Hígado graso: qué es, síntomas, causas y tratamiento

El hígado graso, o esteatosis hepática, se produce cuando se acumula grasa en las células del hígado, lo que afecta su funcionamiento y puede causar síntomas como dolor en el lado derecho del abdomen, hinchazón abdominal, náuseas, vómitos o malestar general.

Esta acumulación de grasa está asociada principalmente a hábitos de vida poco saludables, como una alimentación rica en grasas y carbohidratos, el sedentarismo y el consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, también puede estar relacionada con niveles elevados de colesterol, obesidad, embarazo o diabetes, entre otras causas.

En la mayoría de los casos, el hígado graso no provoca síntomas en las etapas iniciales, por lo que suele detectarse de forma incidental en exámenes de rutina. El tratamiento debe ser indicado por un gastroenterólogo o hepatólogo e incluye, por lo general, cambios en el estilo de vida, ajustes en la alimentación y, en algunos casos, el uso de medicamentos.

Vea a continuación el vídeo en el que la doctora Danielle explica más sobre el hígado graso:

8 señales de HÍGADO GRASO ¡que NO PUEDES IGNORAR!

07:55 | 2.044 visualizações

Síntomas de hígado graso

Los principales síntomas del hígado graso son:

  • Dolor en la parte superior derecha del abdomen;
  • Abdomen hinchado;
  • Pérdida de peso sin causa aparente;
  • Cansancio constante;
  • Malestar general;
  • Dolores de cabeza frecuentes;
  • Náuseas o vómitos.

La acumulación de grasa en el hígado suele ser silenciosa y, en muchos casos, no causa síntomas, o puede manifestarse solo como un cansancio leve o una molestia abdominal.

Lea también: 8 síntomas de hígado graso (con test online) tuasaude.com/es/sintomas-de-grasa-en-el-higado

Sin embargo, a medida que la grasa se acumula y no se trata, puede provocar inflamación o cicatrices en el hígado, afectando su funcionamiento y dando lugar a la aparición de síntomas.

En los casos más graves de hígado graso, pueden surgir complicaciones como cirrosis o insuficiencia hepática, con síntomas como heces claras, piel y ojos amarillentos, orina muy oscura o picazón en todo el cuerpo.

Síntomas de hígado graso en la piel

En el hígado graso, especialmente en etapas más avanzadas, pueden aparecer algunos síntomas visibles en la piel.

Uno de los más comunes es la coloración amarillenta de la piel, conocida como ictericia. También puede presentarse picazón intensa, causada por la acumulación de toxinas en el cuerpo debido al mal funcionamiento hepático.

Otro signo frecuente es la aparición de moretones en la piel, así como manchas oscuras en el cuello y las axilas, conocidas como acantosis nigricans, que suelen estar asociadas a la resistencia a la insulina o a la diabetes, condiciones que a menudo se relacionan con el hígado graso.

Lea también: Acantosis nigricans: qué es, síntomas y tratamiento tuasaude.com/es/acantosis-nigricans

Aunque estos síntomas no son comunes en las etapas iniciales, pueden volverse más evidentes a medida que el daño hepático progresa.

Test online de síntomas

Si cree que pueda tener hígado graso, seleccione los síntomas que presenta en el test a continuación y conozca cuál es su riesgo:

  1. 1. ¿Tienes pérdida de apetito?
  2. 2. ¿Tienes dolor en el lado superior derecho de la barriga?
  3. 3. ¿Tienes la barriga hinchada?
  4. 4. ¿Presentas heces de color blanquecino?
  5. 5. ¿Tienes cansancio frecuente?
  6. 6. ¿Tienes dolor de cabeza constante?
  7. 7. ¿Tienes mareos y vómitos?
  8. 8. ¿Tienes los ojos y la piel de color amarillo?

Este test de síntomas es solo una herramienta de orientación. No ofrece un diagnóstico ni reemplaza la consulta con un gastroenterólogo, hepatólogo o médico general.

Grados de hígado graso

El hígado graso puede clasificarse en diferentes grados según la cantidad de grasa acumulada en las células hepáticas:

  • Grado 1: cuando menos del 33 % de las células del hígado están afectadas.
  • Grado 2: entre el 33 % y el 66 % de las células del hígado están afectadas.
  • Grado 3: más del 66 % de las células del hígado están afectadas.

Sin embargo, la acumulación de grasa en el hígado suele ser silenciosa, y en muchos casos no provoca síntomas o se manifiesta apenas como un cansancio leve o una molestia abdominal.

Síntomas como piel y ojos amarillentos, por ejemplo, no están directamente relacionados con el grado de grasa acumulada, sino con la presencia de inflamación o fibrosis en el hígado, que pueden desarrollarse en algunas personas con esta condición.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico del hígado graso lo realiza el hepatólogo o gastroenterólogo a partir de la evaluación de los síntomas, los hábitos de vida y el historial de salud de la persona. Además, pueden solicitarse análisis de sangre para medir el tiempo de coagulación y las enzimas hepáticas, como ALT, AST, GGT, fosfatasa alcalina y bilirrubina.

En caso de que se detecten enzimas hepáticas elevadas o exista un historial familiar de cirrosis, el médico también puede pedir otros análisis de sangre, como anticuerpos antinucleares, anticuerpos de músculo liso, alfa-1 antitripsina, ceruloplasmina y niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH).

Además, pueden solicitarse estudios por imagen, como ecografía abdominal, tomografía computarizada o resonancia magnética, e incluso una biopsia hepática, para evaluar con mayor precisión la causa del mal funcionamiento del hígado.

Lea también: 13 pruebas de función hepática tuasaude.com/es/pruebas-de-funcion-hepatica

Posibles causas

Las causas del hígado graso aún no están completamente esclarecidas, pero se cree que están relacionadas con factores genéticos, nutricionales y ambientales.

Estos factores provocan un desequilibrio entre el consumo y la producción de grasa en el cuerpo, y su posterior utilización o eliminación. Entre los principales factores que favorecen la acumulación de grasa en el hígado se encuentran:

  • Consumo excesivo o frecuente de bebidas alcohólicas;
  • Alimentación rica en grasas y azúcares;
  • Antecedentes familiares de enfermedades hepáticas;
  • Sedentarismo, obesidad y diabetes tipo 2;
  • Hipertensión arterial, colesterol y/o triglicéridos elevados;
  • Edad superior a los 50 años;
  • Embarazo;
  • Tabaquismo;
  • Hipotiroidismo;
  • Desnutrición severa.

Además, el uso de ciertos medicamentos también puede contribuir al desarrollo del hígado graso, como los corticoides, el tamoxifeno, la amiodarona o el metotrexato.

Asimismo, algunas enfermedades metabólicas, como los trastornos en el almacenamiento de glucógeno o la homocistinuria, también pueden estar relacionadas con esta condición.

Lea también: 8 causas de hígado graso (y qué hacer) tuasaude.com/es/higado-graso-causas

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento del hígado graso debe ser realizado bajo la orientación del gastroenterólogo o hepatólogo, quienes pueden recomendar:

1. Cambios en los hábitos de vida

Las modificaciones en los hábitos de vida que el médico puede recomendar para tratar el hígado graso incluyen evitar el consumo de bebidas alcohólicas, realizar al menos 30 minutos de ejercicio físico al día y perder peso. Vea otros consejos para el hígado graso.

Estas modificaciones son cruciales, ya que ayudan a aumentar el metabolismo y la quema de grasa, lo que contribuye a controlar el peso y mejorar la salud hepática.

Además de estas recomendaciones, el médico puede sugerir otras pautas para asegurar un tratamiento adecuado y eficaz del hígado graso.

2. Dieta para el hígado graso

Las modificaciones en la dieta son fundamentales para el tratamiento del hígado graso. Por lo general, el médico recomendará reducir el consumo de alimentos ricos en grasas o azúcares, como quesos amarillos, tocino, piel de pollo, carne de cerdo, chocolate, mantequilla, margarina, helados, dulces o jugos de frutas.

Evitar estos alimentos ayuda a prevenir la sobrecarga de grasa en el hígado. Además, el médico puede recomendar una dieta específica para el hígado graso, la cual debe ser preferiblemente elaborada y guiada por un nutricionista.

Este profesional puede sugerir aumentar el consumo de alimentos como frutas frescas y naturales, vegetales frescos y cereales integrales ricos en fibra.

Lea también: Dieta para hígado graso: alimentos permitidos y a evitar tuasaude.com/es/dieta-para-el-higado-graso

3. Medicamentos

Los medicamentos para el hígado graso deben ser indicados por un médico con el objetivo de controlar las enfermedades que afectan su funcionamiento, ya que no existen fármacos específicos para esta condición. En función del caso, pueden ser recomendados:

  • Estatinas, como simvastatina o rosuvastatina, para ayudar a reducir el colesterol alto.
  • Antidiabéticos, como metformina, liraglutida o insulina, para controlar la diabetes.
  • Medicamentos para la tiroides, como la levotiroxina, en caso de hipotiroidismo.
  • Hepatoprotectores, como el ácido ursodesoxicólico, para proteger el hígado.

Además, el médico puede sugerir el uso de vitamina E, que tiene un potente efecto antioxidante y puede ayudar a reducir o neutralizar los daños causados por la inflamación en el hígado.

Lea también: 9 medicamentos para hígado graso (y cómo tomar) tuasaude.com/es/medicamentos-para-higado-graso

Es importante que el tratamiento sea siempre supervisado por un profesional para asegurar su eficacia y seguridad.

Vídeos relacionados

7 mejores alimentos para limpiar el HÍGADO GRASO

14:27 | 156.929 visualizações

Cómo acabar definitivamente con el HÍGADO GRASO

10:04 | 651.446 visualizações

8 señales de HÍGADO GRASO ¡que NO PUEDES IGNORAR!

07:55 | 2.044 visualizações