Hernia epigástrica: síntomas y tratamiento

Actualizado en julio 2021

La hernia epigástrica se caracteriza por una especie de agujero que se forma debido a la debilidad del músculo de la pared abdominal, entre el ombligo y el pecho, permitiendo la salida de tejidos por esta abertura, como tejido graso e incluso parte del intestino, formándose una protuberancia que se torna visible en la parte exterior del abdomen.

Generalmente, la hernia epigástrica no causa otros síntomas, sin embargo, en algunas situaciones se puede sentir dolor o molestia en la región cuando la persona tose o levanta peso, por ejemplo.

El tratamiento consiste en realizar una cirugía, en donde se reinsertan los tejidos en la cavidad abdominal. Además, se puede colocar una malla para fortalecer la pared abdominal.

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Posibles causas

La hernia epigástrica es causada por un debilitamiento de los músculos de la pared abdominal. Algunos de los factores que pueden contribuir para el debilitamiento de estos músculos, son exceso de peso, practicar ciertos tipos de deportes, hacer trabajos pesados o hacer grandes esfuerzos, por ejemplo.

Cuáles son los síntomas

En la mayor parte de las situaciones, la hernia epigástrica es asintomática, notándose solo una hinchazón en la región por encima del ombligo. Sin embargo, en algunos casos puede ocurrir dolor y molestias en la región como cuando se tose o se levanta peso, por ejemplo. 

Además, si la hernia aumenta de tamaño puede ocurrir la salida del intestino de la pared abdominal. Como consecuencia, puede ocurrir una obstrucción o estrangulamiento del intestino, que genera síntomas como estreñimiento, vómitos y diarrea, y en estos casos es necesario hacer cirugía para corrección.

Vea cómo diferenciar la hernia epigástrica de la hernia umbilical.

Cómo se realiza el tratamiento

En la mayor parte de los casos, la hernia epigástrica debe ser tratada cuando es sintomática para evitar complicaciones.

La cirugía se puede realizar con anestesia local, cuando es pequeña o general, y consiste en la reinserción y reposición de los tejidos salientes en la cavidad abdominal. Luego, el médico sutura la abertura, pudiendo colocar una malla en la región cuando es una hernia de gran volumen para fortalecer la pared abdominal y evitar que la hernia se forme nuevamente.

Generalmente, la recuperación de la cirugía es rápida y exitosa, y la persona es dada de alta cerca de uno o dos días después. Durante el periodo de recuperación la persona debe evitar hacer esfuerzos y realizar actividades intensas. El médico puede recomendar analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor postoperatorio.

Efectos secundarios de la cirugía

Generalmente la cirugía es bien tolerada, causando solo un ligero dolor y hematomas en la región de la incisión. Sin embargo, aunque es raro, puede ocurrir infección en la región y en cerca de 1 a 5 % de los casos la hernia puede surgir nuevamente.