9 cicatrizantes naturales para heridas

Actualizado en junio 2023
Evidencia científica

Algunos cicatrizantes naturales para heridas, como las vendas con miel, la cataplasma de té de caléndula o las compresas de manzanilla, poseen sustancias con propiedades antiinflamatorias, calmantes y/o hidratantes que ayudan a disminuir la inflamación y estimular la regeneración de la piel. 

Estos cicatrizantes naturales pueden ser usados en heridas, picaduras de insectos, eccemas o quemaduras, por ejemplo. Sin embargo, no deben ser utilizados en heridas abiertas que estén sangrando o tengan pus, pues en estos casos, la herida debe ser tratada por un enfermero que podrá hacer la limpieza correcta y la curación necesaria. Vea cómo hacer la curación de las heridas abiertas. 

Los cicatrizantes naturales se aplican después de lavar y secar la piel y aunque no sirvan para sustituir el tratamiento médico, son una óptima opción para acelerar la cicatrización de la piel, complementando el tratamiento recomendado del médico. 

Imagem ilustrativa número 1

Principales cicatrizantes naturales

Algunos cicatrizantes naturales que se pueden preparar para curar las heridas son:

1. Vendas con miel 

La miel es una muy buena opción para cicatrizar las heridas, como las úlceras en los pies de diabéticos, heridas crónicas o quemaduras, porque contienen antibióticos naturales que combaten las infecciones de la piel. 

Además de eso, la miel tiene propiedades hidratantes que ayudan en la regeneración de los tejidos, reduciendo el tiempo de cicatrización. Estas vendas no deben ser usadas por personas que tengan alergia al polen, miel o propóleo. Conozca más beneficios de la miel. 

Ingredientes:

  • Miel;

  • Vendas esterilizadas.

Modo de preparación:

Limpiar la herida y luego cubrirla con una capa fina  de miel, colocar una venda por encima y volver a aplicar miel. Se debe cambiar la venda 2 veces por día. 

2. Cataplasma de té de caléndula 

La caléndula, cuyo nombre científico es Caléndula officinalis, posee propiedades antiinflamatorias y calmantes, siendo una muy buena opción de cicatrizante natural cuando es usada en forma de cataplasma preparada a partir del té de esta planta, pues ayuda a reducir la inflamación de la piel causada por heridas crónicas, quemaduras o úlceras, acelerando la cicatrización. 

Ingredientes:

  • 1 a 2 cucharaditas de té de caléndula;

  • 150 mL de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Colocar las flores de caléndula en agua hirviendo y dejar reposar por 5 minutos. Dejar enfriar, colar y mojar una compresa limpia y seca en la infusión de caléndula, como una gasa o un algodón, por ejemplo. Aplicar la compresa en el área de la piel afectada 3 veces por día, dejando actuar por 30 minutos.

3. Compresas de manzanilla 

La manzanilla es una excelente opción de cicatrizante natural, ya que además de tener acción antiinflamatoria, también tiene sustancias con propiedades antialérgicas y calmantes, como el azuleno, bisabolol y farneseno. Estas sustancias calman la piel, reducen la inflamación, alivian la picazón e irritación de la piel, en situaciones de miliaria roja o sarpullido de calor y heridas crónicas, por ejemplo.

Ingredientes:

  • 20 a 30 g de flores frescas o secas de manzanilla;

  • 500 mL de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Adicionar las flores frescas o secas de manzanilla en el agua hirviendo y dejar reposar durante 15 minutos. Luego, colar y mojar la gasa, algodón o paño limpio y aplicar en el área de la piel afectada por lo menos dos veces por día, dejando actuar durante 5 minutos.

4. Gel de sábila

La sábila o áloe vera es una planta medicinal que ayuda a calmar la piel porque tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, ayudando a cicatrizar las heridas e hidratar la piel.

Al preparar este cicatrizante natural, es importante no usar la cáscara de la hoja de la sábila, ya que tiene efectos tóxicos. Únicamente debe ser utilizado el gel transparente que está dentro de la hoja.

Ingredientes:

  • 2 hojas de sábila.

Modo de preparación:

Lavar las hojas de la sábila, cortar al medio y retirar el gel que se encuentra adentro, colocándolo en un recipiente limpio y seco. Luego, humedecer una toalla limpia o una gasa con el gel y pasar en las regiones de la piel infectada 3 veces al día aproximadamente. Vea otros beneficios de la sábila.

5. Cataplasma de avena

La cataplasma de avena posee ácido silícico con acción cicatrizante, además de las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y calmantes, que contribuyen para una mejor cicatrización de la piel, pudiendo ser utilizado en casos de urticaria, psoriasis, úlceras, heridas o ampollas de la piel, por ejemplo.

Además de eso, la avena es rica en almidón, con acción hidratante, ayudando a mejorar aún más la cicatrización de la piel. 

Ingredientes:

  • 1 mano llena de avena;

  • 1 litro de agua.

Modo de preparación:

Hervir el agua y la avena en un recipiente durante 20 minutos aproximadamente. Colar y dejar enfriar. En seguida, mojar una gasa o un paño limpio y seco en la infusión de avena, aplicando sobre la región afectada de la piel, dejando actuar durante 10 a 20 minutos. Después, enjuagar la piel con agua corriente, secar con una toalla limpia y seca.

La cataplasma de avena no debe ser usada en heridas abiertas o que estén sangrando.

6. Compresas con la flor de la trinidad

La flor de la trinidad, conocida científicamente como viola tricolor, posee propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antialérgicas, siendo, por eso, una muy buena opción de remedio casero para aplicar sobre la piel para estimular la cicatrización de las heridas, alergias en la piel, psoriasis o eccema.

Ingredientes

  • 4 cucharadas de flores frescas o secas de flor de la trinidad;

  • 2 tazas de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Adicionar las flores de la trinidad en el agua hirviendo y dejar reposar por 15 minutos. Dejar enfriar, colar y mojar una gasa con la infusión de la flor de trinidad y pasar por la región infectada de la piel 2 veces por día, hasta 3 semanas.

7. Pasta de milenrama

La pasta preparada con milenrama, cuyo nombre científico es Achillea millefolium, rica en flavonoides y ácido salicílico, con acción antiinflamatoria y antibacteriana, además de tener propiedades que mejoran la circulación sanguínea y la regeneración de la piel que actúan acelerando la cicatrización de los cortes, heridas, picaduras de insectos o varices.

Ingredientes:

  • 1 cucharadita de extracto líquido de milenrama;

  • 125 ml de agua tibia.

Modo de preparación:

Diluir una cucharadita del extracto de milenrama en 125 ml de agua tibia y después sumergir una gasa estéril, compresa o paño limpio y seco, aplicando en la región afectada de la piel.

8. Compresa de consuelda

La compresa preparada con consuelda, cuyo nombre científico es Symphytum officinale,es rica en alantoína, mucilagos y taninos con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, astringentes e hidratantes, que actúan ayudando a regenerar la piel y acelerar la cicatrización. Este remedio puede ser usado en las heridas, dermatitis, psoriasis, eccemas o espinillas, por ejemplo.

Ingredientes:

  • 10 g de hojas de consuelda;

  • 500 ml de agua.

Modo de preparación:

Colocar todos los ingredientes en una cacerola y hervir durante 5 minutos. Luego, tapar y dejar enfriar. Cuando estuviera tibio, filtrar y mojar una gasa estéril en la infusión y aplicar la compresa en la piel, dejando actuar durante 30 minutos.

9. Mezcla de aceites esenciales

Existen algunos aceites esenciales que poseen propiedades que ayudan a la cicatrización de la piel, como los aceites de caléndula, lavanda, romero y manzanilla, que poseen acción cicatrizante, antiinflamatoria y analgésica, disminuyendo la inflamación y ayudando en la regeneración de los tejidos.

Para utilizar la mezcla de aceites esenciales sobre la piel, es necesario mezclarlos con otros aceites vegetales, como el de coco o almendras, por ejemplo, para permitir que los aceites esenciales se absorban mejor en la piel y no causen irritación. 

Ingredientes:

  • 1 gota de  aceite esencial de caléndula;

  • 1 gota de aceite esencial de lavanda;

  • 1 gota de aceite esencial de romero;

  • 1 gota de aceite esencial de manzanilla;

  • 30 mL de aceite de coco o almendra.

Modo de preparación:

Juntar todos los ingredientes y mezclar bien hasta que quede de manera uniforme. Lavar bien la región de la piel que va a ser tratada, con agua y jabón neutro y secar con una toalla limpia y seca. Aplicar una pequeña cantidad de la mezcla de aceites esenciales sobre la piel masajeando suavemente.

La mezcla de aceites esenciales debe ser guardada en un recipiente de vidrio, preferentemente oscuro, limpio y seco, manteniéndose cerrado y almacenado dentro de un armario lejos del calor y la humedad.