Cuidados de un tatuaje: qué hacer, cómo lavarlo y qué colocarse

Actualizado en octubre 2022

Después de hacerse un tatuaje es muy importante cuidar la piel, no sólo para evitar una posible infección, si no también para garantizar que el tatuaje quede bien definido y los colores se mantengan durante muchos años.

Por ello, algunos consejos para el buen cuidado del tatuaje son evitar el contacto directo con el sol, no usar ropa apretada o evitar alimentos que promueven la inflamación y retrasan la cicatrización. 

De esta forma, los cuidados de un tatuaje deben comenzar después de salir del estudio de tatuajes y mantenerse durante toda la vida, de tal modo que se eviten infecciones y se preserve el diseño lo mejor posible.

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Qué hacer el primer día

Después de realizarse un tatuaje, la piel se encuentra bastante lastimada, por lo que existe un riesgo elevado de infección, ya que las bacterias y virus logran llegar más fácilmente en el interior del cuerpo. Así, después del momento en que sale del estudio de tatuajes es importante mantener la piel protegida con un pedazo de celofán o plástico de cocina, por lo menos 4 horas. Pero este tiempo puede variar de acuerdo con cada tatuaje, debiendo recibir siempre orientación del tatuador. 

Después, el plástico debe ser removido para evitar crear un ambiente húmedo y caliente en el que las bacterias logren multiplicarse fácilmente. En este día es importante lavar el tatuaje y aplicar una crema cicatrizante para estimular la recuperación más rápido. 

Qué no hacer en los primeros días

Aunque existan algunos hábitos que puedan realizarse para reducir el riesgo de infección, también existen otros que deben evitarse en las primeras 4 semanas para garantizar una mejor cicatrización, como:

  • No retirar la piel que se descama, la cual comienza a aparecer en los primeros 4 días después hecho el tatuaje, ya que aún pueden estar adheridas a capas más profundas de la piel, donde la tinta aún se está depositando;
  • No rascarse el tatuaje, ya que puede agravar la irritación de la piel y promover el surgimiento de una infección debido a la presencia de bacterias debajo de la uñas:
  • No sumergir el tatuaje en agua, especialmente en lugares públicos como piscinas o playas, ya que la gran parte de las bacterias se desarrolla en el agua, aumentando el riesgo de infección;
  • Evitar el contacto con los rayos del sol, porque los rayos UV causan inflamación de la piel y pueden terminar desplazando las capas de tinta del tatuaje, además de retrasar la cicatrización;
  • Evitar aplicar crema en exceso en el tatuaje, principalmente cremas con petróleo, pues crean una barrera que impide que la piel respire y cicatrice de forma correcta;
  • Evitar alimentos que perjudiquen la cicatrización, como carne de puerco, frituras y embutidos;
  • No usar ropa muy apretada, pues evita la respiración de la piel y también puede acabar por remover la piel descamada que ayudan a la cicatrización.

Además, también es importante tener cuidado con el regreso a las actividades físicas, ya que la producción de sudor puede acabar por desplazar la tinta que aún no se depositó en las capas más profundas de la piel, además, de ser un lugar con bastante suciedad, lo cual puede acabar por aumentar el riesgo de infección. Por eso, el regreso al gimnasio o al ejercicio físico deber ser retrasado por lo menos 1 semana. 

¿Cómo lavar el tatuaje?

El primer lavado del tatuaje es muy importante para garantizar una cicatrización adecuada y evitar el desarrollo de una infección, ya que ayuda a remover los restos de sangre y células muertas. Sin embargo, antes de lavar la zona del tatuaje es muy importante lavarse las manos para retirar la mayor parte de las bacterias e impedir que lleguen a la piel tatuada.

Después se debe aplicar agua de la llave sobre la zona del tatuaje frotando levemente con los dedos, evitando usar una esponja o algún tipo de paño y, después, usar jabón antibacteriano. Idealmente, el agua debe estar tibia sin causar vapor de agua, ya que el calor puede llevar a la abertura de os poros de la piel, facilitando la entrada de bacterias y permitiendo que la tinta se mueva al interior de la piel.

Al final, se debe secar bien la piel, usando toallas de papel desechable o dejar secar al aire libre, puesto que las tollas convencionales además de tener un mayor número de bacterias, también pueden ser ásperas para la piel, causando irritación.

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Reducir la inflamación y enrojecimiento

La inflamación de la piel y el enrojecimiento son muy comunes en los primeros días después de hacerse un tatuaje debido al trauma causado por la máquina para tatuar, sin embargo, es un proceso natural de cicatrización, por lo que no debe ser un motivo para alarmarse. 

Lo mejor para reducir estos síntomas más rápido consiste en mantener siempre la piel limpia y seca, además, de aplicar varias veces al día una pomada cicatrizante, como Bepanthol Derma o Neomicina-bacitracina, por ejemplo. Conozca otras opciones de pomadas cicatrizantes.

Cómo aliviar la comezón del tatuaje

Después de alrededor 1 semana, es natural que surja sensación constante de comezón en la zona del tatuaje, que es causada por el surgimiento de descamaciones de la piel más seca. De esta forma, una buena forma de aliviar la comezón es hidratar bien la piel, usando una crema para la piel extremadamente seca, como Nivea o Vaselina, por ejemplo. 

Debe evitarse rascar la piel con las uñas, aunque la sensación sea intensa, pudiendo dar ligeros toques con la mano para intentar disminuir la sensación. Las descamaciones que se forman no deben ser retiradas tampoco, ya que es normal que se vayan cayendo a lo largo del tiempo de forma completamente natural. Estas descamaciones muchas veces pueden ser del color del tatuaje, pero no significa que se esté deshaciendo. 

Cuidados que deben permanecer para siempre

Un tatuaje generalmente cicatriza después de 1 o 2 meses, pero lo cuidados con la piel se deben mantener para toda la vida, especialmente para garantizar que la imagen o texto continúa bien definidos y el color perdure por más tiempo. De esta forma, algunos cuidados importantes incluyen:

  • Aplicar una crema hidratante todos los días;
  • Aplicar protector solar siempre que la piel tatuada esté expuesta al sol;
  • Evitar golpes o cortes en la zona del tatuaje;
  • Beber alrededor de 2 litros de agua al día.

Además, tener un estilo de vida saludable y tener una alimentación equilibrada también ayuda a garantizar la salud de la piel, lo que permite que el tatuaje se mantenga siempre en buenas condiciones. Vea un ejemplo de alimentación que ayuda a mantener la salud en general. 

Cuándo acudir al hospital

En la mayoría de los casos, el tatuaje cicatriza fácilmente y sin grandes complicaciones, sin embargo, puede recomendarse acudir al hospital en caso de que surjan síntomas como:

  • Piel con enrojecimiento intenso;
  • Tatuaje que sangra;
  • Hinchazón en la zona del tatuaje;
  • Dolor fuerte en el lugar del tatuaje.

Además, otros síntomas más generales como fiebre por arriba de 38º C o sensación de cansancio también pueden indicar una infección y, en caso de que surjan, se debe informar al médico.

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