Acinetobacter: cómo ocurre la infección, síntomas y tratamiento

Actualizado en febrero 2021

Acinetobacter corresponde a un género de bacterias frecuentemente relacionadas con las IAAS (infecciones asociadas a la atención de la salud), también conocidas como infecciones nosocomiales, siendo el principal representante de este género el Acinetobacter baumannii, que además de causar infecciones en ambientes hospitalarios, también presenta resistencia a la mayoría de los antibióticos utilizados, dificultando el tratamiento.

Esta bacteria se considera oportunista, pues provoca enfermedades en personas que tienen factores que favorecen su aparición, como disminución de la actividad del sistema inmunitario y hospitalizaciones por tiempo prolongado en la unidad de cuidados intensivos (UCI). El Acinetobacter sp. a menudo se puede encontrar en la piel, sin embargo, en personas internadas en el hospital, es frecuente ser identificado en la garganta y en secreciones del tracto respiratorio.

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Cómo ocurre la infección

La infección por Acinetobacter sp. ocurre principalmente en ambiente hospitalario a través del contacto con superficies contaminadas o con otra persona infectada, considerándose las manos la principal vía de transmisión e infección.

Este tipo de infección ocurre más fácilmente en personas que están hospitalizadas por largos períodos en la UCI, poseen heridas en la piel, tienen el sistema inmunitario comprometido, respiran con la ayuda de dispositivos o tienen catéter, por ejemplo.

Esto se debe a que la bacteria es capaz de formar biopelículas en los dispositivos médicos, que corresponde a un mecanismo de resistencia en el que la bacteria puede adherirse a la superficie del dispositivo y multiplicarse de forma muy eficaz, dificultando el tratamiento y originando complicaciones.

De esta forma, en el ambiente hospitalario, la infección por Acinetobacter sp. también puede estar relacionada con los dispositivos médicos que se utilizan diariamente.

Síntomas de infección por Acinetobacter sp.

Los síntomas de infección pueden variar según el sitio en el que se encuentre y se desarrolle la bacteria. Así, en el sistema respiratorio, la Acinetobacter sp. puede dar lugar a la aparición de signos y síntomas de neumonía, como dificultad para respirar, fiebre y dolor en el pecho.

Cuando se encuentra en el sistema urinario, puede provocar el surgimiento de síntomas de infección urinaria, como dolor y ardor al orinar, necesidad frecuente de acudir al baño y orina turbia.

En personas que tienen el sistema inmunitario más comprometido o que están hospitalizadas por un período de tiempo prolongado, es común que la bacteria logre alcanzar el torrente sanguíneo con mayor facilidad y origine la aparición de síntomas indicativos de bacteriemia, que corresponde a la presencia de bacterias en la sangre, pudiendo haber fiebre alta y persistente, disminución de la presión arterial, náuseas y mareos.

Vea cómo identificar los síntomas de infección en la sangre.

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Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la infección por Acinetobacter sp. se realiza en el entorno hospitalario, ya que la mayoría de las personas que presentan esta infección están hospitalizadas, a través de la recolección de una muestra de sangre, de secreción traqueal y/o de orina, que se envía al laboratorio de microbiología para su análisis.

Las muestras se procesan y analizan de acuerdo con los aspectos macro y microscópicos de las colonias bacterianas obtenidas después de la incubación a 37ºC, que es la temperatura ideal de crecimiento bacteriano. Inmediatamente, las bacterias son identificadas y se realiza el antibiograma, en el que se determina el perfil de sensibilidad y resistencia de la bacteria a los antibióticos, siendo esta información importante para que el médico pueda indicar el medicamento más adecuado para la persona, que sea capaz de eliminar la bacteria.

Conozca cómo se realiza el antibiograma.

Prevención y tratamiento

Como la Acinetobacter sp. es multirresistente, es decir, presenta diversos mecanismos de resistencia frente a los antibióticos normalmente utilizados, y posee la habilidad de formar biopelículas, que es la capacidad de la bacteria de adherirse a los dispositivos médicos y multiplicarse, es difícil de tratar.

Por consiguiente, la persona que haya sido diagnosticada con una infección por Acinetobacter sp. multirresistente debe permanecer en el hospital en aislamiento y con precauciones de contacto, y al mismo tiempo se realiza el tratamiento con antibióticos a los que la bacteria es sensible, ya que esto evita que el microorganismo se propague y otras personas se infecten.

Para evitar la infección, la principal acción a tomar es el lavado correcto de las manos, ya que las estas corresponden al principal medio de trasmisión de infecciones en el medio hospitalario. Además, es importante no hacer uso de antibióticos sin la recomendación del médico, ya que puede estimular el desarrollo de resistencia a los antibióticos, y, en el hospital, se debe evitar estar cerca de pacientes que se encuentren en aislamiento o, si es necesario estar en contacto con alguno, lavarse las manos antes y después del contacto con la persona y usar equipos de protección individual.

Obtenga más información sobre cómo evitar las infecciones hospitalarias.

Tratamiento con fagos

El tratamiento con fagos, también llamado fagoterapia, es un tipo de tratamiento en que son utilizados bacteriófagos para combatir infecciones que son difíciles de tratar debido, principalmente, a la resistencia múltiple a los antibióticos. Los bacteriófagos, o simplemente fagos, son virus que tienen la capacidad de destruir bacterias y, por tanto, su uso en el tratamiento de infecciones multirresistentes puede resultar eficaz. 

Cada bacteriófago es responsable por el combate de uno o un grupo de bacterias, por lo que en el tratamiento de enfermedades se puede realizar un "coctel" de bacteriófagos específicos para combatir determinada infección. Recientemente, la fagoterapia fue eficaz en el tratamiento contra Acinetobacter baumannii multirresistente, en el que los bacteriófagos fueron capaces de eliminar bacterias y, así, combatir la infección y mejorar la calidad de vida de la persona.

A pesar de ser una técnica antigua, el tratamiento con bacteriófagos ha ganado relevancia en los últimos años debido a la gran cantidad de microorganismos multirresistentes.