10 Remedios caseros para la amigdalitis

Actualizado en mayo 2023
Evidencia científica

Algunos remedios caseros para la amigdalitis, como hacer gárgaras con agua tibia y sal o tomar té de fenogreco, por ejemplo, ayudan a aliviar el dolor y el malestar en la garganta debido a que poseen acción antiinflamatoria, antiséptica y antimicrobiana.

La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, que por lo general ocurre a consecuencia de una infección bacteriana o viral, ocasionando síntomas como dificultad para deglutir, garganta enrojecida e hinchada, fiebre o escalofríos. Vea otros síntomas de amigdalitis

Los remedios caseros para la amigdalitis ayudan a aliviar los síntomas y a acelerar la recuperación y no deben sustituir el tratamiento indicado por el otorrinolaringólogo, especialmente cuando el dolor de garganta es muy fuerte, se acompaña de pus en la garganta y fiebre o cuando los síntomas no mejoran después de 2 días.

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Principales remedios caseros

Algunos remedios caseros para la amigdalitis son:

1. Gárgaras con agua tibia y sal

La sal es conocida como un antimicrobiano natural, es decir, es capaz de eliminar varios tipos de microorganismos. Esto significa que cuando se realizan gárgaras con sal, es posible eliminar el exceso de bacterias que puedan estar causando la infección en las amígdalas. 

La temperatura del agua también es importante, puesto que utilizar agua muy caliente o fría puede empeorar el dolor de garganta. 

Ingredientes

  • 1 cucharada de sal;
  • ½ vaso de agua tibia.

Modo de utilización

Mezclar la sal en el vaso con agua hasta que se disuelva por completo y la mezcla quede transparente. Después, colocar uno o dos sorbos en la boca, inclinar la cabeza para atrás y realizar gárgaras durante 30 segundos aproximadamente. Al finalizar, verter el agua y repetir hasta acabar la mezcla. 

Esta técnica es bastante utilizada para reducir de forma rápida el dolor y puede realizarse hasta 4 ó 5 veces al día. 

2. Ingesta de aceite de menta piperita

El aceite esencial de menta piperita tiene varios beneficios para la salud, incluyendo su acción antiinflamatoria, antibacteriana y antiviral. De esta forma, este aceite puede ser de gran ayuda en el tratamiento de la amigdalitis, puesto que reduce la inflamación y alivia el dolor, además de eliminar el exceso de virus y bacterias que puedan estar causando la infección. 

No obstante, para realizar la ingesta de este aceite, es muy importante diluirlo en otro aceite vegetal, como el aceite de oliva o de coco, por ejemplo; para evitar causar algún tipo de quemadura en el esófago. Idealmente, los aceites esenciales sólo deben ser ingeridos bajo orientación de un profesional en el área, puesto que no todos pueden ser consumidos de forma segura. 

Ingredientes

  • 2 gotas de aceite esencial de menta;
  • 1 cucharada de aceite vegetal (aceite de oliva, coco o almendras dulces).

Modo de utilización

Mezclar el aceite esencial en la cucharada de aceite vegetal y después ingerir. Este remedio casero puede ser usado hasta 2 veces al día. Dosis superiores deben evitarse, puesto que el uso excesivo de este aceite puede causar efectos tóxicos. 

Dado que necesita ser ingerido, también es importante elegir un aceite esencial de origen biológico y prensado en frío para reducir las posibilidades de ingerir algún tipo de producto químico.

3. Masticar un trozo de ajo

Masticar un trozo de ajo es otra forma casera muy eficaz de ayudar en el tratamiento para la amigdalitis, puesto que el ajo, cuando es masticado, libera una sustancia conocida como alicina, la cual tiene una fuerte acción antimicrobiana, lo que ayuda a combatir los varios tipos de infecciones. 

Ingredientes

  • 1 diente de ajo.

Modo de utilización

Pelar el diente de ajo y luego cortar un trozo. Colocarlo en la boca y chupar o masticar para liberar el jugo rico en alicina. 

Dado que masticar ajo ocasiona mal aliento, se aconseja lavar los dientes luego para disimular el olor. Otra opción consiste en añadir ajo crudo a la alimentación. 

4. Gárgaras con bicarbonato

Otro remedio casero para la amigdalitis es realizar gárgaras con agua tibia y bicarbonato de sodio. Esto gracias a que el bicarbonato también posee acción antimicrobiana, la cual ayuda a limpiar la garganta y a tratar la infección. 

De hecho, el bicarbonato puede utilizarse junto con la sal para obtener una acción incluso más fuerte. 

Ingredientes

  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio;
  • ½ vaso de agua tibia.

Modo de utilización

Mezclar el bicarbonato en el agua. Colocar un sorbo en la boca, inclinar la cabeza para atrás y realizar las gárgaras. Al finalizar, verter el agua y repetir hasta acabar con la mezcla. 

Esta técnica puede realizarse varias veces al día o cada 3 horas, por ejemplo. 

5. Té de fenogreco

Las semillas de fenogreco, también llamadas semillas de alholva, poseen acción antimicrobiana y antiinflamatoria que pueden ayudar bastante en el alivio del dolor producido por la amigdalitis, puesto que calma la irritación de las amígdalas al mismo tiempo que elimina el exceso de virus y bacterias. 

Aunque sea un remedio natural muy utilizado, el té de fenogreco debe ser evitado por mujeres embarazadas. 

Ingredientes

  • 1 taza de agua;
  • 1 cucharada de semillas de fenogreco.

Modo de utilización

Mezclar las semillas de fenogreco con el agua en una olla y colocar a fuego medio durante 5 a 10 minutos. Después, colar, dejar entibiar y beber de 2 a 3 veces al día. 

6. Té de anís estrellado 

El té de anís estrellado posee actividad antiviral debido al ácido siquímico, una sustancia natural que se utiliza para combatir el virus de la gripe, siendo una buena opción de remedio casero para la amigdalitis viral.

Además, este té es rico en compuestos fenólicos con acción antioxidante que ayudan a fortalecer el sistema inmune, disminuyendo los síntomas de la amigdalitis. 

Ingredientes

  • 1 cucharada sopera de anís estrellado;
  • 500 ml de agua hirviendo;
  • Miel para endulzar (opcional).

Modo de preparación

Colocar el agua hirviendo en una taza y agregar el anís estrellado. Tapar, dejar enfriar, colar y endulzar con miel y beber a continuación. Tomar este té 3 veces al día, mientras que los síntomas del resfriado permanecen.

Este té está contraindicado en niños, mujeres embarazadas o que estén lactando, así como en personas que tengan alergia o anís estrellado.

7. Infusión de sauce blanco

La infusión de sauce blanco, hecho con la planta medicinal Salix alba, es rico en salicina, una sustancia semejante al ingrediente principal de la aspirina, con fuerte acción analgésica y antiinflamatoria.

De esta forma, la infusión preparada con cáscara de sauce blanco es una buena opción para aliviar el dolor de garganta causada por amigdalitis.

Ingredientes

  • 2 cucharadas cafeteras de cáscara de sauce blanco;
  • 2 tazas de agua.

Modo de preparación

Colocar el agua para hervir y agregar la cáscara de sauce. Dejar hervir durante 10 minutos, colar y beber hasta 2 tazas por día.

Esta infusión no debe ser consumido por niños, mujeres embarazadas o que estén lactando, personas con alergia a la aspirina o que estén en tratamiento con anticoagulantes.

Además, el uso de la infusión de cáscara de sauce blanco no está indicado en personas con problemas gastrointestinales, como úlceras, gastritis, reflujo gastroesofágico, colitis o diverticulitis.

8. Vinagre de manzana

El vinagre de manzana tiene propiedades antibacterianas y antivirales que ayudan a combatir los microorganismos que causan la amigdalitis, ayudando a aliviar el dolor y el malestar de garganta.

Ingredientes

  • 1 a 2 cucharadas soperas de vinagre de manzana;
  • 1 vaso de agua tibia.

Modo de preparación

Agregar el vinagre de manzana en una vaso de agua tibia y mezclar. A continuación, hacer gárgaras por 20 a 30 segundos, 2 a 3 veces al día. Escupir la solución a continuación.

Es importante lavar la boca con agua después de hacer gárgaras con la solución de vinagre de manzana y para prevenir el desgaste del esmalte de los dientes, se debe lavar los dientes 30 minutos después.

El vinagre de manzana también puede usarse a lo largo del día para sazonar las ensaladas, por ejemplo.

9. Té de jengibre

El té de jengibre tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias debido a los compuestos fenólicos, como gingerol, shogaol y zingerona, que ayudan a combatir los síntomas de la amigdalitis.

Además, este té ayuda a fortalecer el sistema inmune y a disminuir la duración de la amigdalitis.

Ingredientes

  • 1cm de raíz de jengibre o la ½ de una cucharada de jengibre en polvo;
  • 3 tazas de agua;
  • Miel para endulzar (opcional).

Modo de preparación

Colocar el agua para hervir y agregar el jengibre. Dejar hervir por 5 a 10 minutos. Retirar el jengibre de la taza y beber el té de 3 a 4 dosis divididas a lo largo del día.

Este té debe evitarse en personas con úlceras en el estómago o que están. bajo tratamiento con anticoagulantes, ya que puede aumentar el riesgo de sangrado o hemorragia.

10. Té de guapinol

El té de guapinol preparado con la planta medicina Hymenaea courbaril, puede usarse como remedio casero para amigdalitis, ya que tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y expectorantes, que ayudan a aliviar los síntomas de la amigdalitis.

Ingredientes

  • 2 cucharadas soperas de cáscaras de guapinol;
  • 1 litro de agua filtrada.

Modo de preparación

Agregar las cáscaras de guapinol en un recipiente con 1 litro de agua y dejar hervir por 15 minutos. Esperar a que se entibie, colar y beber hasta 3 tazas al día.

El té de guapinol está contraindicado en niños, mujeres embarazadas o que estén lactando.

Observe más consejos en el vídeo a continuación acerca de cómo combatir el dolor de garganta de forma natural y eficiente: 

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