Amigdalitis: qué es, síntomas, tipos y tratamiento

Actualizado en abril 2024

La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, que son estructuras presentes en el fondo de la garganta y que tiene como función defender el organismo contra infecciones de bacterias y virus.

Cuando el sistema inmune está comprometido debido al uso de medicamentos o a la presencia de enfermedades, por ejemplo, siendo posible que los virus y bacterias causen inflamación de las amígdalas, llevando al surgimiento de síntomas como dolor de garganta, dificultad para deglutir y fiebre.

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El tratamiento de la amigdalitis es realizado por el otorrinolaringólogo, y varia conforme a la causa, pudiendo ser indicada la hidratación oral, uso de medicamentos antiinflamatorios u antibióticos para combatir las bacterias.

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Principales síntomas 

Los principales síntomas de amigdalitis incluyen:

  • Dolor de garganta que permanece por más de 2 días;
  • Dificultad para tragar;
  • Garganta roja e hinchada;
  • Fiebre y escalofríos;
  • Tos seca irritativa;
  • Dolor de cabeza o en el cuello;
  • Pérdida del apetito;
  • Malestar general y mal aliento;
  • Alteración de la voz;
  • Bultos en el cuello y mandíbula;
  • Dolor de oído, en algunos casos.

Cuando la amigdalitis es causada por bacterias, también puede observarse la presencia de puntos blancos en la garganta, siendo importante la evaluación por un médico para iniciar el tratamiento lo más pronto posible. Vea más sobre la amigdalitis bacteriana

Test online de síntomas

Para saber si tienes amigdalitis, por favor seleccione los síntomas que presenta en el test a continuación:

  1. 1. Dolor de garganta.
  2. 2. Fiebre superior a 37,2ºC.
  3. 3. Placas blancas o amarillentas en la parte posterior de la garganta.
  4. 4. Mayor sensibilidad al tacto en la región del cuello.
  5. 5. Malestar al tragar alimentos y/o agua.
  6. 6. Enrojecimiento en la garganta.

Esta prueba es una herramienta que sirve únicamente como medio de orientación. Por lo tanto, no pretende proporcionar un diagnóstico y no reemplaza la consulta con un otorrinolaringólogo o médico de cabecera.

Causas de la amigdalitis

La amigdalitis es causada en la mayoría de los casos por virus o bacterias que pueden contagiarse por medio de la inhalación de gotículas liberada en el aire al toser o estornudar, además de que también pueden contagiarse por medio de un beso y del contacto con objetos contaminados.

Por eso, es importante que se adopten algunas medidas para evitar el contagio, como lavarse bien las manos, no compartir platos, vasos ni cubiertos, además de cubrirse la boca al toser o estornudar.

A pesar de que es poco frecuente, la amigdalitis puede presentarse como consecuencia de una infección por hongos, siendo más probable que se presente en personas con el sistema inmune más comprometido.

Tipos de amigdalitis

La amigdalitis puede clasificarse en los siguientes tipos:

1. Amigdalitis aguda

La amigdalitis aguda es aquella en que los síntomas duran entre 3 a 5 días, mejorando incluso sin la realización de tratamiento específico.

2. Amigdalitis crónica

La amigdalitis crónica es aquella en que los síntomas de la amigdalitis perduran por más tiempo y surgen de forma recurrente, es decir, la persona desarrolla amigdalitis con alguna frecuencia, siendo importante consultar al médico para que indique el tratamiento adecuado, el cual puede incluir la extirpación de las amígdalas para evitar la recurrencia de la inflamación.

3. Amigdalitis bacteriana

La amigdalitis bacteriana es la inflamación de las amígdalas por bacterias, principalmente Streptococcus pyogenes. Conozca más sobre la amigdalitis bacteriana.

4. Amigdalitis viral

La amigdalitis viral se produce debido a la infección por virus, principalmente los adenovirus, rinovirus, influenza y coronavirus. Conozca más sobre la amigdalitis viral.

¿La amigdalitis es contagiosa?

Los virus y las bacterias que pueden causar amigdalitis pueden transmitirse de una persona a otra al inhalar las gotas liberadas en el aire al toser o estornudar. Además, la transmisión de estos agentes infecciosos también puede ocurrir a través del beso o por el contacto con objetos contaminados.

Por lo tanto, es importante que se tomen algunas medidas para prevenir la transmisión, como lavarse bien las manos, no compartir platos, vasos y cubiertos, y cubrirse la boca al toser o estornudar.

Cómo se confirma el diagnóstico

El diagnóstico de la amigdalitis debe ser hecho por el médico general u otorrinolaringólogo a partir de la evaluación de los signos y síntomas presentados por la persona.

En algunos casos, principalmente cuando se identifica la presencia de pus, el médico puede indicar la realización de un cultivo de garganta, que es un examen que consiste en la obtención de una muestra de secreciones de la garganta, la cual es enviada al laboratorio para identificar el agente infeccioso responsable de la infección, ayudando a establecer la mejor dosis y tipo de antibiótico.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la amigdalitis debe ser realizado bajo la orientación de un otorrinolaringólogo y varía según su causa.

En el caso de la amigdalitis viral, el médico puede recomendar reposo, hidratación oral y el uso de medicamentos antiinflamatorios como ibuprofeno o paracetamol, por ejemplo, para reducir el dolor de garganta y bajar la fiebre.

Además, hacer gárgaras con agua tibia y sal puede ayudar a aliviar los síntomas.  

En el caso de la amigdalitis bacteriana, el tratamiento se realiza con antibióticos, generalmente de la clase de las penicilinas como la amoxicilina. Sin embargo, en caso de alergia a las penicilinas, el médico puede recomendar el uso de azitromicina o cefalosporinas, por ejemplo.

En las situaciones más graves, cuando la amigdalitis es recurrente, el médico podría indicar una cirugía para extirpar las amígdalas. Vea cómo es la recuperación de la cirugía en el vídeo a continuación:

Opciones de tratamiento natural

Beber suficiente agua, aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina C y dar preferencia al consumo de alimentos líquidos o pastosos también ayuda a controlar mejor la enfermedad.

Además, un buen tratamiento casero para la amigdalitis es hacer gárgaras con agua tibia y sal, 2 veces al día, ya que la sal es antibacteriana y puede ayudar en el tratamiento clínico de la enfermedad. Vea algunos remedios caseros para la amigdalitis.

Cómo prevenir 

Para prevenir la amigdalitis, se recomienda:

  • Evitar permanecer en espacios cerrados o con mucha gente y poca circulación de aire durante períodos prolongados, como centros comerciales o gimnasios.
  • Evitar el contacto con personas que tengan gripes o resfriados.
  • Utilizar gel desinfectante de manos con frecuencia.
  • No tocar superficies y luego llevarse las manos a los ojos, boca o nariz.
  • Evitar compartir objetos personales que puedan estar en contacto con gotas de saliva o secreciones respiratorias, como cubiertos, vasos y cepillos de dientes.
  • Cubrir siempre la nariz y la boca al toser o estornudar, utilizando un pañuelo desechable o la manga de la ropa.

Además, es importante lavarse las manos regularmente con agua y jabón neutro, durante al menos 20 segundos antes de enjuagar, para prevenir la amigdalitis y evitar la transmisión de la enfermedad.

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