Las lagañas en los ojos de los bebés pueden deberse a la obstrucción del conducto lagrimal o a infecciones virales o bacterianas, que generan una secreción amarillenta o verde que puede ser líquida o secarse y convertirse en pequeñas costras en el borde interno del ojo.
El tratamiento depende de la causa, pudiendo indicarse limpieza con suero fisiológico en algunos casos, o el uso de gotas de colirios y pomadas con antibióticos cuando hay infección, los cuales deben utilizarse siempre bajo indicación del pediatra.
En la mayoría de los casos, las lagañas se acompañan de enrojecimiento ocular, lagrimeo y molestia, lo que requiere una higiene cuidadosa de los ojos para evitar irritaciones y complicaciones.
Lea también: Lagañas: por qué salen (11 causas) y cómo tratar tuasaude.com/es/laganas-en-los-ojos
Principales causas
Las lagañas en el bebé pueden ser causadas principalmente, por:
1. Gripe o resfriado
La gripe o resfriado en el bebé es causado por infecciones virales respiratorias que generan síntomas como obstrucción nasal, tos, fiebre y una secreción amarillenta en el borde de los ojos que puede ser líquida.
Por esta razón, los padres o cuidadores deben estar atentos a la intensidad de los síntomas para que el bebé sea evaluado por un médico general o pediatra.
Qué hacer: el tratamiento consiste en mantener los ojos del bebé bien limpios y en fortalecer sus defensas, lo que puede lograrse con la ingesta de jugo de naranja o limón si ya se alimenta o tiene más de 6 meses.
A medida que la enfermedad mejora, la secreción en los ojos desaparece.
2. Canal lacrimal obstruido
La función del sistema lagrimal es producir lágrimas y drenarlas hacia la nariz. Cuando el conducto nasolagrimal se encuentra obstruido, la producción de lágrimas suele ser normal, pero el bloqueo del drenaje provoca lagrimeo y acumulación de secreción.
Esta situación es frecuente durante las primeras semanas de vida.
Qué hacer: esta obstrucción suele resolverse por sí sola durante el primer año de vida.
El tratamiento consiste en limpiar los ojos con suero fisiológico y realizar un masaje suave en el ángulo interno del ojo, según la indicación del médico. Si el problema persiste, puede ser necesario recurrir a una intervención quirúrgica.
3. Conjuntivitis
La conjuntivitis en bebés ocurre por la inflamación de la conjuntiva, la membrana que recubre los ojos y los párpados, y provoca enrojecimiento, lagrimeo y secreción amarillenta o verde.
Esta condición puede ser bacteriana, viral o química, y en recién nacidos es fundamental acudir al médico para una evaluación adecuada.
Lea también: Conjuntivitis: qué es, síntomas, tipos y tratamiento tuasaude.com/es/conjuntivitisQué hacer: el tratamiento de la conjuntivitis en bebés debe ser indicado por el pediatra y puede incluir el uso de colirios, pomadas antibióticas o antialérgicas, además de la limpieza de los ojos con gasas humedecidas en suero fisiológico.
La elección del tratamiento dependerá del tipo de conjuntivitis que el niño presente. Conozca más sobre el tratamiento de la conjuntivitis en bebés.
Cómo limpiar los ojos del bebé
En el día a día, durante el baño, se recomienda pasar un poco de agua tibia por la cara del bebé, evitando el uso de jabón en los ojos. Para limpiar los ojos de forma correcta y segura se debe:
- Mojar una gasa o una compresa esterilizada con suero fisiológico a temperatura ambiente;
- Pasar la gasa en un ojo de cada vez, desde la esquina interna hacia afuera.
Es importante usar una gasa diferente para cada ojo y realizar esta limpieza de manera regular para favorecer la higiene y el confort del bebé.
Además, se recomienda mantener la nariz limpia y libre de secreciones, ya que el lagrimeo puede empeorar con la congestión, aunque la limpieza nasal no previene las obstrucciones congénitas del conducto lagrimal.
Cuándo acudir al médico
Se debe llevar al bebé al médico general o pediatra si presenta secreción amarilla espesa, si al despertar hay muchas lagañas que dificultan abrir los ojos o si las pestañas están pegadas, ya que esto puede indicar una infección o una obstrucción del conducto lagrimal y requiere iniciar el tratamiento adecuado.
También es importante buscar atención médica si el bebé presenta otros síntomas además de las lagañas, como tos, respiración agitada, fiebre o irritabilidad, ya que podrían señalar una infección en las vías respiratorias.