Enfermedades venéreas: qué son, cuáles son y cómo tratarlas

Actualizado en febrero 2024

Las enfermedades venéreas, actualmente conocidas como infecciones de transmisión sexual o ITS, son enfermedades transmitidas por medio de relaciones sexuales orales, vaginales o anales sin protección. Incluso, si no existen signos ni síntomas evidentes y característicos de la enfermedad, es posible que haya transmisión a la pareja sexual. 

Este tipo de infección debe ser diagnosticada, de preferencia, en las fases iniciales, ya que de esta forma es posible iniciar el tratamiento y aumentar las posibilidades de curación.

Asimismo, es importante que el tratamiento sea realizado por la pareja sexual, ya que aunque no existan signos ni síntomas de la enfermedad, puede haber transmisión y, por ende, infección. 

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Principales enfermedades venéreas

Las principales enfermedades venéreas son:

1. VIH

La infección por VIH es una ITS que puede propagarse fácilmente por medio de las relaciones sexuales desprotegidas; no obstante, también puede transmitirse a través del contacto con la sangre de una persona infectada o por medio del intercambio de jeringas y agujas, donde al menos una de las personas sea portadora del virus. 

Principales síntomas: los síntomas de la infección por el VIH son difíciles de identificar, pues pueden ser semejantes a los de la gripe al inicio de la enfermedad. Algunos de los síntomas que pueden aparecer cerca de 2 semanas luego del contacto con el virus son dolor de cabeza, fiebre baja, sudoración nocturna, ganglios inflamados, surgimiento de aftas y heridas en la boca, cansancio excesivo y garganta inflamada, por ejemplo. Sin embargo, en ciertas personas, la enfermedad puede permanecer silenciosa por más de 10 años.

Cómo es el tratamiento: el tratamiento para la infección por el VIH es realizado mediante la combinación de medicamentos antirretrovirales que actúan disminuyendo la tasa de replicación del virus, aumentan la cantidad de células del sistema inmunitario y controlan la enfermedad. Es importante que el tratamiento sea realizado según las orientaciones médicas; asimismo, el uso del preservativo es indispensable en todas las relaciones sexuales para evitar la transmisión del virus. Conozca cómo debe ser realizado el tratamiento para el VIH

2. Gonorrea

La gonorrea es una infección causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, la cual puede ser transmitida por vía sexual y puede ser combatida fácilmente mediante la realización del tratamiento indicado por el médico. Sin embargo, en caso de que la infección esté causada por un tipo de bacteria resistente, afección popularmente conocida como supergonorrea, el tratamiento puede ser más complicado. 

Principales síntomas: los síntomas de la gonorrea suelen surgir alrededor de 10 días después del contacto con la bacteria, siendo los principales dolor y ardor al orinar y malestar abdominal. Los hombres infectados también pueden presentar dolor testicular, inflamación de la piel del pene y secreción amarillenta que sale del pene; por otra parte, las mujeres pueden presentar sangrado entre períodos menstruales y luego de las relaciones sexuales y surgimiento de secreción blanquecina o amarillenta, semejante al pus. 

Cómo es el tratamiento: el tratamiento para la gonorrea debe ser realizado por la pareja, pues aunque no existan síntomas, hay riesgo de transmisión. Normalmente, es indicado el uso de antibióticos como azitromicina o ceftriaxona, con el objetivo de eliminar la bacteria, por lo que es importante que el tratamiento sea realizado de acuerdo con la orientación del médico, incluso si no existen más síntomas, con la finalidad de garantizar la eliminación por completo de la misma. 

A pesar de que la gonorrea tiene cura, la persona no desarrolla inmunidad contra la enfermedad, es decir, puede volver a padecerla en caso de que entre en contacto con la bacteria nuevamente. Por esta razón, es indispensable el uso del preservativo en todas las relaciones sexuales. Conozca cómo es realizado el tratamiento de la gonorrea

3. Clamidia

La clamidia es una de las ITS más frecuentes y es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que puede afectar tanto a hombres como a mujeres durante las relaciones sexuales orales, anales y vaginales desprotegidas. En el caso de los hombres, es más frecuente que la infección ocurra en la uretra, el recto o la garganta; mientras que en las mujeres la infección suele surgir en el cuello del útero y en el recto. 

Principales síntomas: los síntomas de la clamidia pueden aparecer hasta 3 semanas después del contacto con la bacteria; no obstante, incluso si no existen síntomas ni signos, la persona puede transmitir la bacteria. Los principales síntomas relacionados con la infección son dolor y ardor al orinar, dolor o sangrado durante la relación sexual, dolor en la región pélvica, secreción vaginal semejante al pus, en el caso de las mujeres; e hinchazón de los testículos e inflamación de la uretra, en el caso de los hombres. Conozca cómo identificar la clamidia

Cómo es el tratamiento: el tratamiento de la clamidia debe ser realizado por la pareja, incluso si el compañero no presenta síntomas, recomendándose el uso de antibióticos para eliminar la bacteria y así evitar la transmisión. Pese a que el tratamiento sea capaz de curar la enfermedad, la persona no desarrolla inmunidad, por lo que es importante continuar usando el preservativo para prevenir que exista una infección nuevamente. 

4. Sífilis

La sífilis es una ITS causada por la bacteria Treponema pallidum, la cual es transmitida por medio de las relaciones sexuales desprotegidas. Esta infección en ciertas ocasiones no es notada, y la persona solo se da cuenta cuando la enfermedad ya se encuentra en etapas más avanzadas, la denominada sífilis terciaria. Esto ocurre debido a que los signos y síntomas muchas veces son confundidos con los de otras enfermedades y desaparecen después de un tiempo.

Principales síntomas: el primer síntoma de la sífilis es el surgimiento de una herida que no duele ni causa comezón ni incomodidad en la región genital y desaparece por sí sola sin que sea realizado tratamiento. Unas semanas después de la desaparición de esta lesión, si la afección no ha sido diagnosticada ni tratada, surgen otros síntomas como manchas rojas en la piel, boca, palmas de las manos y planta de los pies, dolor muscular y de garganta, pérdida de peso y falta de apetito, por ejemplo. Conozca más sobre los síntomas de la sífilis

Cómo es el tratamiento: el tratamiento de la sífilis debe ser realizado por la pareja mediante el uso de antibióticos como la penicilina benzatínica, conocida como Benzetacil, que actúa disminuyendo la tasa de proliferación de la bacteria y promoviendo su eliminación. El tiempo de tratamiento depende de la etapa de la infección y de la cantidad de bacterias presentes en el organismo, pudiendo variar de una persona a otra.

Asimismo, incluso cuando se determina a través de análisis que la cantidad de bacteria en el organismo es indetectable, es necesario el uso de preservativo, pues la persona no adquiere inmunidad. 

5. Linfogranuloma venéreo

El linfogranuloma venéreo, también conocido como granuloma venéreo o LGV, es una enfermedad causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que es transmitida de una persona a otra por medio de relaciones sexuales desprotegidas, y es más frecuente en hombres. El diagnóstico del LGV es realizado mediante la evaluación de los signos y síntomas presentados por la persona y de los resultados de pruebas complementarias de laboratorio. 

Principales síntomas: la bacteria causante de esta infección afecta los órganos genitales y los ganglios linfáticos presentes en la ingle, ocasionando el surgimiento de lesiones con aspecto inflamado y llenas de líquido en esta región. Aparte de las heridas, también puede presentarse fiebre, malestar, dolor de cabeza, inflamación en el recto e hinchazón en la ingle. 

Cómo es el tratamiento: el tratamiento del linfogranuloma venéreo es realizado con antibióticos que deben emplearse de acuerdo con las indicaciones del médico. Asimismo, es importante estar atento a la higiene íntima y utilizar preservativo en todas las relaciones sexuales. 

6. VPH

El virus del papiloma humano, también conocido como VPH, es una ITS causada por el papilomavirus humano, el cual es altamente infeccioso y puede transmitirse mediante relaciones sexuales desprotegidas, por medio del contacto con lesiones o secreciones de una persona infectada. Este virus puede formar verrugas genitales denominadas condilomas acuminados, y la enfermedad posee evolución crónica y, en ciertas ocasiones, si no es identificada y tratada, puede evolucionar a cáncer de cuello uterino en las mujeres. 

Principales síntomas: el principal síntoma de la infección por VPH es el surgimiento de verrugas en la región genital, las cuales, debido a su apariencia, popularmente reciben el nombre de cresta de gallo. Estas verrugas pueden ser grandes o pequeñas, del color de la piel, rosadas o marrones, y pueden aparecer junto con otros síntomas como comezón e incomodidad en la región genital y sangrado durante la relaciones sexuales; sin embargo, es inusual que surjan estos síntomas. 

Cómo es el tratamiento: el tratamiento para el VPH tiene como objetivo aliviar los síntomas y tratar lesiones, pues los medicamentos existentes no tienen la capacidad de eliminar el virus. Por esta razón, es importante que, aunque las lesiones desaparezcan, sea utilizado el preservativo, pues la persona aún puede ser portadora del virus y transmitirlo a otra persona.

Por lo general, es indicado por el médico el uso de pomadas antimicóticas y antiverrugas, como podofilotoxina o imiquimod, y medicamentos que contribuyen al fortalecimiento del sistema inmunitario, además de la realización de cauterización para eliminar las verrugas. El VPH es curable cuando el propio sistema inmunitario elimina el virus de forma natural, sin que aparezcan signos ni síntomas de la infección. Conozca cuándo el VPH es curable

7. Hepatitis B

La hepatitis B es causada por el virus de la hepatitis B, el cual puede ser transmitido por medio de las relaciones sexuales desprotegidas, pues este puede encontrarse en la sangre, semen y secreciones vaginales.

Sin embargo, la infección por el virus de la hepatitis B también puede ocurrir de otras formas, como al tener contacto con sangre o secreciones de una persona infectada; al intercambiar objetos de uso personal, como hojillas de afeitar, o mediante la utilización de materiales contaminados con sangre o secreciones, como jeringas y agujas usadas al administrarse drogas inyectables o al realizarse tatuajes. Conozca más sobre la hepatitis B

Principales síntomas: los síntomas de la hepatitis B suelen aparecer de 1 a 3 meses después del contacto con el virus y, normalmente, están relacionados con alteraciones en el hígado, pues este virus tiene preferencia por este órgano. Por esta razón, pueden presentarse náuseas, vómitos, fiebre, ojos y piel amarillentos, dolor abdominal, orina oscura y heces claras. 

No obstante, ciertas personas pueden no presentar signos ni síntomas de la enfermedad, siendo diagnosticadas a través de análisis de sangre específicos para la hepatitis B. 

Cómo es el tratamiento: el tratamiento de la hepatitis B es realizado de acuerdo con la etapa de la enfermedad, indicándose, por lo general, únicamente reposo e hidratación; pues el virus logra ser eliminado por el organismo. Sin embargo, en casos más graves, puede recomendarse el uso de ciertos medicamentos antivirales e inmunomoduladores, como el interferón y la lamivudina. 

8. Herpes genital

El herpes genital es causado por el virus del herpes, que es transmitido de una persona a otra por medio de relaciones sexuales desprotegidas, al entrar en contacto con el líquido liberado de las ampollas que se forman en la región genital debido a la presencia del virus. 

Principales síntomas: el síntoma principal del herpes genital es el surgimiento de ampollas en esta región, de 10 a 15 días después del contacto con el virus, las cuales pueden generar ardor, dolor e incomodidad en la zona. Estas ampollas suelen abrirse y originar pequeñas lesiones en el sitio. La presencia de heridas puede favorecer la entrada de otros microorganismos en el cuerpo, dando como resultado infecciones secundarias. Vea cómo identificar los síntomas del herpes genital

Cómo es el tratamiento: el tratamiento para el herpes genital es realizado mediante el uso de medicamentos antivirales, como aciclovir o valaciclovir, los cuales pueden emplearse en forma de pomadas o comprimidos, y actúan disminuyendo la tasa de replicación del virus y el riesgo de transmisión a otras personas. Asimismo, como las ampollas pueden causar dolor e incomodidad, el médico también puede indicar el uso de pomadas anestésicas. 

9. Ureaplasma

El ureaplasma es una infección causada por la bacteria Ureaplasma urealyticum, que se encuentra de forma natural en el tracto urogenital de los hombres y mujeres sin causar ningún síntoma. Sin embargo, los síntomas de ureaplasma pueden presentarse cuando hay disminución de la actividad del sistema inmunológico o múltiples parejas sexuales.

Principales síntomas: de forma general, el ureaplasma no causa síntomas, sin embargo, en algunos casos es posible observar síntomas de uretritis, como dolor y ardor al orinar, malestar en la zona genital, enrojecimiento en el pene yy dolor durante las relaciones sexuales, por ejemplo. 

Cómo es el tratamiento: el tratamiento para el ureaplasma se realiza con antibióticos, como azitromicina o doxiciclina, de acuerdo a la orientación del médico.

Cómo evitarlas

La forma principal de evitar las ITS es mediante el uso del preservativo en todas las relaciones sexuales, incluso si no hay penetración, pues, si una de las personas está infectada, tan solo el contacto con la mucosa o con las lesiones puede ser suficiente para la transmisión del agente infeccioso. 

Aparte de usar preservativo, unas de las formas de prevenir el VPH es por medio de la vacuna. Por otra parte, también existe vacuna contra la hepatitis B, que es administrada en tres dosis. Sin embargo, aunque todas las dosis de las vacunas hayan sido administradas, es importante continuar utilizando el preservativo, puesto que garantiza la protección contra otras infecciones de transmisión sexual. 

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