La hemiplejía es una parálisis, debilidad o pérdida grave de fuerza que afecta únicamente un lado del cuerpo, y puede causar síntomas como dificultad para caminar o hablar, pérdida del equilibrio o de la coordinación motora, incapacidad para sostener objetos, confusión mental o convulsiones.
Esta alteración suele ser consecuencia de una parálisis cerebral, migraña, enfermedades infecciosas que afectan el sistema nervioso central o un accidente cerebrovascular (ACV), siendo este último la causa más común de hemiplejía en adultos.
El tratamiento debe ser orientado por un neurólogo y varía según la causa y la intensidad de los síntomas. Generalmente, incluye un proceso de rehabilitación con fisioterapia, fonoterapia y terapia ocupacional, con el objetivo de mejorar la calidad de vida. En algunos casos, puede ser necesario el uso de toxina botulínica o la realización de una cirugía.
Síntomas de la hemiplejía
Los principales síntomas de la hemiplejia son:
- Pérdida de la coordinación motora en un lado del cuerpo;
- Falta o pérdida del equilibrio;
- Dificultad para caminar o sostener objetos;
- Confusión mental;
- Dificultad para hablar;
- Problemas de concentración, atención o memoria;
- Agitación o inquietud;
- Contracción del lado afectado del rostro, lo que deja la boca torcida y causa dificultad para abrir y cerrar los ojos;
- Convulsiones, en algunos casos.
Además, pueden presentarse rigidez muscular o espasticidad, en la que el brazo tiende a mantenerse encogido y la pierna muy rígida, dificultando la flexión de la rodilla.
Lea también: Espasticidad: qué es, síntomas, causas y tratamiento tuasaude.com/es/espasticidadPor lo general, la parálisis ocurre en el lado del cuerpo opuesto al área del cerebro que ha sido dañada. Por ejemplo, si la lesión es en el hemisferio izquierdo del cerebro, los síntomas de la hemiplejia aparecen en el lado derecho del cuerpo.
Es fundamental acudir al neurólogo ante los primeros signos indicativos de hemiplejia, ya que así es posible identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado.
Si los síntomas surgen repentinamente, se debe acudir de inmediato al hospital, ya que puede tratarse de un accidente cerebrovascular (ACV). Vea cuáles son los síntomas de un ACV.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de hemiplejia lo realiza el neurólogo o el médico general mediante la evaluación de los síntomas, el historial clínico y un examen neurológico completo, con el fin de verificar las funciones motoras y sensoriales.
Además, el médico puede solicitar diversos exámenes para identificar la causa de la hemiplejia, como hemograma completo, pruebas de coagulación sanguínea, resonancia magnética, tomografía computarizada, electroencefalograma o incluso punción lumbar. Vea en qué consiste la punción lumbar.
Principales causas
Las principales causas de la hemiplejía son:
- Accidente cerebrovascular (ACV), aneurisma, hemorragia cerebral o hematoma subdural;
- Infecciones en el cerebro, como meningitis, encefalitis o absceso cerebral;
- Traumatismos cerebrales causados por accidentes o deportes;
- Tumores o cáncer en el cerebro;
- Enfermedades desmielinizantes, como la esclerosis múltiple;
- Neuropatía diabética;
- Síndrome de Ramsay Hunt o parálisis de Bell;
- Epilepsia o convulsiones.
En el caso de los niños, la hemiplejia está frecuentemente relacionada con meningitis u otras enfermedades infecciosas que afectan el sistema nervioso; sin embargo, también puede presentarse debido a parálisis cerebral.
Además, la hemiplejia en niños puede ser consecuencia de complicaciones durante el embarazo, siendo conocida como hemiplejía congénita.
Cómo es realizado el tratamiento
El tratamiento de la hemiplejía debe ser orientado por un neurólogo y comienza con el abordaje específico de su causa.
Para complementar el tratamiento, el médico puede indicar:
1. Fisioterapia
La fisioterapia para hemiplejia incluye ejercicios prescritos por el fisioterapeuta con el objetivo de fortalecer los músculos, mejorar la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación motora.
Además, ayuda a mejorar la expresión facial, la movilidad de las extremidades y la independencia para realizar las actividades cotidianas. En algunos casos, puede incluir estimulación eléctrica funcional (FES). Vea en qué consiste la electroterapia.
Algunos ejercicios también pueden realizarse en casa, siguiendo la orientación del fisioterapeuta.
2. Terapia ocupacional
La terapia ocupacional es útil para mejorar la calidad de vida y fomentar la independencia en actividades diarias, como comer, caminar o trabajar. Durante las sesiones, el terapeuta enseña cómo utilizar dispositivos de apoyo, como cubiertos adaptados, andadores o sillas de ruedas.
3. Fonoaudiología
La intervención del fonoaudiólogo ayuda a mejorar la capacidad de habla, la comunicación y la expresión facial. También es útil para desarrollar habilidades relacionadas con la alimentación y la deglución.
4. Inyección de toxina botulínica
En algunos casos, el médico puede aplicar toxina botulínica para reducir la espasticidad y mejorar la movilidad. Sin embargo, este tratamiento no está indicado para todas las personas.
5. Cirugía
La cirugía se considera solo como último recurso, generalmente cuando hay contracturas musculares. En estos casos, se realiza un corte en ciertos ligamentos para aliviar la rigidez muscular.
¿Cuál es la diferencia entre hemiplejía y hemiparesia?
La hemiplejía y la hemiparesia presentan síntomas similares; sin embargo, en la hemiplejia ocurre una pérdida grave o completa de la fuerza en uno de los lados del cuerpo, lo que puede causar dificultades en el habla o en la coordinación motora, debido a daños moderados o severos en el cerebro.
Por otro lado, en la hemiparesia hay una pérdida leve de fuerza en uno de los lados del cuerpo, provocada por daños leves en el cerebro o en los nervios.