Bolitas en los labios mayores: 11 causas y qué hacer (con foto)

Actualizado en diciembre 2023

Una bolita en los labios mayores puede surgir por vellos encarnados, bartolinitis, herpes genital, verrugas genitales o incluso cáncer de vulva, pudiendo estar acompañado de síntomas como dolor, comezón, ardor, sensibilidad al tacto, enrojecimiento, aumento de la temperatura en la zona o incluso heridas. 

Los labios mayores son pliegues de tejido adiposo y conjuntivo que forman los bordes laterales de la vulva, donde se encuentran los vellos púbicos, y va desde el pubis, también conocido como monte de Venus, hasta el perineo, cubriendo los labios menores, el clítoris, las glándulas de Bartolino y de Skene y la abertura vaginal. 

Es importante consultar al ginecólogo siempre que sea notada una bolita en los labios mayores y esté acompañada de otros síntomas, para que sea identificada la causa e iniciado el tratamiento más adecuado. Vea también las causas de bolitas en la vagina.

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Por qué salen bolitas en los labios mayores

Entre las principales causas de bolita en los labios mayores se incluyen:

1. Foliculitis

La foliculitis es la inflamación del folículo piloso, que es la estructura de la piel donde se ubica la raíz de los vellos, dificultando la salida del vello en la superficie de la piel, lo que ocasiona el surgimiento de síntomas como una bolita roja en los labios mayores, bultos que pueden contener pus, comezón o ardor. 

La foliculitis, también conocida como vello encarnado, es una situación relativamente común, y suele ser causada por el roce de la piel al usar ropa apretada o luego de afeitar los vellos con lámina o depilar con cera, pero también puede ocurrir debido a una infección por bacterias u hongos. 

Qué hacer: se puede colocar una compresa con agua tibia alrededor de 3 veces al día, además de lavar bien la región con agua tibia y jabón neutro, pues esto favorece la dilatación de los poros de la piel y la limpieza de la región. Asimismo, se debe consultar el ginecólogo para evaluar la bolita y, de ser necesario, indicar el uso de pomadas antibióticas. 

2. Bartolinitis

La bartolinitis es la inflamación de las glándulas de Bartolino, que se localizan cerca de la abertura del canal vaginal, entre los labios menores y mayores, y que tienen como objetivo promover la lubricación de la región íntima, pudiendo ocasionar el surgimiento de una bolita dolorosa en los labios mayores, en un solo lado y con pus en su interior, y la aparición de síntomas como dificultad para caminar o sentarse o fiebre. 

La glándula de Bartolino puede inflamarse debido a infecciones bacterianas, generalmente causadas por mala higiene, múltiples parejas sexuales y por no utilizar preservativo en el contacto íntimo, por ejemplo. 

Qué hacer: se debe consultar al ginecólogo para que indique el tratamiento mediante el uso de antiinflamatorios o antibióticos para tratar la infección, o incluso cirugía para drenar el pus o remover la glándula de Bartolino. Luego de la cirugía, se recomienda evitar el contacto íntimo durante 15 a 20 días, según las indicaciones médicas, para favorecer la cicatrización. Vea cómo es realizado el tratamiento de la bartolinitis.

3. Forúnculo

El forúnculo es una bolita con pus que puede crecer con el paso del tiempo, causando dolor, aumento de la temperatura local, enrojecimiento y sensibilidad al tacto, y puede surgir en la región de los labios mayores. 

El forúnculo puede aparecer debido a una inflamación en la raíz del vello, una obstrucción de una glándula sebácea o una herida en la región de la vulva, y suele estar asociado a la infección por la bacteria Staphylococcus aureus, que puede encontrarse naturalmente en las mucosas y en la piel. 

Qué hacer: se puede colocar una compresa con agua tibia alrededor de 3 veces al día, además de lavar bien la región con jabón neutro y agua tibia. Nunca se debe exprimir el forúnculo, puesto que puede empeorar la inflamación y la infección, siendo más difícil de tratar. En ciertos casos, el ginecólogo puede recomendar la realización del drenaje del absceso, que consiste en la eliminación del pus, además del uso de antibióticos para combatir la infección. Conozca los principales tratamientos para el forúnculo.

4. Herpes genital

El herpes genital es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por el virus del herpes simple, el cual puede ser transmitido a través del contacto con las ampollas de la pareja sexual, por medio de las relaciones desprotegidas. 

La infección por este virus puede ocasionar el surgimiento de ampollas o bolitas en los labios mayores y menores o alrededor de la abertura vaginal, que pueden romperse y formar heridas que causan comezón y dolor. Las lesiones del herpes también pueden surgir en la región perianal y en el ano. Vea cómo identificar todos los síntomas del herpes genital.

Qué hacer: se debe consultar el ginecólogo para que sea realizado el diagnóstico del herpes genital e iniciado el tratamiento más adecuado, el cual normalmente es llevado a cabo mediante el uso de medicamentos antivirales como aciclovir, valaciclovir o famciclovir, durante alrededor de 7 días, pues evitan la multiplicación del virus, permitiendo la cicatrización de la piel, además de controlar el surgimiento de otras ampollas y heridas. 

5. Verrugas genitales

Las verrugas genitales pueden surgir debido a infección por el VPH, causando el surgimiento de una bolita roja o rosada, con textura suave o rugosa y aspecto de coliflor, la cual se puede desarrollar en cualquier región de la vulva, como labios mayores o menores, perineo o, en ciertos casos, cuello del útero y región anal. 

La infección por el VPH ocurre mediante el contacto íntimo desprotegido con una persona infectada por el virus. 

Qué hacer: el tratamiento del VPH generalmente implica la remoción de las verrugas genitales, lo que puede ser llevado a cabo por medio de la aplicación de medicamentos sobre las verrugas, como ácidos o inmunomoduladores, y cirugía, en ciertos casos. Vea todas las opciones de tratamiento para las verrugas genitales.

6. Lipoma de vulva

El lipoma de vulva es una bolita redonda y suave que se forma debajo de la piel y está compuesta por células de grasa, pudiendo surgir en los labios mayores o en cualquier sitio del cuerpo donde las células de grasa están presentes. 

Por lo general, el lipoma no causa dolor; sin embargo, en algunos casos puede crecer y presionar los nervios alrededor y causar dolor e incluso inflamación con síntomas de enrojecimiento o aumento de la temperatura en la zona. 

Qué hacer: por lo general, no es necesario ningún tratamiento para el lipoma de vulva; no obstante, cuando este es muy grande o causa molestias, el ginecólogo puede realizar una cirugía para removerlo. 

7. Quiste sebáceo

El quiste sebáceo es un bulto que se forma bajo la piel de forma redondeada y que mide pocos centímetros, pero que puede aumentar de tamaño a lo largo del tiempo, pudiendo ser duro o suave y moverse durante la palpación. Este puede surgir en los labios mayores o en cualquier otra región del cuerpo. 

Este tipo de quiste es benigno y es causado por una obstrucción en la glándula sebácea, lo que hace que el sebo se acumule bajo la piel, y generalmente no causa síntomas. Sin embargo, cuando se inflama puede haber dolor, aumento de la temperatura en la región, sensibilidad o enrojecimiento. 

Qué hacer: por lo general, no es necesario un tratamiento específico, en especial cuando es pequeño, pudiendo ser indicado por el ginecólogo el uso de compresas tibias por 15 minutos en la zona o la remoción quirúrgica por motivos estéticos. En caso de inflamación o infección del quiste, el médico puede hacer un drenaje e indicar el uso de antibióticos. Vea otras opciones de tratamiento para el quiste sebáceo.   

8. Várices vulvares

Las várices en la vulva son venas dilatadas y tortuosas de coloración azulada o morada que pueden surgir en los labios mayores o menores, pudiendo formar una bolita que no causa dolor, pero que puede ocasionar una sensación de peso, comezón, sangrado o incluso molestias durante el contacto íntimo. 

El surgimiento de várices vulvares puede deberse al envejecimiento natural del cuerpo; no obstante, es más común durante la gestación debido a que el exceso de peso del útero ejerce presión en la pelvis. 

Qué hacer: por lo general, cuando las várices en la vulva surgen en el embarazo, no es necesario realizar ningún tipo de tratamiento, pues las venas vuelven a la normalidad pasadas unas semanas después del parto. Sin embargo, en el caso de várices causadas por el envejecimiento natural que presenten síntomas, puede ser recomendada una cirugía para remover la vena afectada. 

9. Hemangioma senil

El hemangioma senil es un tipo de tumor benigno formado por la acumulación anormal de vasos sanguíneos locales, lo que genera una o múltiples bolitas pequeñas de color rojo o azul oscuro y con consistencia suave. 

Este tipo de lesión es más común en mujeres de la tercera edad y no produce síntomas, siendo descubierto en exámenes ginecológicos de rutina.

Qué hacer: por ser considerado un tumor benigno, no es necesario tratamiento específico; no obstante, ciertas mujeres pueden solicitar su remoción en caso de que cause molestias o por fines estéticos. 

10. Queratoacantoma vulvar

El queratoacantoma vulvar es un tumor que puede presentarse como una bolita en los labios vaginales, con aspecto firme y de forma ovalada o redondeada en los labios mayores, y posee una coloración semejante al tono de piel de la mujer. 

Este tipo de tumor es raro, pudiendo aumentar de tamaño en semanas o meses, siendo de difícil diagnóstico, pues es semejante al cáncer de células escamosas. Sin embargo, de la misma forma que el hemangioma senil, el queratoacantoma vulvar no evoluciona a una forma maligna. 

Qué hacer: se debe consultar el ginecólogo para que sea realizado el diagnóstico e indicado el tratamiento más adecuado, que generalmente es llevado a cabo mediante cirugía para remover la bolita. 

11. Cáncer de vulva

El cáncer vulvar es un tipo de tumor maligno que puede ocasionar el surgimiento de una bolita en la región de la vulva, incluyendo los labios mayores o menores, clítoris o vagina, y generalmente provoca comezón intensa que no mejora, dolor, sangrado, cambios en el color de la piel o heridas abiertas. 

Este tipo de cáncer es más común que surja en mujeres de la tercera edad, generalmente después de los 65 años, y existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo de que se desarrolle, como infección por el VPH, fumar, enfermedades inflamatorias de la vulva, radioterapia pélvica o sistema inmune debilitado. 

Qué hacer: el tratamiento del cáncer vulvar es llevado a cabo por el ginecólogo e implica la remoción quirúrgica del tumor, además de radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o terapia dirigida. Vea cómo se realiza el tratamiento de cáncer vulva.