Dieta para la diverticulitis: qué comer y qué evitar

Actualizado en julio 2023
Evidencia científica

La dieta para la diverticulitis debe iniciarse con líquidos claros y de fácil digestión como caldo de pollo, jugos de frutas colados y licuados, agua de coco y gelatina. Al inicio se debe realizar este tipo de alimentación porque es necesario calmar el intestino, mantenerlo en reposo y evitar o disminuir la formación de las heces.

Las crisis de diverticulitis surgen cuando los divertículos del colon, que son unas bolsas anormales que se forman en la pared del intestino, se inflaman o se infectan y causan síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos, fiebre  y estreñimiento. Por este motivo, los alimentos a consumir deben ser fáciles de digerir y bajos en fibras. 

Una vez que la crisis de diverticulitis va mejorando, la dieta también se va adaptando, pasando de dieta líquida a una dieta tipo puré, hasta volver a consumir los alimentos sólidos. A partir de allí, es importante aumentar el consumo de alimentos ricos en fibras, probióticos y agua, evitando de esta forma que pueda surgir otra crisis. 

Imagem ilustrativa número 1

Qué comer durante una crisis de diverticulitis

Al inicio de una crisis de diverticulitis, la dieta debe ser baja en fibras y con alimentos de fácil digestión. Para observar la tolerancia a la vía oral, se debe iniciar con una dieta de líquidos claros, que debe incluir jugos de frutas licuados y colados, pudiendo consumir manzana, pera y durazno; caldo de pollo desgrasado y tés de manzanilla o tilo. Por lo general, esta alimentación se mantiene durante 24 horas. 

Una vez la crisis va disminuyendo, se cambia a una dieta licuada, donde se incluye jugo de frutas licuadas y colados; sopas licuadas y coladas con vegetales cocidos (calabaza, apio, ñame, ocumo, calabacín, chayota o berenjena), y pollo o pavo; atoles como maicena o crema de arroz sin leche; yogur natural; gelatina sin azúcar líquida y tés de manzanilla o tilo. Por lo general, esta alimentación se mantiene durante 24 horas. 

A medida que el dolor disminuye y el intestino vuelve a funcionar, la dieta debe progresar e incluir alimentos de consistencia blanda tipo puré, compotas, pan blanco, carnes bajas en grasa como pollo y pavo desmenuzado o molido, pastina, entre otros. Vea con más detalles cómo debe hacer la dieta blanda. Y una vez que la crisis está resuelta, ya puede volver a consumir una dieta completa que incluya la ingestión de fibra y de líquidos. 

Qué evitar durante una crisis de diverticulitis

Durante la crisis, no deben comerse alimentos capaces de provocar más inflamación de los divertículos, por lo que no debe consumirse:

  • Azúcar y alimentos dulces, como golosinas, budines, helados y pasteles;

  • Fibras, como vegetales crudos, cáscaras de frutas, semillas y cereales integrales;

  • Carnes rojas y procesadas, como de vaca y cerdo, hamburguesas y  embutidos;

  • Alimentos que provoquen gases, como las legumbres, leche, huevos, frutos secos, cebolla, papa, espárragos, quesos, brócolis y coles;

  • Bebidas, como las gaseosas, refrescos y alcohólicas. 

  • Alimentos industrializados y frituras, como las comidas instantáneas o congeladas, caldos de sopa concentrados, pizzas, snacks, papas fritas y salsas.

Además de eso, es importante mantener reposo, beber líquidos y seguir las orientaciones del médico, que puede llegar a indicar el uso de analgésicos y antibióticos. Conozca más sobre la diverticulitis, síntomas y cómo se realiza el tratamiento.

Cómo debe ser la alimentación después de la crisis

Una vez que se sale de la crisis de diverticulitis, es fundamental volver a incluir los alimentos ricos en fibras progresivamente en la alimentación, esto con la finalidad de no provocar gases o dolor abdominal, comenzando con una porción de fruta y de vegetales crudos por día, y luego se podría aumentar las porciones e ir incorporando las harinas y cereales integrales. Además de esto, se debe aumentar el consumo de agua, debiendo beber por lo menos 2 L al día. 

Incluir fibras y beber suficiente agua es importante para aquellas personas que sufren de diverticulosis porque evitan el estreñimiento, mejorando el tránsito intestinal, evitando que se debiliten las paredes del intestino y haciendo que las heces sean más suaves. Cuando las heces se compactan en el intestino y demoran en salir, pueden hacer con que los divertículos se inflamen o se infecten y surja otra crisis. Vea una dieta rica en fibras

Además de eso, es importante el consumo de alimentos probióticos, que son microorganismos beneficiosos para la salud intestinal, siendo importante en personas que tiene diverticulosis, ya que aumenta el sistema inmunitario, evita la inflamación intestinal e infección provocada por bacterias patógenas, previniendo la recurrencia de las crisis de diverticulitis.

Las personas que sufren de diverticulosis, pueden pasar por periodos agudos de dolor e inflamación y luego volver a mejorar para poder tener una dieta normal. Sin embargo, esta dieta debe ser siempre muy cuidada con el objetivo de prevenir otras nuevas crisis y evitar complicaciones más graves como las infecciones y perforaciones.

Menú ejemplo durante una crisis de diverticulitis

La tabla a continuación muestra un menú ejemplo de 4 días con alimentos que permiten calmar el intestino durante una crisis de diverticulitis.

Comidas Día 1 (Líquidos claros)  Día 2 (Licuada)  Día 3 (Blanda)  Día 4 (Completa)
Desayuno Jugo de manzana licuado y colado  Crema de arroz + 1 vaso de jugo de manzana

Atol de maicena + 1 vaso de té de tilo

1 vaso de bebida vegetal + pan blanco con queso blanco 
Merienda de la mañana Jugo de pera licuado y colado + 1 taza de tilo s/azúcar 1 taza de gelatina s/azúcar 1 pera cocida con 1 cucharadita de canela  Galletas de agua y sal 
Almuerzo/Cena Consomé de pollo desgrasado Sopa de vegetales licuada y colada

1 filete mediano de pavo desmenuzado + 5 cucharadas de puré de calabaza + 4 cucharadas de cuscús + 1 manzana cocida 

1 filete de pescado a la plancha + 4 cucharadas de arroz + ensalada de zanahoria y calabacín cocidos + 1 cucharadita de aceite de oliva + 1 banana pisada
Merienda de la tarde 1 taza de gelatina sin azúcar líquida + 1 taza de manzanilla s/azúcar 1 taza de té de manzanilla + 1 vaso de jugo de durazno 1 yogur natural  1 manzana rallada sin cáscara

Las cantidades incluidas en el menú varían según la edad, género, actividad física y si posee alguna otra enfermedad asociada o no, por ello lo ideal es acudir a un nutricionista para que realice una evaluación completa y elabore un plan nutricional adecuado a sus necesidades. 

También es importante recordar que, en algunos casos, la crisis de diverticulitis pueden hacer con que el individuo sea hospitalizado, donde la dieta será prescrita por el nutricionista. En algunas situaciones más graves, el nutricionista podrá indicar nutrición parenteral, es decir, vía intravenosa, para mantener el intestino en reposo absoluto, haciendo que la recuperación sea más rápida. 

Menú de ejemplo para prevenir la crisis de diverticulitis

Luego de incorporarse los alimentos progresivamente, sin la aparición de síntomas nuevamente, se puede comenzar a realizar una alimentación normal, equilibrada y saludable que ayude a prevenir una nueva crisis de diverticulitis.

Esta dieta debe ser rica en fibras, alimentos probióticos y abundante en líquidos. También, se debe disminuir la frecuencia de consumo de carnes rojas, especialmente las partes grasas, además de evitar los alimentos ricos en azúcar, alimentos industrializados y comidas rápidas, como productos congelados, enlatados y chacinados.

A continuación se indica una dieta de 3 días para prevenir una nueva crisis de diverticulitis:

Comidas Día 1 Día 2  Día 3 
Desayuno

1 vaso de bebida vegetal + 1 rebanada de pan integral + 1 cucharada de aguacate + 1 rodaja de tomate + 1 cucharada de queso blanco

1 vaso de té verde + 1 omelette con 1 huevo con queso descremado + 1 rodaja de pan de avena

1 yogur con 2 cucharadas de quinoa inflada + 6 almendras + 6 frambuesas

Merienda de la mañana

1 yogur natural + 1 ciruela 

2 galletitas de arroz integral con crema de almendras

1 pera + 2 tostadas integrales

Almuerzo/Cena

1 filete de pollo mediano +  5 cucharadas de quinoa salteada con 1/2 taza de verduras (pimiento, calabacín y berenjena) + 1 cucharada de aceite de oliva + 1/2 papaya 

1 porción de tarta de espinaca con harina integral + 1 filete pequeño de pescado la plancha + 1 ensalada de rúcula, tomate, zanahoria y cebolla con 1 cucharadita de semillas de ajonjolí o sésamo + 1 cucharada de aceite de oliva + 2 guayabas

Berenjena rellena con trigo burgol, soja texturizada y verduras salteadas (pimientos y zanahoria)  con un poco de muzarella para gratinar + ensalada verde de berro, lechuga y cebolla + 1 cucharada de aceite de oliva + 1 manzana

Merienda de la tarde

1 panqueque de avena con crema de aguacate + 1 jugo natural de naranja

yogur kéfir + 2 cucharadas de avena + 5 fresas

Jugo de piña y menta +  sándwich de atún y tomate con pan de semillas

Las cantidades incluidas en el menú varían según la edad, género, actividad física y si posee alguna otra enfermedad asociada o no, por ello lo ideal es acudir a un nutricionista para que realice una evaluación completa y elabore un plan nutricional adecuado a sus necesidades. 

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