Braquiterapia: qué es, para qué sirve y cómo se realiza

La braquiterapia es un tipo de radioterapia interna que consiste en colocar pequeñas semillas radioactivas directamente dentro del tumor para destruir o reducir las células cancerígenas. Este tratamiento se utiliza principalmente en casos de cáncer de próstata, útero o mama.

A diferencia de la radioterapia convencional, la braquiterapia permite administrar dosis altas de radiación directamente al tumor sin dañar las células saludables, lo que mejora la efectividad del tratamiento y controla el crecimiento del tumor. Este procedimiento puede ser temporal o permanente, dependiendo del caso.

Es importante que la braquiterapia sea indicada por un médico y aplicada por un equipo multidisciplinario, compuesto por radiooncólogos, anestesistas, urólogos, ginecólogos, enfermeros, físicos y otros especialistas según el tipo de tumor.

Para qué sirve

La braquiterapia se utiliza para tratar el cáncer en sus primeras etapas, ya sea de manera aislada o combinada con quimioterapia. También se emplea en tumores más avanzados como un complemento de la radioterapia externa.

Además, la braquiterapia puede ser indicada para reducir las probabilidades de recurrencia de un tumor después de la cirugía, o para aliviar el dolor en casos avanzados de cáncer o con metástasis.

Cuándo es indicada

La braquiterapia está indicada para el tratamiento de:

• Cáncer de próstata;
• Cáncer de útero o de cuello uterino;
• Cáncer de mama;
• Cáncer en el pene;
• Cáncer en la uretra;
• Melanoma ocular o retinoblastoma.

Otros tipos de cáncer, como el de cabeza y cuello, el cáncer anal o el cáncer cerebral, también pueden responder bien al tratamiento con braquiterapia.

Es importante destacar que la elección del tratamiento siempre debe hacerse en conjunto entre el oncólogo y la persona que lo va a recibir.

Cómo es la preparación

Para iniciar la braquiterapia, es necesario realizar una consulta con un radiooncólogo, quien evaluará el estado general de salud, realizará un examen físico y revisará los estudios previos. También elaborará una historia clínica completa, incluyendo los tratamientos oncológicos realizados anteriormente.

Es fundamental informarle sobre todos los medicamentos que se toman habitualmente y, en el caso de las mujeres, sobre la posibilidad de embarazo.

Además, el médico puede recomendar dejar de fumar, ya que el tabaco puede aumentar el riesgo de efectos secundarios y reducir la eficacia del tratamiento.

La preparación para la braquiterapia suele incluir un ayuno absoluto de al menos 8 horas, o el tiempo que indique el médico, ya que el procedimiento generalmente requiere el uso de anestesia.

Cómo se realiza

La braquiterapia se realiza por el equipo médico siguiendo los siguientes pasos:

1. Aplicación de anestesia general, raquídea o local con sedación;
2. Colocación de un catéter o aplicador hacia la región del tumor, utilizando como guía un ultrasonido, radiografía o resonancia magnética;
3. Aplicar el implante radioactivo a través del catéter o aplicador, por dentro o cerca del tumor;
4. Retirar el catéter o el aplicador.

Este tratamiento se realiza en el hospital por un equipo médico especializado, y consiste en la colocación de pequeñas semillas radioactivas, del tamaño de un grano de arroz. 

El tipo de implante y el tiempo que se mantiene en el cuerpo dependen de la localización y del tipo de tumor.

Tipos de braquiterapia

La braquiterapia puede clasificarse según la ubicación, duración o dosis en:

1. Según la ubicación

Los diferentes tipos de braquiterapia según la ubicación incluyen:

• Intersticial en la que el implante radioactivo se coloca directamente dentro del tejido corporal, siendo utilizada principalmente para el cáncer de próstata;
• Intracavitaria en la que el implante se coloca dentro de cavidades, siendo utilizada para el cáncer de endometrio, cuello uterino o mama;
• Episcleral en que el implante se coloca en el ojo, siendo utilizada para el melanoma ocular.

Para colocar el implante, el equipo médico utiliza técnicas de imagen como el ultrasonido o la resonancia magnética, que sirven de guía para asegurar una correcta colocación del mismo.

2. Según la duración

Los diferentes tipo de braquiterapia según la duración incluyen:

• Permanente, consiste en dejar el implante radioactivo dentro del tumor de forma definitiva. Suele utilizarse en casos de cáncer de próstata, y la radiación se libera de manera continua, disminuyendo con el tiempo hasta que el material se vuelve inactivo;
• Temporal, en la cual el implante radioactivo se coloca por minutos o días y luego se retira. 

La duración dependerá del tipo de cáncer, su localización y las características individuales de cada persona, por lo que siempre debe ser evaluada por el equipo médico especializado.

3. Según la dosis 

La braquiterapia puede clasificarse según la dosis en:

• Dosis bajas: los implantes radioactivos liberan pequeñas cantidades de radiación durante un periodo prolongado, generalmente entre 1 y 7 días. En estos casos, la persona debe permanecer internada hasta que los implantes sean retirados;
• Dosis altas: los implantes se colocan durante sesiones cortas de aproximadamente 10 a 20 minutos y luego se retiran. Dependiendo del caso, el tratamiento puede repetirse dos veces por día durante 2 a 5 días, o una vez al día durante 2 a 5 semanas.

La elección entre dosis altas o bajas depende del tipo y localización del tumor, así como del estado general de salud de la persona.

Cuidados durante el tratamiento

Después de la colocación del implante radioactivo, la persona puede experimentar dolor o incomodidad en el área donde se colocó el catéter, por lo que el médico podría recomendar analgésicos.

Se aconseja evitar esfuerzos excesivos o levantar pesos durante al menos dos semanas después del procedimiento.

Además, dependiendo del tipo de braquiterapia, puede ser necesario un aislamiento temporal para evitar el contacto con niños o mujeres embarazadas, ya que la radiación podría transmitirse a otras personas.

Efectos secundarios

Los efectos secundarios de la braquiterapia varían según la zona tratada y el tipo de cáncer. En los casos de cáncer en el tracto urinario o gastrointestinal, es común que se presenten efectos como esterilidad, lesiones en la vagina o menopausia.

En el cáncer de endometrio, los efectos secundarios suelen ser leves y temporales, como infecciones en la vejiga, inflamación del recto o ano, o flujo vaginal.

En el cáncer de mama, se puede presentar un engrosamiento de la piel en la cicatriz, mientras que en el cáncer de próstata, los efectos pueden incluir infecciones urinarias y dificultades para la erección.

Además, si el implante no se coloca correctamente, la dosis de radiación que recibe el tumor puede ser demasiado baja o demasiado alta, lo que podría dañar los tejidos sanos cercanos al tumor.