El colapso nervioso es una situación caracterizada por el desequilibrio entre el cuerpo y la mente, haciendo que la persona se sienta agotada e incapaz de lidiar con las presiones físicas y emocionales.
Cuando una persona pasa por un colapso nervioso, su capacidad para lidiar con las tareas del día a día se ve afectada, pudiendo surgir síntomas como aislamiento social, descuido con la propia higiene, faltas a compromisos y explosiones emocionales.
Aunque el colapso nervioso no se considera un diagnóstico médico específico, sí puede indicar problemas de salud mental, como ansiedad o depresión. Por este motivo, resulta fundamental identificar sus señales y buscar apoyo con un psicólogo o psiquiatra.
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Principales síntomas
Algunos síntomas que pueden ayudar a identificar un colapso nervioso son:
- Aislamiento social;
- Faltas a compromisos o al trabajo, sin motivo aparente;
- Descuido con la propia higiene, alimentación y actividad física;
- Pérdida de interés en actividades que antes daban placer;
- Tristeza intensa;
- Dificultad de concentración;
- Sensación de peligro constante;
- Irritabilidad, frustración o explosiones emocionales.
Además, pueden aparecer algunos síntomas físicos, como agitación, palpitaciones y temblores, náuseas o dolores de estómago, dificultad para respirar, mareos, manos frías o sudorosas.
En casos más graves, pueden ocurrir síntomas más intensos como ataques de pánico, paranoia, alucinaciones y flashbacks de traumas pasados, además de pensamientos de automutilación o suicidio, que exigen atención y asistencia médica inmediata. Vea cómo prevenir el suicidio.
Posibles causas
El colapso nervioso generalmente surge cuando el estrés, la ansiedad o la depresión se vuelven tan intensos que la persona ya no logra lidiar con la vida cotidiana.
Las causas pueden involucrar detonantes de estrés agudo o crónico, como la pérdida de un ser querido, dificultades financieras graves, problemas en el trabajo, conflictos familiares, falta de sueño e incapacidad para relajarse.
Además, algunas condiciones médicas también pueden contribuir, como enfermedades crónicas, agravamiento de trastornos psiquiátricos preexistentes o historial personal o familiar de ansiedad.
Lea también: Ansiedad: qué es, síntomas, tipos y tratamiento tuasaude.com/es/ansiedadCómo se realiza el tratamiento
En caso de colapso nervioso, se recomienda consultar a un psicólogo y/o psiquiatra, quienes pueden indicar:
1. Psicoterapia
La psicoterapia, especialmente la terapia cognitivo-conductual, es realizada por el psicólogo y ayuda a controlar pensamientos, emociones y comportamientos intensos.
Lea también: Terapia cognitivo conductual: qué es y cómo funciona tuasaude.com/es/terapia-cognitivo-conductualLas sesiones de terapia también ayudan a identificar la causa del colapso nervioso, donde se indican estrategias para relajarse y aliviar los síntomas, como la respiración profunda, mindfulness y meditación, entre otros. Conozca otras técnicas de relajación.
2. Uso de medicamentos
En algunos casos, el psiquiatra puede indicar el uso de medicamentos para ayudar a la persona a lidiar con los síntomas del colapso nervioso, los cuales no resuelven el problema por sí solos, pero pueden aliviar la ansiedad, tensión, tristeza o insomnio, permitiendo que la persona participe mejor en la terapia y recupere el equilibrio nervioso.
Entre los más comunes están los ansiolíticos, que ayudan a relajarse, los antidepresivos, que mejoran el estado de ánimo, y medicamentos específicos para mejorar el sueño.
Durante el uso, el médico puede monitorear los efectos secundarios y ajustar las dosis, si es necesario.
Cómo prevenir
Adoptar algunos hábitos es fundamental para prevenir el colapso nervioso, como:
- Practicar actividad física regularmente, como caminatas, meditación y yoga, ayudando a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la energía;
- Tener una rutina de sueño adecuada, permitiendo que el cuerpo y la mente se recuperen, fortaleciendo la capacidad de lidiar con las presiones diarias;
- Mantener una alimentación equilibrada, rica en alimentos ricos en triptófano, como nuez de Brasil y aguacate, que liberan serotonina en la sangre, mejorando el bienestar;
- Buscar apoyo social, a través de la conversación con amigos, familiares o grupos de apoyo para compartir sentimientos y recibir soporte.
Además, es importante evitar hábitos que perjudican el equilibrio nervioso, como el consumo de alcohol, exceso de cafeína y el tabaquismo, ya que estas sustancias pueden intensificar la ansiedad, dificultar el sueño y sobrecargar el cuerpo.