Conización cervical: qué es, para qué sirve y complicaciones

Actualizado en enero 2023

La conización cervical es un procedimiento quirúrgico indicado para el diagnóstico y tratamiento de alteraciones en el cuello del útero, como displasias, lesiones pre cancerígenas o cáncer de cuello uterino en estadios iniciales.

Generalmente, el ginecólogo realiza el este procedimiento cuando hay alguna alteración observada en el examen de rutina, por medio de la obtención de una muestra del cuello del útero para ser analizada en el laboratorio.

La conización cervical es realizada con anestesia local y/o sedación leve, siendo hecha en hospitales privados o de forma gratuita en algunos países por medio del servicio de salud pública.

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Para qué sirve

La conización está indicada para:

  • Diagnóstico de lesión sospechosa de cáncer invasivo o con un adenocarcinoma in situ en el cuello del útero;
  • Evaluación de lesiones en el cuello uterino cuando los exámenes histológico y citológico reportan resultados diferentes;
  • Diagnóstico de anormalidades de las células del cuello uterino, cuando la colposcopia no fue suficiente para observar las alteraciones;
  • Diagnóstico de lesiones pre malignas o malignas del cuello uterino;
  • Tratamiento de displasia del cuello uterino, NIC 2 o NIC 3;
  • Tratamiento del cáncer cervicouterino de células escamosas en estadios iniciales (1A1), si la mujer desea mantener la fertilidad.

La conización puede realizarse en mujeres con síntomas semejantes a los del cáncer del cuello uterino, como sangrado anormal, dolor pélvico constante o flujo con mal olor, a pesar de que no se observen alteraciones en el tejido. Vea los principales síntomas de cáncer de cuello uterino.

Cómo prepararse para la conización cervical

Algunos cuidados importantes antes de la conización son:

  • Informar al médico si tiene alergia al yodo antes de la realización del procedimiento, ya que se aplica una solución desinfectante a base de yodo en el cuello del útero;
  • Informar al médico sobre el uso de medicamentos anticoagulantes, como warfarina, heparina, rivaroxabán o ácido acetilsalicílico, ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado;
  • Informar al médico si presenta alergia a otros medicamentos o látex, por ejemplo;
  • Hacer ayuno de 6 a 8 horas antes de la conización en caso de que sea indicada sedación leve.

Además, el ginecólogo puede recomendar evitar las relaciones sexuales 24 horas antes del procedimiento.

Cómo se hace la conización

La conización cervical es bastante sencilla y rápida, teniendo una duración de aproximadamente 15 a 30 minutos.

Este procedimiento se realiza bajo anestesia local, siendo por esto realizada en una unidad de cirugía o en el consultorio del ginecólogo. Por ello, la mujer puede regresar a casa el mismo día, sin que requiera de permanecer hospitalizada.

Durante el examen, la mujer es colocada en posición ginecológica, con las piernas abiertas, y el médico coloca el espéculo en la entrada de la vagina para observar el cuello del útero y aplicar una solución a base de yodo para desinfectar el cuello uterino.

Después, usando un pequeño láser o un aparato semejante a un bisturí, el médico retira una muestra de aproximadamente 2 cm, que será analizada en el laboratorio.

Al final, se colocan algunas compresas en la vagina para interrumpir el sangrado que se produce, las cuales son removidas antes de que la mujer regrese a casa, o con el uso de un medicamento en forma de esponja para reducir el sangrado y ayudar en la cicatrización.

Cómo es la recuperación

Aunque la cirugía sea relativamente rápida, la recuperación después de la conización puede tardar hasta 1 mes, durante ese tiempo se recomiendan algunos cuidados, como:

  • Tomar medicamentos analgésicos o antiinflamatorios para aliviar el dolor o malestar, de acuerdo a los indicado por el médico;
  • Tomar el antibiótico prescrito por el médico, como azitromicina, en dosis única el día de la cirugía, de acuerdo a la orientación médica;
  • Utilizar los óvulos vaginales prescritos, 1 vez al día, por la noche, durante 10 días, iniciando 3 días después de la conización o de acuerdo a lo indicado por el médico;
  • Permanecer en reposo de 2 a 7 días, de acuerdo a la orientación del médico;
  • Evitar esfuerzos leves a moderados el día de la cirugía y al día siguiente;
  • Evitar tener relaciones sexuales por alrededor de 6 semanas;
  • Evitar esfuerzos intensos, como hacer limpieza de la casa o ir al gimnasio, por 30 días;
  • Evitar las duchas vaginales y el uso de tampones, además de evitar los baños de asiento por lo menos 1 mes;
  • Hacer a higiene íntima de 1 a 2 veces al día con jabón íntimo indicado por el médico.

Durante el postoperatorio de esta intervención es normal que haya pequeños sangrados oscuros durante 3 a 4 semanas, por lo que no debe alarmarse.

Sin embargo, la mujer debe estar siempre atenta a señales de una posible infección, como olor fétido, flujo amarillento o verdoso, y fiebre. En caso de que estos síntomas se encuentren presentes, debe acudir al hospital o volver con el ginecólogo. 

Posibles complicaciones

La principal complicación después de una conización es el riesgo de hemorragia, por lo que a pesar de haber regresado a casa, la mujer debe permanecer atenta al surgimiento de sangrado abundante y de color rojo vivo, ya que puede indicar una hemorragia. 

Además, el riesgo de infección también es bastante elevado después de la conización. Por eso, debe mantenerse alerta ante señales como:

  • Flujo vaginal verdoso o con mal olor;
  • Dolor en la región inferior de la barriga;
  • Malestar o comezón en la región vaginal;
  • Fiebre por arriba de 38ºC.

Otra de las posibles complicaciones de la conización, pero que no es tan frecuente, es el desarrollo de una insuficiencia del cuello uterino durante el embarazo, haciendo que la mujer tenga el cuello del útero disminuido o abierto, causando dilatación que puede llevar al inicio del trabajo de parto prematuro, poniendo en riesgo la vida del bebé.