Hernia epigástrica: qué es, síntomas y tratamiento

La hernia epigástrica es un tipo de hernia abdominal que ocurre cuando una porción del tejido graso o de los órganos internos, como el intestino, protruye a través de una debilidad en la pared abdominal en la región epigástrica, que está ubicada entre el ombligo y el esternón.

Generalmente, la hernia epigástrica no causa síntomas, sin embargo, en algunas situaciones puede haber dolor o molestia en la región cuando la persona tose o levanta peso.

El tratamiento consiste en realizar una cirugía, en donde se reinsertan los tejidos en el abdomen y, en algunos casos, se coloca una malla para reforzar la pared abdominal.

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Imagen representativa de una hernia epigástrica
Imagen de una hernia epigástrica

Síntomas de hernia epigástrica

Los síntomas de la hernia epigástrica son:

  • Bulto o protuberancia en la región entre el ombligo y el esternón, que puede o no ser visible y palpable. En ocasiones, se hace visible solo al toser o levantar peso;
  • Dolor y malestar en la región media superior del abdomen al toser o levantar peso, en algunos casos, pues este tipo de hernia suele ser asintomática.

En algunos casos, en vez de tejido graso puede ser el intestino el que protruye a través de la pared abdominal, pudiendo aumentar de tamaño y causar incomodidad.

Posibles causas

La hernia epigástrica es causada por un debilitamiento de los músculos de la pared abdominal, que permite la salida de tejido graso por esta abertura y forma un bulto en el abdomen.

Algunos de los factores que pueden contribuir para el debilitamiento de estos músculos son: exceso de peso, embarazo, practicar ciertos tipos de deportes, hacer trabajos pesados o hacer grandes esfuerzos, por ejemplo.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la hernia epigástrica es realizado por un médico general, el cual deberá realizar una evaluación de los antecedentes médicos y una exploración física, donde le pedirá ponerse de pie y toser para verificar el bulto en el abdomen.

Además, también podrá solicitar algunos exámenes de imagen, como un ultrasonido, tomografía computarizada o resonancia magnética para determinar dónde se encuentra ubicada a hernia y cuál será la mejor estrategia quirúrgica para repararla.

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Complicaciones de la hernia epigástrica

Aunque es muy raro, también pueden surgir complicaciones, como el estrangulamiento de la hernia epigástrica, lo que significa que los órganos de la región epigástrica han quedado atrapados en la pared abdominal y el flujo sanguíneo se ve restringido o bloqueado.

Esta situación puede ocasionar síntomas como dolor intenso en el área de la hernia, sensibilidad, enrojecimiento de la piel sobre la hernia, náuseas, vómitos, fiebre y cambios en la coloración de la piel sobre la hernia, siendo esto una emergencia médica que debe ser tratada de inmediato. Vea cómo diferenciar la hernia epigástrica de la hernia umbilical.

Cómo se realiza el tratamiento

La hernia epigástrica puede ser tratada mediante observación o requerir intervención cuando alcanza un tamaño considerable y comienza a causar síntomas, con el fin de prevenir complicaciones.

La cirugía para reparar la hernia epigástrica se puede realizar con anestesia local o anestesia general. Esta operación consiste en la reinserción y reposición de los tejidos salientes en la cavidad abdominal. A continuación, el médico sutura la abertura, pudiendo colocar una malla en la región, cuando es una hernia de gran volumen, para fortalecer o reforzar la pared abdominal y evitar que la hernia se forme nuevamente.

Generalmente, la recuperación de la cirugía es rápida y exitosa, y la persona es dada de alta cerca de uno o dos días después. Durante el periodo de recuperación la persona debe evitar hacer esfuerzos y realizar actividades intensas. El médico puede recomendar analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor postoperatorio.

Riesgos de la cirugía

Generalmente, la cirugía es bien tolerada, causando solo un ligero dolor y hematomas en la región de la incisión. Sin embargo, aunque es raro, también puede ocurrir una infección en de la herida. En muy pocos casos, entre el 1 y 5 %, la hernia puede volver a surgir nuevamente.