Infección urinaria en bebés: síntomas, causas y tratamiento

Actualizado en noviembre 2022

La infección urinaria en bebés es muy frecuente y ocurre cuando las bacterias patógenas invaden la vejiga urinaria o los riñones del niño, presentando signos y síntomas, como fiebre, orina con color oscuro y olor fuerte, llantos y molestias al orinar.

Las infecciones del tracto urinario en bebés y niños pueden ser causadas por diversos factores, como malformaciones en los riñones, obstrucciones en las vías urinarias o hábitos higiénicos inadecuados, siendo mucho más frecuentes en las niñas que en los niños, porque en las niñas la uretra es más corta y está más cerca del ano.

El diagnóstico de infección urinaria es realizado por el pediatra, que evaluará los síntomas y signos del niño, además de solicitar el examen de urocultivo, el cual sirve para detectar el microorganismo responsable de la infección y así indicar el tratamiento adecuado, que es realizado con el uso de antibióticos. Conozca cómo se realiza el urocultivo en bebés.

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Principales síntomas

Los síntomas de una infección urinaria en niños y bebés, generalmente son:

  • Orina más oscura de lo normal;
  • Orina con olor fuerte;
  • Aumento de la frecuencia urinaria;
  • Llanto o queja cuando está orinando;
  • Falta de apetito;
  • Irritabilidad y falta de energía;
  • Mojar la cama por la noche, aunque el niño ya haya aprendido a usar el inodoro;
  • Fiebre de 37 a 38 °C.

El diagnóstico de infección urinaria en los bebés que utilizan pañales se puede hacer con la recolección de orina, la cual se puede obtener a través de una bolsita de orina especial que se coloca en la región íntima del bebé, esto permite obtener una muestra para que sea analizada en el laboratorio. En el caso de los niños más grandes se realiza en un vaso de recolección de orina como en los adultos. 

Causas de infección urinaria en bebés

Las principales causas de infección urinaria en bebés de manera persistente son:

  • Malformación renal;
  • Obstrucción en algún punto de las vías urinarias;
  • Reflujo vesicoureteral, es una enfermedad que provoca un reflujo de la orina en dirección opuesta a la normal;
  • Hábitos higiénicos inadecuados;
  • Antecedentes familiares de infecciones del tracto urinario.

Los niños menores de 1 año que no se les ha extirpado el prepucio del pene, también tienen un riesgo ligeramente más alto de desarrollar este tipo de infecciones.

Es importante diagnosticar a tiempo la infección urinaria, ya que si no se trata puede provocar daños en los riñones del niño.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la infección urinaria, tanto en niños como en bebés, se realiza con la ingestión de antibióticos prescritos por el pediatra, la dosis será variable según el peso corporal y deberá darse durante el tiempo que sea indicado por el médico, porque dependerá del microorganismo que esté causando la infección.

Es muy importante que los padres le den el medicamento al niño o al bebé hasta el último día indicado por el médico, para evitar que la infección urinaria vuelva y que el microorganismo se haga resistente al antibiótico.

Es posible que el médico repita los análisis de orina para asegurarse de que ya no hay infección. Es importante asegurarse de que ha desaparecido la infección, porque una infección del tracto urinario tratada de forma incompleta puede recurrir o extenderse a otras áreas.

Algunas recomendaciones

Es importante cambiarle los pañales varias veces al día al bebé, y para limpiarlo lo ideal es utilizar un paño de algodón mojado con agua o suero fisiológico, evitando así el uso de toallitas húmedas. Se debe mantener una buena hidratación, ya que ayudará a eliminar las bacterias a través de la orina, en el caso de los bebés lactantes se debe dar lactancia materna a libre demanda, siendo posible que el pediatra indique para darle un poco de agua en un biberón para complementar. 

Vea en el vídeo a continuación cómo la alimentación en los bebés y niños mayores de 6 meses de edad, puede ayudar a tratar la infección urinaria:

Posibles complicaciones 

Si no se trata a tiempo o de la manera adecuada, la infección urinaria en niños y bebés puede afectar los riñones, provocando una enfermedad llamada pielonefritis, presentando síntomas, como fiebre muy alta, dolor del lado de la espalda, cansancio importante y vómitos. Además de eso, la infección urinaria puede ocasionar que las bacterias del tracto urinario se extiendan a la sangre. En estos casos, el bebé o niño puede requerir de internamiento hospitalario urgente para que reciba antibióticos por inyección o por vía intravenosa.

A veces, también la fiebre alta aumenta las necesidades de líquidos en el bebé y niño, y si no se los hidrata de manera adecuada puede causar deshidratación, presentando síntomas, como llanto sin lágrimas, hundimiento de la fontanela, fácil irritabilidad y somnolencia excesiva. Conozca más sobre los síntomas de deshidratación en bebés.

Cómo se puede prevenir

Para prevenir la infección urinaria en los niños y bebés, se deben mantener algunas medidas como:

  • Mantener al bebé o al niño siempre limpio y seco, cambiando los pañales y limpiando con frecuencia para ayudar a prevenir la proliferación de las bacterias que provocan las infecciones del tracto urinario;
  • Realizar la higiene íntima del bebé o del niño con un paño o compresa de algodón con agua o suero fisiológico;

  • En las niñas, la limpieza de la región íntima debe realizarse de adelante hacia atrás, esto con la finalidad de evitar que los microorganismos de la región anal pasen a la región genital;

  • Usar ropa interior de algodón en lugar de nailon,porque es menos probable que fomente el crecimiento de bacterias;

  • Los niños deben beber mucho líquido y los bebés amamantar a libre demanda.

Otro consejo importante es mantener el cambiador, la bañera del bebé o la bacinica siempre bien higienizados, si es posible limpiándolos con alcohol cada vez que se cambia el pañal o que el niño haga pipí en la bacinica.

Por otro lado, a todos los niños se les debe enseñar a no esperar cuando tienen necesidad de ir al baño, ya que orina que permanece en la vejiga, les da a las bacterias un lugar propicio para crecer.

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