La prueba del VIH se realiza con el objetivo de detectar la presencia del virus del VIH en el organismo, debiendo realizarse por lo menos 30 días después de la exposición a situaciones de riesgo como relaciones sexuales sin protección o haber entrado en contacto con la sangre o secreciones de personas portadoras del virus de VIH.
La prueba de VIH es simple y se realiza principalmente a través del análisis de una muestra de sangre, pero también se puede utilizar la saliva para verificar la presencia del virus en el organismo. Todas las pruebas de VIH evalúan la presencia de anticuerpos producidos por el cuerpo contra los 2 tipos de virus existentes, el VIH 1 y el VIH 2.
A partir del resultado de la prueba, el médico puede indicar la realización de pruebas más específicas para confirmar la infección y verificar la carga viral en el organismo y, de esta forma, sea posible iniciar el tratamiento más adecuado para evitar el desarrollo de SIDA.

Cómo interpretar los resultados
Para entender el resultado de la prueba de VIH es importante observar si es: reactivo, no reactivo o indeterminado.
Examen de sangre de VIH
El examen de sangre para el VIH se realiza con el objetivo de identificar la presencia del virus y su concentración en la sangre, dando información sobre la etapa en que se encuentra la infección. La prueba de VIH se puede realizar a través de varios métodos de laboratorio de diagnóstico, siendo el más utilizado el método de ELISA. Los posibles resultados son:
- Mayor de 5,00 - Resultado positivo o Reactivo: significa que la persona estuvo en contacto y se contagió con el virus del VIH;
- Menor de 1,00 - Resultado negativo o No Reactivo: significa que la persona no está contagiada con el virus del VIH;
- Entre 1,00 y 5,00 - Resultado indeterminado: es necesario repetir la prueba porque la muestra no fue lo suficientemente clara. Algunas situaciones que pueden causar este tipo de resultado son el embarazo o haberse vacunado recientemente.
En caso de que el resultado sea positivo para VIH el propio laboratorio utiliza otros métodos para confirmar la presencia del virus en el organismo siendo este un resultado confiable.
Algunos laboratorios también indican un valor cuantitativo en el examen de VIH, además del resultado reactivo, no reactivo o indeterminado. Sin embargo, este valor es solo de interés médico. En caso de que a nivel clínico el médico considere que es un valor importante, podrá solicitar la realización de exámenes más específicos como el examen de carga viral, donde se cuantifica en qué cantidad se encuentra el virus en la sangre.
La prueba debe hacerse 30 días después del comportamiento de riesgo y, en caso de que el resultado sea indeterminado o no reactivo, se recomienda que el examen se repita después de 60 días para verificar la presencia o ausencia del virus. Es importante repetir el examen aunque no hayan síntomas asociados como pérdida rápida de peso, fiebre, tos persistente, dolor de cabeza y aparición de manchas rojas o pequeñas heridas en la piel. Conozca los principales síntomas del VIH.
Pruebas rápidas de VIH
Los resultados de las pruebas rápidas que utilizan una pequeña muestra de saliva o una gota de sangre para identificar el virus del VIH muestran el resultado en 15 o 30 minutos, también son de confianza. Siendo los posibles resultados:
- Positivo: Indica que la persona posee el virus del VIH pero debe realizarse el examen de sangre ELISA para confirmar el resultado;
- Negativo: Indica que la persona no está contagiada con el virus del VIH.
Las pruebas rápidas pueden realizarse fuera de un laboratorio, en campañas del gobierno, en los centros de atención y consejería para personas con VIH/SIDA, y en embarazadas que inician el trabajo de parto sin haber tenido un control prenatal. Al igual que el examen de sangre, debe realizarse 30 días después de haber tenido el comportamiento de riesgo.
Estas pruebas rápidas de VIH también pueden ser compradas por internet o inclusive en algunos países ya las tienen disponibles en las farmacias. La forma de utilización depende de la prueba, ya que algunas utilizan una gota de sangre y otras un hisopo que es frotado en las encías para obtener una muestra de la saliva. Algunos ejemplos que han sido aprobados por la FDA son: OraQuick, Orasure, Autotest y Mylan Autotest VIH.
Vea más detalles sobre cómo se realizan las pruebas rápidas de VIH.
Examen de carga viral
El examen de carga viral es un examen indicado por el médico cuando se diagnostica la infección por VIH, con el objetivo de monitorear la evolución de la enfermedad. Esta prueba evalúa la cantidad de copias del virus que se encuentra presente en la sangre al momento de la recolección.
De forma general, el resultado o valores normales de carga viral son:
- Entre 100,000 y 1 millón de copias: indica un resultado alto, habiendo riesgo de contagiar el virus;
- Debajo de 10,000 copias: se consideran valores estables y menor riesgo para desarrollar SIDA;
- Debajo de 50 copias: se considera "indetectable", es decir, el virus está en muy bajas concentraciones en la sangre, lo que indica que el tratamiento está siendo efectivo, pudiendo variar de acuerdo al laboratorio.
Cuando aumenta la carga viral significa que la infección ha empeorado y posiblemente hay una resistencia del organismo al tratamiento, por lo que el médico debe cambiar la estrategia terapéutica. Cuando sucede lo contrario, es decir, cuando la carga viral disminuye con el tiempo, significa que el tratamiento está siendo efectivo, inhibiendo la replicación del virus.
Existe un consenso de la comunidad científica que cuando las pruebas de carga viral son indetectables, hay menos riesgo de transmitir sexualmente el virus, sin embargo se recomienda el uso de preservativo durante las relaciones sexuales en todos los casos.
Esta prueba es solicitada 2 a 8 semanas después del diagnóstico para valorar la carga vira inicial y se repite cada 3 meses, con la finalidad de saber si el tratamiento indicado está siendo efectivo o debe modificarse.
Cuándo el resultado puede ser un falso negativo
El resultado falso negativo puede ocurrir cuando la persona se realiza la prueba ELISA o las pruebas rápidas en las primeras 4 semanas después del comportamiento de riesgo. Esto ocurre debido a que el organismo demora de 1 a 3 meses en producir suficientes anticuerpos que puedan ser detectados por la prueba del VIH.
Sin embargo, aunque la prueba se haya realizado 1 mes después del comportamiento de riesgo, el organismo puede tardar hasta 3 meses en producir suficientes anticuerpos contra el VIH pudiendo haber un resultado positivo. Por lo que es importante que el examen sea repetido 90 y 180 días después del comportamiento de riesgo para confirmar la presencia o ausencia del virus VIH en el organismo.
Indicaciones de la prueba de VIH
La prueba de VIH debe realizarse al menos 1 mes después del comportamiento de riesgo, ya que la ventana inmunológica, que corresponde al tiempo entre el contacto con el virus y la posibilidad de detección del marcador de la infección, es de aproximadamente 30 días, pudiendo haber un resultado falso negativo en caso de que el examen se realice antes de los 30 días.
A pesar de que se considere que la ventana inmunológica del VIH es de 30 días, es posible que este tiempo varíe de acuerdo al sistema inmune de cada persona, de forma que antes de este tiempo se pueden presentar cantidades suficientes del virus en la circulación capaz de estimular una respuesta inmunológica e identificarse en el examen de sangre.
Sin embargo, en caso de que el médico haya indicado la realización del examen molecular con el objetivo de identificar el virus en el torrente sanguíneo, está indicado que la obtención de sangre se realice de preferencia en la 3ª semana de infección, ya que en este período es posible observar mayor concentración del virus en la sangre. Después de este período, el virus ya se encuentra dentro de las células, haciendo más difícil identificarlo, por lo que se recomienda la realización del examen de anticuerpos.