Fiebre Q: síntomas, tratamiento y secuelas

Actualizado en enero 2023

La Fiebre Q es una enfermedad causada por la bacteria Coxiella burnetii, la cual se transmite de las vacas, cabras u ovejas hacia los humanos por medio de aerosoles que contienen la bacteria y que son liberadas en las heces, orina o placenta de animales infectados. Es más común en personas que tiene contacto con estos animales, como veterinarios, ganaderos y personal de laboratorio.

Esta enfermedad suele ser asintomática, sin embargo, en algunos casos puede provocar la manifestación de síntomas parecidos a los de una gripe como tos, dolor de cabeza intenso, fiebre y dolor muscular, pudiendo incluso causar endocarditis, hepatitis y enfermedad pulmonar extensa en los casos más graves.

En la mayoría de los casos la infección desaparece sola sin que sea necesario ningún tipo de tratamiento, sin embargo, el médico puede indicar el uso de antibióticos, como la doxiciclina, ciprofloxacino y/o rifampicina para reducir la duración de los síntomas y evitar la forma crónica de la enfermedad.

Imagem ilustrativa número 1

Síntomas de la fiebre Q

La fiebre Q frecuentemente es asintomática, sin embargo, cuando se manifiestan signos y síntomas, estos pueden ser:

  • Dolor de cabeza;
  • Fiebre superior a 40ºC;
  • Dolor muscular;
  • Neumonía;
  • Náusea;
  • Diarrea;
  • Vómito;
  • Cansancio excesivo;
  • Irritación en la piel, en algunos casos;
  • Enfermedad hepática.

Los síntomas pueden aparecer de forma aguda y durar algunos días o permanecer durante 6 meses o más, pudiendo causar secuelas a nivel cardíaco, hepático, pulmonar y nervioso.

Debido a que los síntomas son parecidos a otras enfermedades como, neumonías virales, brucelosis o tuberculosis, el médico debe realizar estudios de laboratorio para diferenciar la Fiebre Q e indicar el tratamiento adecuado.

Cómo se diagnostica

El diagnóstico de la Fiebre Q debe ser realizada por un infectólogo o internista, por medio de la historia clínica del paciente, ocupación, exposición a vacas, cabras y/u ovejas, además de la realización de exámenes de sangre, como PCR y pruebas de función hepática; y de imagen, como radiografías de tórax en que se pueden observar alteraciones en los pulmones.

Además, el médico también puede indicar la realización de una ecocardiografía transtorácica para evaluar un posible daño en las válvulas del corazón debido a la bacteria C. burnetii y el posible desarrollo de endocarditis. Conozca más sobre cómo se realiza un ecocardiograma.

Causas de Fiebre Q

La Fiebre Q es una enfermedad causada por la bacteria Coxiella burnetii presente en vacas, cabras y ovejas, pudiendo ser contagiada por medio de la inhalación de partículas contenidas en las heces, orina y restos placentarios. Además, se cree que la infección también pueda producirse a través del consumo de carne cruda y productos lácteos de los animales infectados o transfusión sanguínea, sin embargo estas vías de transmisión aún no han sido confirmadas.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la Fiebre Q tiene como objetivo evitar la forma crónica de la enfermedad y que haya complicaciones, por lo que el médico puede indicar antibióticos como doxiciclina. Además, en los casos en que se observe el desarrollo de endocarditis, el médico puede recomendar el uso de doxiciclina combinada con ciprofloxacino y rifampicina, pudiendo variar el tiempo de uso de acuerdo a la gravedad de los síntomas y la cantidad de bacteria en el organismo.

En embarazadas infectadas con Fiebre Q, el obstetra puede indicar un tratamiento con trimetoprim-sulfametoxazol durante toda la gestación para evitar complicaciones durante esta etapa.

Posibles secuelas

Una de las principales secuelas de la Fiebre Q es el desarrollo de endocarditis que puede acompañarse de glomerulonefritis, osteomielitis o alteraciones en el sistema nervioso central, comúnmente en personas con antecedentes de enfermedad en las válvulas del corazón. En embarazadas, puede ser causa de abortos espontáneos, retraso en el crecimiento del feto dentro del útero, disminución del líquido amniótico, trabajo de parto prematuro e incluso muerte fetal.