La sinusitis en el embarazo es una inflamación de los senos paranasales que provoca la acumulación de secreciones en las cavidades de la nariz, ojos y rostro, generando síntomas como dolor de cabeza, escurrimiento nasal y sensación de presión en la cara.
La sinusitis en el embarazo puede ser causada por infecciones virales, bacterianas o por hongos, e incluso por alergias, y puede aparecer en cualquier etapa de la gestación. Los síntomas pueden aliviarse con lavados nasales con solución salina e inhalaciones de vapor de agua caliente.
Sin embargo, siempre que una mujer embarazada presente síntomas de sinusitis, debe acudir con su ginecólogo o un otorrinolaringólogo para una evaluación y, de ser necesario, recibir tratamiento con antibióticos o corticosteroides, que solo deben utilizarse bajo indicación médica para no afectar el desarrollo del bebé.
Síntomas de sinusitis en el embarazo
Los principales síntomas de sinusitis durante el embarazo son:
- Nariz tapada o con escurrimiento;
- Dolor de cabeza;
- Sensación de presión o pesadez en la cara;
- Estornudos constantes;
- Tos que empeora por la noche;
- Flemas espesas y de color amarillento;
- Dolor de garganta;
- Fiebre.
En caso de presentar estos síntomas, es importante acudir con el ginecólogo o el otorrinolaringólogo para confirmar el diagnóstico y recibir el tratamiento más adecuado. Consulta también otros posibles síntomas de la sinusitis.
¿La sinusitis en el embarazo afecta al bebé?
La sinusitis durante el embarazo, por lo general, no afecta al bebé. Sin embargo, la mujer no debe automedicarse ni usar medicamentos que solía tomar antes de quedar embarazada, ya que podrían perjudicar el desarrollo del bebé.
Siempre que sea posible, se recomienda optar por tratamientos naturales.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la sinusitis en el embarazo lo realiza el ginecólogo o el otorrinolaringólogo mediante la evaluación de los síntomas y la palpación de los senos paranasales para verificar si hay sensibilidad en esa zona.
Normalmente no se requieren estudios adicionales, pero si el médico lo considera necesario, puede solicitar una endoscopia nasal o una tomografía computarizada.
Posibles causas
La sinusitis en el embarazo puede deberse a infecciones virales, bacterianas o por hongos, ya que durante la gestación el sistema inmunológico se encuentra más debilitado, lo que aumenta el riesgo de infecciones.
Además, la sinusitis también puede ser provocada por alergias a ácaros, polvo, polen o pelo de animales, entre otros factores.
Tratamiento para la sinusitis en el embarazo
El tratamiento de la sinusitis en el embarazo debe ser orientado por el ginecólogo o el otorrinolaringólogo. Algunas recomendaciones incluyen:
1. Hacer nebulizaciones
Las nebulizaciones ayudan a hidratar las vías respiratorias, haciendo que las secreciones se vuelvan más líquidas y fáciles de eliminar, mejorando así la congestión nasal y la incomodidad.
Se pueden hacer de distintas formas:
- Nebulización con solución salina: Colocar de 5 a 10 mL de solución salina en el vaso del nebulizador, colocar la mascarilla cerca de la nariz e inhalar hasta que el líquido se termine.
- Nebulización con vapor de agua: Entrar al baño y dejar correr agua caliente de la regadera para generar vapor. Inhalar el vapor durante unos 20 minutos.
- Nebulización con hierbas: Hervir agua y preparar una infusión de manzanilla, eucalipto o cáscara de naranja con limón. Colocar el recipiente con la infusión en una mesa, sentarse frente a él y respirar el vapor durante unos 20 minutos, manteniendo el rostro a unos 8 cm de distancia.
Lo ideal es realizar la nebulización de 2 a 3 veces al día, especialmente por la mañana y antes de dormir. Vea otras formas de hacer nebulizaciones para la sinusitis.
Estos métodos naturales ayudan a destapar las vías respiratorias y facilitan la respiración.
2. Lavado nasal
El lavado nasal con solución salina al 0.9%, al menos 2 o 3 veces al día, ayuda a eliminar las secreciones que dificultan la respiración.
Para hacerlo, llena una jeringa sin aguja con 10 a 20 mL de solución salina estéril. Inclina el cuerpo hacia adelante y la cabeza ligeramente hacia un lado, coloca la jeringa en la entrada de una fosa nasal y presiona hasta que la solución salga por la otra fosa nasal.
Es importante mantener la boca abierta y respirar por ella durante el lavado, sin aspirar la solución, y sonarse la nariz después.
También se puede preparar una solución salina casera para hacer lavados nasales. Vea cómo hacer una solución salina casera para la sinusitis.
Generalmente, el lavado nasal es más efectivo después de una nebulización, ya que las secreciones se vuelven más fluidas.
Lea también: Cómo destapar la nariz con un lavado nasal (paso a paso) tuasaude.com/es/como-destapar-la-nariz3. Sonarse la nariz
Para evitar la acumulación de secreciones, es recomendable que la mujer embarazada se suene la nariz con un pañuelo suave cada vez que sea necesario, y no solo limpiar la punta de las fosas nasales.
Si es necesario hacerlo con frecuencia, se puede aplicar una crema cicatrizante para evitar irritación o heridas por la fricción.
4. Beber muchos líquidos
La mujer embarazada con sinusitis debe beber al menos 2 litros de agua o té sin azúcar al día.
Un té recomendado es el de jengibre con limón, ya que tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias, además de fortalecer el sistema inmunológico.
Para prepararlo, hierve la cáscara de 1 limón (bien lavado) con 1 cm de raíz de jengibre en 2 tazas de agua, deja entibiar y bebe las 2 tazas divididas en dos tomas durante el día, por máximo 4 días.
Este té debe evitarse cerca de la fecha de parto o en mujeres con antecedentes de aborto, problemas de coagulación o riesgo de hemorragias. Vea cuáles son las plantas que están contraindicados durante el embarazo.
¿Qué tomar para la sinusitis en el embarazo?
Para tratar la sinusitis durante el embarazo, es muy importante no tomar ningún medicamento sin indicación médica, para evitar riesgos para el bebé.
Si el tratamiento natural no es suficiente, el médico puede recetar analgésicos para el dolor de cabeza, corticosteroides y/o antibióticos. Sin embargo, es fundamental una evaluación adecuada para determinar el tratamiento más seguro.