Hipófisis: funciones, anatomía y enfermedades

La hipófisis es una glándula situada en la base del cerebro. Se le conoce como la “glándula maestra” porque produce hormonas que regulan el funcionamiento de otras glándulas endocrinas, controlando así numerosas funciones vitales del organismo.

Esta glándula participa en procesos esenciales en el cuerpo humano como el crecimiento, el metabolismo, la reproducción y la respuesta al estrés. Cuando la hipófisis no funciona correctamente, pueden surgir varias enfermedades, incluyendo tumores que afectan la producción hormonal y requieren tratamiento.

Muchas alteraciones hipofisiarias necesitan atención médica inmediata, por lo que es importante consultar con un endocrinólogo ante el surgimiento de síntomas sugestivos.

Ubicación de la hipófisis
Ubicación de la hipófisis

Funciones de la hipófisis

La hipófisis actúa como el principal centro regulador endocrino del organismo. Sus funciones recaen en la producción de diversas hormonas gracias a dos partes principales:

1. Lóbulo anterior (adenohipófisis)

  • Adrenocorticotropina (ACTH): regula la liberación de cortisol desde las glándulas suprarrenales.
  • Prolactina (PRL): estimula la producción de leche en las glándulas mamarias.
  • Hormona de crecimiento (GH): controla el crecimiento corporal y la reparación de tejidos.
  • Gonadotropinas (FSH y LH): regulan la función de ovarios y testículos.
  • Tirotropina (TSH): controla la actividad de la tiroides.

2. Lóbulo posterior (neurohipófisis)

  • Oxitocina: participa en el parto y la expulsión de leche materna.
  • Vasopresina (ADH): regula el equilibrio de agua y presión arterial.

Cada una de estas hormonas tiene efectos específicos y fundamentales para la salud.

Eje hipotálamo-hipófisis

El eje hipotálamo-hipófisis es un sistema que conecta al hipotálamo, ubicado en la base del cerebro, con la hipófisis a través de señales químicas conocidas como hormonas de liberación.

Gracias a este eje, el cerebro puede regular la producción de diversas hormonas, como las tiroideas, suprarrenales y sexuales, que cumplen funciones esenciales en el organismo.

La importancia de este eje radica en que mantiene el equilibrio hormonal general, permite una respuesta rápida frente al estrés o a las lesiones y favorece la planificación hormonal de acuerdo con las necesidades del cuerpo en cada momento.

¿Qué es el eje hipotalamo hipofisis ovario?

Este eje conecta el hipotálamo, la hipófisis y los ovarios. El hipotálamo libera GnRH, que estimula la hipófisis a producir FSH y LH. Estas gonadotropinas regulan el ciclo menstrual, la ovulación y la producción de hormonas femeninas.

¿Qué es el eje hipotalamo hipofisis-gonadal?

El eje hipotalamo-hipófisis-gonadal es esencial tanto en mujeres como en hombres. En hombres, el hipotálamo libera GnRH, la hipófisis responde con FSH y LH, que actúan sobre los testículos para controlar la producción de testosterona y espermatozoides.

¿Qué es el eje hipotalamo hipofisis-suprarrenal?

Este eje controla la liberación de ACTH por la hipófisis. La ACTH estimula las glándulas suprarrenales para producir cortisol, fundamental en la respuesta al estrés, regulación de metabolismo y sistema inmune.

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Dónde se encuentra ubicada

La hipófisis se localiza en el interior de la silla turca, una pequeña cavidad ósea del hueso esfenoides situada en la base del cráneo. Se encuentra justo detrás de la raíz de la nariz y por debajo del hipotálamo.

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Su ubicación, cercana a estructuras cerebrales importantes, facilita la transmisión de señales hormonales.

Anatomía de la hipófisis

La hipófisis mide aproximadamente 8 mm de diámetro anteroposterior y 12 mm transversal, con un peso cercano a 500 mg en adultos. Esta glándula consta de varias partes:

  • Adenohipófisis (parte anterior): principal productora de hormonas.
  • Neurohipófisis (parte posterior): almacena y libera oxitocina y vasopresina.
  • Pars intermedia: zona de transición con función menor.

Se conecta al hipotálamo por el infundíbulo y está irrigada por las arterias hipofisarias.

Enfermedades de la hipófisis

Diversas enfermedades pueden afectar la hipófisis. Entre las más frecuentes se encuentran:

1. Tumores hipofisarios (adenomas)

Estos tumores pueden ser benignos y, generalmente, crecen de forma lenta. Algunos pueden secretar hormonas en exceso, mientras que otros solo causan síntomas por compresión de estructuras vecinas. Los tumores hipofisiarios se pueden clasificar en:

  • Adenomas funcionantes: producen hormonas en exceso (prolactina, ACTH y GH).
  • Adenomas no funcionantes: no producen hormonas, pero pueden afectar la visión o causar dolor de cabeza.
  • Macroadenomas: tumores mayores de 10 mm que pueden causar alteraciones visuales y panhipopituitarismo.
  • Microadenomas: menores de 10 mm, a menudo asintomáticos.

El tratamiento puede incluir medicación, cirugía o radioterapia según el tipo y tamaño.

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2. Prolactinomas

Un Prolactinoma: qué es, síntomas, causas y tratamiento es un tumor benigno de la hipófisis que provoca exceso de prolactina, lo cual altera la fertilidad y puede causar galactorrea y trastornos menstruales o disfunción sexual. El crecimiento es lento y los síntomas suelen aparecer de forma gradual.

El tratamiento habitual es con medicamentos que disminuyen la prolactina, como cabergolina, pero en algunos casos se requiere cirugía si no hay mejoría o hay compresión de estructuras cercanas.

3. Enfermedad de Cushing

La enfermedad de Cushing ocurre por un adenoma que eleva la ACTH y el cortisol, causando signos como obesidad de predominio troncal, cara redonda y debilidad muscular. También puede provocar hipertensión y alteraciones en la piel.

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El tratamiento principal es la cirugía para quitar el tumor y, si esto no es posible, se usan fármacos para disminuir el cortisol. A veces, se necesita radioterapia o tratamientos adicionales si hay recaída o el tumor es inoperable.

4. Acromegalia/gigantismo

La acromegalia y el gigantismo surgen por un tumor que produce demasiada hormona del crecimiento: gigantismo si ocurre en niños y acromegalia en adultos. Esto genera agrandamiento de rasgos faciales, manos y pies, junto con dolor articular.

El primer abordaje es la cirugía, pero también pueden indicarse medicamentos o radioterapia para controlar la producción hormonal, especialmente si la resección completa del tumor no es posible.

5. Hipopituitarismo postinfarto

El hipopituitarismo postinfarto es cuando la hipófisis pierde su función tras una hemorragia grave, por ejemplo, durante el parto o por infarto. Esto produce déficit de hormonas como cortisol o tiroideas y causa fatiga, incapacidad de amamantar o hipotensión.

El tratamiento consiste en reemplazar las hormonas que faltan, de manera individualizada y con control endocrinológico regular, para evitar complicaciones graves derivadas de la falta de hormonas.

6. Hipofisitis

La hipofisitis es una inflamación de la hipófisis, que a menudo es autoinmune y puede desarrollarse en el embarazo. Sus síntomas incluyen dolor de cabeza, alteraciones visuales y diversas deficiencias hormonales.

El tratamiento se basa en corticosteroides para desinflamar y, si es necesario, en la reposición de las hormonas deficitarias, siguiendo el control por endocrinología.

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7. Síndrome de la silla turca vacía

El síndrome de la silla turca vacía consiste en que la hipófisis se ve disminuida en las imágenes y la cavidad que la contiene está ocupada por líquido cefalorraquídeo. Muchas veces no da síntomas o puede causar dolor de cabeza o pequeñas deficiencias hormonales.

No suele requerir tratamiento salvo que haya deficiencia hormonal, en cuyo caso se da reemplazo según necesidad. Normalmente, el control se basa en imágenes y seguimiento endocrino regular.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda consultar al endocrinólogo si aparecen síntomas como cambios en el crecimiento, infertilidad, alteraciones menstruales, problemas visuales, dolor de cabeza persistente o signos de alteración hormonal.

El diagnóstico precoz y seguimiento profesional permiten evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida.