Manzanilla: para qué sirve y cómo usar

Actualizado en diciembre 2023
Evidencia científica

La manzanilla es una planta medicinal con pétalos blancos y centro amarillo, que se sirve para tratar la ansiedad, el insomnio, los problemas digestivos y los cólicos menstruales. Además, también posee excelentes propiedades cicatrizantes, pudiendo ser utilizada para ayudar en la cicatrización de heridas.

El nombre científico de la manzanilla es Matricaria recutita y la parte más utilizada es su flor, que se emplea para preparar infusiones, inhalaciones, baños de asiento, compresas o pomadas. Asimismo, la manzanilla también puede ser utilizada para condimentar platos salados como pasta y pollo, o para aromatizar dulces.

La manzanilla se puede encontrar en herboristerías, tiendas de productos naturales, supermercados y algunos mercados municipales, en forma de flores secas o saquitos de té.

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Para qué sirve la manzanilla

La manzanilla posee diversos beneficios para la salud, por lo que normalmente se indica para:

  • Ansiedad, nerviosismo o estrés;
  • Insomnio o dificultad para dormir;
  • Mala digestión;
  • Gastritis o úlcera gástrica;
  • Diarrea;
  • Exceso de gases intestinales;
  • Cólicos intestinales o menstruales;
  • Dolor reumático;
  • Gota;
  • Dolor de cabeza;
  • Hemorroides;
  • Heridas, úlceras, quemaduras o irritación en la piel;
  • Resfriados o sinusitis.

Además de eso, la manzanilla también puede ser utilizada para ayudar en la cicatrización de heridas o aliviar la inflamación de las encías debido a sus propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias. Conozca otros cicatrizantes naturales para heridas.

Propiedades de la manzanilla

Los beneficios de la manzanilla se deben especialmente a los compuestos fenólicos, como los flavonoides apigenina, luteolina, patuletina y quercetina, además de los aceites esenciales como el camazuleno y alfa-bisabolol, presentes en su composición, aportando propiedades antioxidantes, cicatrizantes, digestivas, antiinflamatorias, relajantes y ansiolíticas.

Cómo usar la manzanilla

La manzanilla puede ser utilizada en la forma de tés, para hacer inhalaciones, baños de asiento, compresas o pomadas, preparados con flores secas de esta planta.

1. Té de manzanilla

El té de manzanilla ayuda a relajarse, tratar el insomnio, la ansiedad y el nerviosismo, además de aliviar problemas gastrointestinales como la mala digestión, cólicos, diarrea, gastritis o úlceras, por ejemplo. Vea cuáles son las propiedades del té de manzanilla.

Ingredientes:

  • 0,5 a 4 g de flores secas de manzanilla;
  • 1 taza de té (240 mL) de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Agregar las flores secas de manzanilla en una taza con el agua hirviendo, tapar, dejar reposar durante aproximadamente 5 a 10 minutos y luego colar antes de beber.

Este té se puede beber hasta 3 veces al día, y si es necesario se puede endulzar con una cucharadita de miel.

Además, el té de manzanilla se puede preparar con otros ingredientes como hinojo, menta piperita o hierba gatera seca, para aumentar su efecto calmante y antiespasmódico.

Vea en el siguiente vídeo los beneficios y cómo preparar el té de manzanilla.

2. Inhalaciones

Las inhalaciones con manzanilla son un excelente remedio casero para resfriados o sinusitis debido a sus propiedades calmantes.

Además, el vapor de la inhalación ayuda a calentar y humedecer las vías respiratorias superiores, aliviando los síntomas de congestión nasal o goteo, y se puede realizar en adultos o niños.

Ingredientes:

  • 6 cucharaditas de flores secas de manzanilla;
  • 1,5 a 2 litros de agua.

Modo de preparación:

Hervir el agua y agregar las flores de manzanilla. Esperar de 5 a 10 minutos y luego colocar el rostro sobre el recipiente y cubrir la cabeza con una toalla, para inhalar el vapor. Es importante respirar el vapor lo más profundamente posible durante hasta 10 minutos, repitiendo de 2 a 3 veces al día.

3. Baño de asiento con manzanilla

La manzanilla tiene acción antibacteriana debido a las sustancias presentes en su composición, como los flavonoides y el alfa-bisabolol, por lo que puede ser utilizada como baño de asiento para la candidiasis, ya que ayuda a eliminar la Candida albicans y aliviar los síntomas de picazón, hinchazón, irritación, dolor o malestar causados por la candidiasis. Conozca otros remedios caseros para la candidiasis.

Asimismo, el baño de asiento puede realizarse para ayudar en el tratamiento de las hemorroides debido a las propiedades antiinflamatorias de la manzanilla.

Ingredientes:

  • 3 cucharadas de manzanilla seca;
  • 1 litro de agua.

Modo de preparación:

Hervir el agua con la manzanilla. Colar la infusión, dejar enfriar y realizar el baño de asiento colocando la mezcla en una bacinilla o bañera durante 5 minutos, al menos 1 vez al día.

4. Compresas de manzanilla

La manzanilla también se puede utilizar en forma de compresas aplicadas sobre la piel para el tratamiento de heridas, úlceras, quemaduras o irritaciones en la piel, debido a sus propiedades antiinflamatorias y calmantes.

Ingredientes:

  • 20 a 30 g de flores frescas o secas de manzanilla;
  • 500 mL de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Agregar las flores frescas o secas de manzanilla al agua hirviendo y dejar reposar durante 15 minutos. Luego, colar la infusión y mojar una gasa, algodón o paño limpio con ella. Aplicar sobre el área de la piel afectada al menos 2 veces al día.

5. Pomada de manzanilla

La pomada de manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias y calmantes, y se puede utilizar para irritación o picazón en la piel, erupciones cutáneas, rozaduras o quemaduras solares, por ejemplo.

Ingredientes:

  • 5 g de cera de abeja;
  • 45 mL de aceite de oliva, aceite de coco o aceite de almendras dulces;
  • 4 cucharadas de flores secas de manzanilla picadas.

Modo de preparación:

Colocar la cera de abeja y el aceite en una cacerola a baño maría hasta que la mezcla esté completamente líquida. A continuación, apagar el fuego y agregar las flores secas de manzanilla. Dejar los ingredientes en la cacerola durante aproximadamente 2 horas para que se liberen las sustancias activas de la manzanilla. Antes de que se enfríe, colar y almacenar la parte líquida en un recipiente de vidrio limpio y seco con tapa.

Mantener el recipiente en un lugar seco, oscuro y ventilado. Esta pomada tiene una validez de hasta 1 año y se puede aplicar en la piel de 2 a 3 veces al día.

Posibles efectos secundarios

Los posibles efectos secundarios que pueden surgir con el uso de la manzanilla son náuseas e irritación en la piel, especialmente cuando se utiliza esta planta en cantidades mayores a las recomendadas.

Aunque es raro, la manzanilla también puede causar reacciones alérgicas graves que requieren atención médica inmediata. Por lo tanto, se debe interrumpir el tratamiento y buscar la atención de emergencia más cercana si se presentan síntomas, como dificultad para respirar o respiración entrecortada, sudor frío, mareos intensos, sensación de opresión en la garganta, hinchazón en la boca, lengua o cara, o picazón intensa. Sepa cómo identificar los síntomas de una reacción alérgica grave.

Contraindicaciones

La manzanilla no debe ser utilizada por personas con alergia a la manzanilla u otras plantas de la misma familia, como crisantemo, margarita, malmequer o ambrosía, por ejemplo.

Además de eso, la manzanilla no debe ser utilizada por personas que tengan alteraciones en la coagulación sanguínea o que estén recibiendo tratamiento con anticoagulantes como warfarina o heparina, ya que puede aumentar el riesgo de sangrado o hemorragia. En caso de necesidad de someterse a una cirugía, el uso de la manzanilla debe interrumpirse dos semanas antes y después de la cirugía.

No se recomienda la ingesta de manzanilla en niños menores de 6 meses, y la inhalación de esta planta no está indicada en niños menores de 6 años. El uso tópico de la manzanilla solo está indicado en niños mayores de 12 años.

La manzanilla común (Matricaria recutita) se puede usar durante el embarazo y la lactancia, siempre y cuando sea indicado por un médico. Sin embargo, se debe evitar el uso de la manzanilla romana, ya que aún no hay estudios que demuestren su seguridad durante el embarazo y la lactancia.

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