Cáncer de cuello uterino: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en abril 2023

El cáncer de cuello uterino es una enfermedad causada principalmente por la infección con el virus VPH, pero también puede ocurrir en mujeres que no han sido infectadas por el virus y que tienen más de 45 años, fuman y usan pastillas anticonceptivas durante mucho tiempo.

Los síntomas del cáncer de cuello uterino, también llamado cáncer cervicouterino, suele provocar síntomas a medida que la enfermedad avanza, como sangrado vaginal fuera del período menstrual o después de las relaciones sexuales y flujo vaginal con mal olor, por ejemplo.

Cuando se detecta en las primeras etapas, el cáncer de cuello uterino es tratable y curable. Por este motivo, es importante consultar regularmente al ginecólogo, para realizar exámenes de diagnóstico, como el papanicolau, por ejemplo, el cual permite identificar posibles alteraciones en las células del cuello uterino sugestivos de cáncer.

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Síntomas de cáncer de cuello uterino

Los principales síntomas del cáncer del cuello uterino son:

  • Sangrado fuera del período menstrual;
  • Sangrado después de las relaciones sexuales;
  • Flujo vaginal con mal olor o coloración oscura;
  • Dolor abdominal o pélvico, que puede empeorar al orinar o defecar
  • Dolor durante el coito.

Además, en algunos casos la persona también puede experimentar cansancio excesivo, dolor e hinchazón en las piernas, pérdida involuntaria de orina o heces. Vea todos los síntomas del cáncer de cuello uterino, tanto en etapas tempranas como terminales.

Los síntomas del cáncer de cérvix son más frecuentes cuando la enfermedad ya está más avanzada, por lo que es fundamental que se consulte al ginecólogo en cuanto aparezcan los primeros signos y síntomas.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de cáncer de cuello uterino lo realiza el ginecólogo a través del examen pélvico y la evaluación de los antecedentes familiares y de salud de la persona. Durante la consulta ginecológica, se puede realizar un examen vaginal y una evaluación de la vagina y el cuello uterino.

Además, el médico también indica la prueba de Papanicolau y el examen de colposcopia, para que sea posible evaluar el cuello uterino con más detalle.

Si se identifican cambios, el médico puede solicitar una biopsia del cuello uterino, un examen en el que se recolecta una pequeña muestra de tejido del cuello uterino para analizarla en el laboratorio.

Estadificación del cáncer de cuello uterino

Después de realizar el diagnóstico, el médico normalmente clasifica el cáncer de cuello uterino de acuerdo a su estadificación de desarrollo:

  • Tx: tumor primario no identificado;
  • T0: sin evidencia del tumor primario;
  • Tis o 0: carcinoma in situ.

Estadio 1:

  • T1 o I: carcinoma cervical solo en el útero; 
  • T1 a o IA: carcinoma invasor, diagnosticado solo por microscopia;
  • T1 a1 o IA1: invasión estromal de hasta 3 mm de profundidad o hasta 7 mm horizontal;
  • T1 a2 o IA2: invasión entre 3 y 5 mm de profundidad o hasta 7 mm horizontal;
  • T1b o IB: lesión clínicamente visible, solo en el cuello del útero, o lesión microscópica mayor a T1 a2 o IA2;
  • T1b1 o IB1: lesión clínicamente visible con 4 cm o menos en su mayor dimensión;
  • T1b2 IB2: lesión clínicamente visible con más de 4 cm en su mayor dimensión.

Estadio 2:

  • T2 o II: tumor encontrado dentro y fuera del útero, pero que no alcanza la pared pélvica o el tercio inferior de la vagina;
  • T2a o IIA: sin invasión del parametrio;
  • T2b o IIB: con invasión del parametrio.

Estadio 3:

  • T3 o III: tumor que se extiende a la pared pélvica, compromete la parte inferior de la vagina, o produce alteración en los riñones;
  • T3a o IIIA: tumor que compromete el tercio inferior de la vagina, sin extensión a la pared pélvica;
  • T3b o IIIB: tumor que se extiende a la pared pélvica, o que produce alteración en los riñones

Estadio 4:

  • T4 o IVA: tumor que invade la mucosa vesical o rectal, o que se extiende más allá de la pelvis.

Además de saber el tipo de cáncer cervical que la mujer presenta, también es importante saber si hay ganglios linfáticos afectados y metástasis o no, porque ayuda a determinar el tipo de tratamiento que la mujer necesita realizar.

Posibles causas

La principal causa del cáncer de cuello uterino es la infección por el virus VPH, que se transmite principalmente a través de relaciones sexuales sin protección, con o sin penetración. Además, algunos factores de riesgo que también pueden contribuir al desarrollo del cáncer de cuello uterino son:

  • Iniciar las relaciones sexuales precozmente;
  • Tener múltiples parejas sexuales;
  • Fumar;
  • Usar pastillas anticonceptivas durante mucho tiempo;
  • Ser mayor de 45 años;
  • Quedar embarazada antes de los 17 años o tener varios hijos.

Además, las mujeres que tienen otras infecciones de transmisión sexual, como clamidia, herpes o gonorrea, también tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para el cáncer de cuello uterino depende del estadio en que el se encuentra el tumor, si hay metástasis, de la edad y estado de salud general de la mujer. Las principales opciones de tratamiento son:

1. Conización

La conización consiste en la remoción de una pequeña parte del cuello del útero, en forma de cono. Aunque sea una técnica más utilizada para realizar la biopsia y confirmar el diagnóstico de cáncer, la conización también puede considerarse una forma de tratamiento estándar en casos de lesión intraepitelial escamosa de alto grado (HSIL), que aún no es considerado cáncer, pero puede evolucionar a cáncer. Conozca cómo se realiza la conización cervical.

2. Histerectomía

La histerectomía es el principal tipo de cirugía indicada para el tratamiento del cáncer de cuello uterino, la cual puede realizarse en fases iniciales o más avanzadas y que, normalmente, se realiza una de las siguientes técnicas:

  • Histerectomía total: remueve solo el útero y el cuello uterino y puede realizarse a través de un corte en el abdomen, por laparoscopia o a través del canal vaginal. Normalmente se utiliza para tratar el cáncer de cuello uterino en el estadio IA1 o en el estadio 0.
  • Histerectomía radical: además del útero y del cuello uterino, también se remueven la parte superior de la vagina y de los tejidos cercanos, que pueden estar afectados por el cáncer. En general, esta cirugía se recomienda en casos de cáncer en los estadio IA2 y IB, siendo realizada solo por medio de un corte en el abdomen.

Es importante recordar que en los dos tipos de histerectomía los ovarios y las trompas solo se remueven si también se encuentran afectados por el cáncer o si presentan otros problemas. Conozca los tipos de histerectomía y los cuidados después de esta cirugía.

3. Radioterapia y quimioterapia

El tratamiento con radioterapia o quimioterapia pueden ser usados tanto antes como después de los tratamientos quirúrgicos, para ayudar en el combate del cáncer, especialmente cuando este se encuentra en estadios avanzados o cuando hay metástasis.

4. Traquelectomía

La traquelectomía es otro tipo de cirugía que remueve solo el cuello del útero y el tercio superior de la vagina, dejando el cuerpo del útero intacto, lo que permite que la mujer aún pueda quedar embarazada después del tratamiento.

Normalmente, esta cirugía se utiliza en los casos de cáncer de cuello uterino diagnosticados precozmente y que por lo tanto aún no afectan otras estructuras.

5. Exenteración pélvica

La exenteración pélvica es una cirugía más extensa que puede indicarse en los casos en que el cáncer regresa y afecta otras regiones. En esta cirugía se retira el útero, el cuello uterino, los ganglios de la pelvis, pudiendo también ser necesario remover otros órganos como ovarios, trompas, vagina, vejiga y parte final del intestino.

Cómo prevenir el cáncer de cuello uterino

La principal forma de prevenir el cáncer de cuello uterino es a través de la vacuna contra el VPH, que se puede encontrar en centros de salud y clínicas privadas. Vea cómo y cuándo vacunarse contra el VPH.

Además, también es importante utilizar preservativo en todas las relaciones sexuales y consultar periódicamente al ginecólogo.