptando hábitos saludables, especialmente con una alimentación equilibrada y actividad física regular. Estos cambios ayudan a reducir la grasa acumulada en el hígado y favorecen su recuperación, cuando se mantienen en el tiempo.
Según estudios recientes, perder peso y controlar el azúcar y el colesterol permiten revertir el daño en etapas tempranas. No existen medicamentos aprobados que garanticen la cura completa, por lo que el tratamiento se centra en los hábitos diarios. Vea qué comer con hígado graso.
La recuperación varía según el grado de avance de la afección. En casos leves, la reversión suele ser posible con cambios de estilo de vida. La cirrosis y el daño avanzado no se curan fácilmente y pueden requerir atención especializada.
Se recomienda consultar a un médico especialista si aparecen síntomas como dolor abdominal, cansancio intenso o si el diagnóstico fue confirmado, para recibir un plan de cuidados adecuado y evitar daños graves en el hígado.