Granuloma inguinal: qué es, síntomas, prevención y tratamiento

El granuloma inguinal es una infección de transmisión sexual crónica y progresiva, causada por la bacteria Klebsiella granulomatis, que provoca síntomas como bultos, heridas o úlceras en la zona íntima, la ingle o el ano.

También conocido como granuloma venéreo, bubón inguinal o donovanosis, esta infección puede afectar tanto a hombres como a mujeres, y normalmente se transmite por relaciones sexuales sin protección con una persona infectada por la bacteria.

El tratamiento del granuloma inguinal debe ser indicado por el urólogo, en el caso de los hombres, o por el ginecólogo, en el caso de las mujeres, y normalmente consiste en el uso de antibióticos para eliminar la bacteria.

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Granuloma infuinal
Granuloma inguinal foto

Principales síntomas

Los principales síntomas del granuloma inguinal son:

  • Bulto o nódulos de color rojo intenso en la zona íntima, que no causan dolor;
  • Heridas o úlceras que aumentan de tamaño lentamente;
  • Lesiones que sangran con facilidad;
  • Molestias en el sitio de las lesiones;
  • Mal olor o pus, cuando las lesiones se infectan.

Los síntomas pueden aparecer en el prepucio, surco coronal, frenillo, glande o escroto en hombres; y en los labios mayores o menores, abertura vaginal, cuello del útero o tracto genital superior en mujeres.

Además, pueden surgir lesiones en otras zonas como el ano, la ingle, el rostro, labios, encías, faringe, laringe o tórax.

Cuando la infección no se trata, puede causar lesiones en órganos internos, como pulmones, hígado, bazo, articulaciones u huesos, por ejemplo.

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¿Cuándo aparecen los síntomas?

Generalmente, los síntomas del granuloma inguinal aparecen de forma progresiva, entre 30 días y 6 meses después del contacto con la bacteria.

Es importante acudir al urólogo o ginecólogo ante cualquier síntoma para obtener un diagnóstico y comenzar el tratamiento lo antes posible.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico del granuloma inguinal lo realiza el urólogo, ginecólogo o infectólogo mediante la evaluación de los síntomas, el examen físico de la región genital, los hábitos de vida, el historial clínico y de los registros de las relaciones sexuales sin protección.

Además, el médico puede tomar una muestra del líquido de la herida o úlcera para identificar la bacteria Klebsiella granulomatis, o incluso realizar una biopsia de la lesión en algunos casos.

Estas pruebas ayudan a confirmar el diagnóstico y a descartar otras enfermedades con síntomas similares, como sífilis, chancro blando, linfogranuloma venéreo o incluso cáncer.

El médico también pueden solicitar pruebas para otras ITS, especialmente la prueba de VIH.

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Granuloma inguinal y VIH

Debido a que las heridas del granuloma inguinal son abiertas, representan una puerta de entrada para otras infecciones, por lo que esta enfermedad se asocia a un mayor riesgo de contraer VIH.

Cómo se transmite

La principal forma de transmisión del granuloma inguinal es a través de relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin preservativo.

Sin embargo, aunque es poco común, también puede transmitirse por contacto no sexual, como en casos de transmisión fecal o durante el parto vaginal.

Cómo es el tratamiento

El tratamiento debe ser indicado por un urólogo, ginecólogo o infectólogo y normalmente incluye el uso de antibióticos para eliminar la bacteria, controlar la infección, favorecer la cicatrización de las lesiones y prevenir infecciones secundarias.

Los principales tratamientos de granuloma inguinal son:

1. Antibióticos

Los principales antibióticos que pueden ser recetados por el médico son:

  • Azitromicina;
  • Doxiciclina;
  • Ciprofloxacino;
  • Eritromicina;
  • Sulfametoxazol con trimetoprima.

Generalmente, estos antibióticos se utilizan por al menos 3 semanas consecutivas y su uso debe continuar hasta que las heridas genitales cicatricen por completo.

Si los síntomas no mejoran en los primeros días de tratamiento, puede ser necesario volver al médico para agregar otro antibiótico, generalmente un aminoglucósido como la gentamicina.

2. Cirugía

En casos de lesiones extensas, puede recomendarse la extirpación quirúrgica de la lesión, la cual no cura la infección, por lo que es necesario seguir tomando los antibióticos según la indicación médica.

3. Seguimiento médico regular

Durante y después del tratamiento, es importante asistir a las consultas de seguimiento y realizar controles periódicos.

Esto permite al médico evaluar cómo está respondiendo el organismo al tratamiento y si la bacteria se está eliminando adecuadamente, pudiendo cambiar el antibiótico si es necesario.

4. Autocuidados

Además de tomar el antibiótico según las indicaciones del médico, también es importante:

  • Cumplir con el tratamiento durante todo el tiempo indicado por el médico;
  • Mantener limpia la zona íntima para evitar infecciones en las heridas y favorecer la cicatrización;
  • Evitar el contacto íntimo hasta la curación completa de la infección;
  • No suspender el tratamiento por cuenta propia.

Si hubo contacto íntimo en los 60 días previos al diagnóstico, es importante informar a la pareja para que acuda al médico, evalúe si también tiene la infección e inicie tratamiento si es necesario.

¿El granuloma inguinal tiene cura?

El granuloma inguinal tiene cura cuando el tratamiento se realiza correctamente, siguiendo las indicaciones médicas.

Posibles complicaciones

El granuloma inguinal puede provocar complicaciones como la diseminación de la infección a órganos internos, lo que podría causar osteomielitis o poliartritis, por ejemplo.

También pueden surgir otras complicaciones como sangrado vaginal, estrechamiento del canal vaginal, anal o uretral, cicatrices en el pene o el escroto, o incluso cáncer.

Cómo prevenir

Para prevenir el granuloma inguinal se recomienda:

  • Usar preservativo en todas las relaciones sexuales, ya sean vaginales, anales u orales;
  • Evitar el contacto íntimo mientras existan síntomas;
  • Realizarse chequeos regulares para detectar infecciones de transmisión sexual;
  • Evitar tener múltiples parejas sexuales.

Realizar una autoexploración de los órganos genitales, observando posibles cambios en el olor, color, apariencia o la piel, puede ayudar a identificar más rápido el granuloma inguinal y permitir una atención médica oportuna.